Ofreció Castillo un proyecto destinado a mejorar la convivencia
Víctor Ballinas Ť En el World Trade Center Carlos Castillo Peraza ofreció a los capitalinos realizar un proyecto de convivencia que responda a sus legítimas aspiraciones. Un proyecto en el que ``todos seamos necesarios, y que no es una utopía irrealizable, ni repetición histórica de lo mismo. Vamos a cambiar'', prometió.
En un auditorio que se tiñó de azul durante 40 minutos, ante mil simpatizantes, militantes e invitados, el candidato del blanquiazul al gobierno de la ciudad indicó que en su propuesta de gobierno, el cómo llevarlo a cabo ``es gobernar, es hacer realidades nuestras esperanzas, con la participación de quienes las compartimos y estamos dispuestos a convertirlas en hechos''.
Castillo tuvo un acto espectacular en el que se usaron cinco pantallas gigantes, luces azules y rojas para presentar al auditorio lo que denominó Ciudad de México, vocación y destino.
Agrandada su imagen en las pantallas y en primera fila los ex candidatos presidenciales panistas, Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Alvarez; el presidente del PAN-DF, Gonzalo Altamirano Dimas, y Santiago Creel, entre otros.
Castillo propuso cuatro puntos para mejorar la convivencia en la ciudad: formular políticas adecuadas que maximicen las ventajas y minimicen las desventajas; lograr el crecimiento económico que saque el mejor partido del cambio en los modos de producción y de las ventajas comparativas; el convencimiento de alcanzar el menor crecimiento de población y la participación de todos los habitantes.
Asimismo, enumeró los diez puntos que esbozan la ciudad en que ``podemos soñar y que podemos habitar, una ciudad como centro político nacional, espacio de diálogo y coordinación de la federación y lugar de encuentro, no centro controlador de estilo federal, que no sea más escaparate de las miserias lacerantes regionales exhibidas en el Zócalo y a lo largo y ancho de la urbe para que el Tlatoani se compadezca y resuelva.
Lugar de intercambio internacional, centro financiero, de información e informática, de desarrollo de la investigación del más alto nivel, de arraigo para una industria con tecnología de punta, de servicios de salud altamente especializados, de intercambio de innovaciones médicas; centro de intercambio cultural americano; centro turístico internacional y centro de justicia.
Este proyecto, dijo, pide como condición indispensable la revaloración de la dignidad de todos y cada uno de los ciudadanos: ``todos somos necesarios para este proyecto''. Se requiere para ello un conjunto de políticas compensatorias a fin de establecer las bases mínimas para la igualdad, fraternidad, la auténtica solidaridad y la deseada seguridad ciudadana. Pero esto no se logrará, advirtió, ``mientras cada defeño no se asuma guardián de su hermano ciudadano''.
Como entrada se apagaron las luces del auditorio Olmeca I y II del WTC y empezó la proyección de un video sobre la gran ciudad, llena de contrastes, miseria y marginación; por el otro lado, la opulencia. Pasaron imágenes de todos los problemas del DF.
Casi para terminar el video, Castillo entró. Subió al podium y gritó ``¡Estoy en campaña ...!'' Mientras leía su documento, tras él, en tres pantallas, aparecía su rostro y se le enfocaba de cuerpo entero, de medio cuerpo, de frente y de perfil.
En otras dos seguían las escenas de la capital: los bosques, los niños de la calle, en la calle, en juegos. Los cultivos, los museos. La contaminación, el tráfico, la represión, las marchas, las pintas, la pobreza en toda su dimensión y la opulencia.
El evento duró casi una hora. Y transcurrieron 100 minutos para que Diego Fernández de Cevallos y Castillo se fundieran en abrazos, tres en total...``la ciudad ya se merecía un candidato así, capaz e inteligente'', le dijo el ex candidato presidencial al oído, quien acaparó en gran parte la atención de los periodistas.