ASTILLERO Ť Julio Hernández López
El embajador de México en Costa Rica, José Rafael Castelazo y de los Angeles, dijo que en aquella nación hay una ``oligarquía'', que la vida política a veces raya en la ``ingobernabilidad'', que la reunión de políticos socialcristianos con Carlos Hank fue simplemente ``una reunión de particulares'', y que las inversiones mexicanas en aquel país están causando ``cierto estupor'' porque ``no están acostumbrados'' a ese tipo de competencia.
Además, el diplomático --que antes fue delegado político en Iztacalco, Distrito Federal, y actualmente tiene licencia como diputado federal-- señaló que al desconocimiento de la realidad mexicana contribuyen personas como Jorge Castañeda, Adolfo Aguilar Zinser, Vicente Fox Quesada y Carlos Castillo (Peraza), ``que van a hablar barbaridades de México como si no fueran mexicanos''.
Las declaraciones del representante mexicano fueron hechas vía telefónica al reportero Antonio Cerda Ardura, de la revista Siempre!, y están publicadas en el número correspondiente a la semana en curso. Anoche, Castelazo confirmó también vía telefónica a Astillero la veracidad de lo impreso, aunque estimó que sus palabras iban dirigidas más a darle un contexto al periodista mexicano que para ser reproducidas literalmente. El reportero Cerda Ardura, también buscado por esta columna, dijo que la entrevista había sido transcrita directamente de la grabación telefónica.
Castelazo mencionó en esa entrevista que en el fondo de las críticas a México, hechas luego de la famosa reunión de Santiago Tianguistenco, habría ``conservadurismo y cerrazón, porque las inversiones mexicanas están causando en Costa Rica cierto estupor, en razón de que viene un empresario más agresivo desde el punto de vista económico, más acostumbrado a la apertura y a un mercado más grande''.
Y ejemplificó: ``Cuando ven a un muchacho treintón, abusado, con una maestría y un doctorado, se les paran los pelos de punta''.
Respecto al fondo político que pudiera haber existido en las críticas a México, explicó que ``más bien fue de intereses económicos. Costa Rica tiene instituciones activas y poderosas y una vida muy intensa, pero con mucha opinión y poca opción, de tal suerte que el gobierno se llega casi a paralizar porque no puede tomar decisiones. En los dos primeros años de Figueres, la Asamblea no le pasó una sola ley; a veces están en el borde de la ingobernabilidad''.
Los poderes económicos desplazan al poder político, comentó el reportero Ardura, y Castelazo apuntó: ``Porque el poder político está atomizado; aunque hay solamente dos partidos fuertes, es una misma oligarquía''. En otro punto, asegura del candidato presidencial socialcristiano, Miguel Angel Rodríguez, que ``más que políticos, tiene nexos empresariales''. ¿Es más conservador?, se le preguntó, y respondió: ``No se podría decir así, porque unos van a misa a las siete y otros van a las nueve; es casi lo mismo''.
Cuando se le preguntó si Hank González tiene inversiones en Costa Rica, el embajador Castelazo dijo que quien las tiene es Roberto González Barrera, dueño de Maseca, quien ``es consuegro del señor Hank, pero eso es una mera circunstancia''.
Los dineros que hay que cuidar
Respecto a las inversiones mexicanas, el ex presidente Rafael Angel Calderón Fournier llamó a cuidarlas, según reportó Notimex desde San José, ya que se han convertido en uno de los principales elementos del desarrollo nacional en el campo industrial. ``Debemos tener claro que al país le convienen este tipo de inversiones'', dijo el ex mandatario que organizó el famoso viaje de sus compañeros de partido a la finca rural de Hank González en el estado de México. También advirtió que ``es sumamente peligroso crear en Costa Rica un clima de tensión contra los inversionistas mexicanos, ya que ello podría congelar las inversiones, pero también podría ahuyentarlas''.
En los dos años recientes se han invertido unos 400 millones de dólares por parte de mexicanos en aquel país. Algunas de las principales empresas inversoras han sido señaladas como altamente beneficiadas durante el salinismo, como Maseca, de González Barrera, consuegro de Hank; Bancrecer, con 51 sucursales, propiedad de Roberto Alcántara, uno de cuyos empleados fue Fernando de la Sota, uno de los responsables de la seguridad de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas; Tribasa, de las familias Peñalosa y Hank Rhon, dedicada a la construcción de carreteras; Sabritas, de Pepsicola, bebida cuyo distribuidor más importante en Latinoamérica es Enrique Molina Sobrino, ex accionista del Banpaís, de Angel I. Rodríguez, El Divino, y Elektra, de la familia Salinas Pliego.
Otro inversionista importante es Bimbo, de la familia Servitje.
En espera de los hechos
La agresión de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) contra periodistas que cubrían una gira metropolitana el pasado miércoles, llevó al presidente Zedillo a ordenar al general Roberto Miranda, jefe de aquel cuerpo militar, que se realicen las investigaciones necesarias y, en su caso, se castigue a quien corresponda.
Además, el Presidente de la República reiteró su ``interés y voluntad'' para que los periodistas puedan cumplir adecuadamente sus tareas, para las cuales expresó ``el mayor respeto''.
El anuncio es positivo y estará plenamente integrado cuando se conozca el resultado de las indagaciones y el castigo impuesto a los militares que ofendieron, jalonearon y golpearon ese miércoles a los periodistas.
La corrección no debe, sin embargo, quedar en ese ámbito temporal exclusivo, pues el incidente no fue sino una parte de la frecuente agresividad mostrada por los encargados de la seguridad presidencial contra asistentes a los actos públicos y contra los periodistas.
De la dimensión del problema tuvieron vívida prueba ese mismo día el propio presidente Zedillo y el regente Oscar Espinosa.
Nidia Marín, reportera de Excélsior, narró cómo el propio mandatario lanzó dos manotazos contra un oficial del EMP de apellido Gaytán, que pretendió impedirle saludar a un ciudadano tras una valla de seguridad. El oficial Gaytán levantó el rojo cordón de terciopelo que actuaba como valla para inhibir el encuentro de manos. El presidente Zedillo, según la reportera Marín, soltó ``el primer manazo, lanzado de reversa, hasta tronó; y le lanzó luego luego el segundo manotazo, pero ya no le atinó; el pálido militar se había hecho a un lado''.
La misma periodista narró que el general Roberto Miranda amenazó a la fotógrafa de El Sol de México, Laura Lobera, con un ``ya cálmate, o te...''.
Y el regente Espinosa fue empujado y sacado tanto de balance como del grupo cercano al Presidente, en uno de los momentos de nerviosismo de los guardias presidenciales.
Antes, según múltiples relatos provenientes de los reporteros asignados a la cobertura de esa fuente esencial de información, se han producido episodios similares, en los que se trata a los periodistas con arbitrariedad y enojo.
Un buen mensaje hoy, en la entrega de los premios de periodismo, no provendrá de las palabras, sino de los hechos. De entender, de atender, y de garantizar.
Astillas: El nuevo quebranto en la salud de Fidel Velázquez parece verdaderamente grave, y ello ha reavivado las especulaciones y conjeturas respecto del futuro de la central obrera que durante décadas ha sido pieza central del sistema político mexicano y, desde luego, sobre el impacto que un suceso fatal tendría en los comicios próximos... En el Partido del Trabajo ahora hay quienes piden sancionar a Carlos y Raúl Salinas de Gortari, considerados como protectores y guías de esa agrupación. El texto difundido por los petistas del estado de México podría anunciar más escisiones... A un mes de los comicios ya no será posible cambiar candidatos, de tal manera que Carlos Castillo Peraza podrá dejar de sentir pasos barbados en la azotea... Las reuniones de gobernadores fronterizos, como las interparlamentarias México-Estados Unidos, deben ser revisadas a la luz de los resultados. Meras reuniones de turismo político sin mayores consecuencias que las periodísticas, podrían ser guardadas ya en el baúl de las buenas intenciones frustradas...
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