Posible, moralizar a Conasupo; ésta no desaparecerá, señaló Labastida
Angélica Enciso L. Ť En Conasupo no se aplica la ley sólo para el pasado, sino que también se hace para el presente, ``lo cual es de destacarse'', dijo ayer Francisco Labastida Ochoa, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sagar), quien agregó que lo preocupante sería que se cerraran los ojos a los problemas de corrupción.
Entrevistado al término de la clausura de la 18 asamblea general de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), el funcionario dijo, en relación con las irregularidades en la administración de Conasupo, que es posible ``moralizar'' esta institución, ``tan se puede que no se están dejando los casos ahí cerrados, para que la siguiente administración los encuentre''.
Mencionó que el resultado de las acciones que se emprenden en Conasupo están a la vista, ya que las denuncias presentadas ante la Procuraduría General de la República las hizo el organismo desconcentrado de la Sagar, y se tiene una gran vigilancia en su interior para acabar con la corrupción.
Acerca de la posible desaparición de ese organismo, el funcionario indicó que Conasupo tiene una función social qué cumplir y en un país con las desigualdades que existen en México, esa acción no debe desaparecer.
Antes, durante la asamblea de la CNPR, su líder José Bonilla Robles dijo que en los hechos existe una exclusión hacia los pequeños propietarios por parte de la banca de desarrollo, ya que el 98 por ciento de los fondos son destinados al sector social, mientras que el 2 por ciento son para este sector que representa a ``la clase media del campo''.
Esa situación, señaló Bonilla, no puede continuar.
La actuación de la banca de desarrollo, sumada al escaso acceso de este sector a recursos crediticios baratos, ``limitan nuestro potencial productivo y merman la rentabilidad de la actividad agropecuaria''.
Dijo que no se puede olvidar aún que el problema de las carteras vencidas tuvo su origen en el severo deterioro de la rentabilidad agropecuaria, así como en el crecimiento de los márgenes de intermediación financiera.
Sin embargo, agregó, ``la realidad cotidiana es más crítica de lo que pueden expresar las palabras. La banca comercial incumple sus promesas''.
Con respecto al Procampo, dijo que existe preocupación debido a que a pesar del incremento de las cuotas, el monto de los pagos se redujo en términos reales, lo cual no permitió contrarrestar las asimetrías sectoriales que separan a México de Estados Unidos, lo cual constituyó el origen de ese programa.
Por ello, agregó, es necesario que el programa se amplíe para incorporar a los productores que no alcanzaron a inscribirse.