Niegan vocales estatales del IFE ser ``torcedores'' de la voluntad popular
Mireya Cuéllar Ť En nombre de la estructura ejecutiva del IFE, que se sintió ``lastimada'' por los comentarios de algunos consejeros electorales acerca de que parte de ella es herencia del viejo oficialismo, el secretario ejecutivo, Felipe Solís Acero, dijo: ``No somos una gavilla de torcedores de la voluntad popular que atendemos mandatos ajenos a los que la ley nos impone''.
En la clausura de una reunión de vocales de las juntas ejecutivas del país (delegaciones estatales del IFE ), aseguró que él y ``una buena parte'' de los vocales ahí reunidos han sido objeto de ``señalamientos prejuiciosos'' a partir de sus ``biografías o currículas particulares'' y los han puesto bajo sospecha.
A los consejeros electorales que han hecho comentarios sobre la composición del IFE los calificó de ``voces que llaman al fantasma de la desconfianza'', aunque no mencionó nombres ni cargos. Aseguró que el órgano electoral no puede dividirse en dos bandos: ``ni nuevos ni antiguos, ni castos ni pecadores'',
Luego de defender el viejo aparato del IFE --cuya participación en las elecciones de 1991 y 1994 ``no los descalifica''--, Solís Acero afirmó: ``Están preparados política, profesional y aun anímicamente para asumir los resultados que la voluntad popular exprese''.
El secretario ejecutivo del IFE fue el cuarto orador de la sesión de clausura, después de los consejeros Jaime Cárdenas y Mauricio Merino, y dedicó todo su tiempo a la defensa de quienes están en la institución desde 1991 y 1994, situación que, en lugar de descalificarlos, debería ser ``garantía de eficiencia por la experiencia acumulada''.
Felipe Solís Acero --quien llegó al IFE en 1991 con el equipo del primer director de ese órgano, Emilio Chuayffet, y se quedó después con Arturo Núñez-- habló de la ``solidez'' del instituto, que ya organizo ``con éxito'' dos elecciones, que ``no nació hoy ni ayer, que ya tenía carta de naturalización en la sociedad antes de iniciar este proceso electoral''.
Ante un auditorio de más de cien personas --en el presidium estaban, además de José Woldenberg, los consejeros Jaime Cárdenas, Mauricio Merino, Jacqueline Peschard y Jesús Cantú--, Solís informó que durante las reuniones de trabajo hubo ``públicas inconformidades'' por los comentarios de algunos consejeros electorales, molestia que él dijo compartir.
``No se puede calificar ni evaluar el trabajo de nadie a partir de fechas de ingreso o de biografías o currículas particulares, porque a un análisis sesgado de estos factores nadie escaparía'', apuntó.
El compromiso del IFE, dijo, es ``ofrecer certeza'' y poco se contribuye a ello si desde dentro ``se alimenta la desconfianza que corroe, la sospecha que erosiona el andamiaje institucional, que ha de ser sólido y compacto''.
Insistente, Solís dijo que los ``señalamientos prejuiciosos'' de algunos consejeros ``lastiman'' su prestigio profesional, pues los quieren ``hacer pasar por lo que no somos ni aceptaríamos nunca ser: una gavilla de torcedores de la voluntad popular''.
Lo que hay en el IFE, apuntó, es un equipo de profesionales de la organización de elecciones que ``no puede estar sujeto a la sospecha permanente''.
Después, en tono conciliador, llamó a anteponer ``buena fe, ánimo y disposición'' para que vieja y nueva estructuras (operadores y órganos de decisión) consoliden al instituto, pero ``con una base de confianzas mutuas''.
En medio del aparato operativo y el de dirección, hay ``por fortuna'', una presidencia ``ponderada y juiciosa, defensora de la institucionalidad, serena y firme'', dijo en alusión a José Woldenberg.
``Pepe --agregó el secretario ejecutivo-- ha sobrepuesto su vocación por el equilibrio razonado para tender sólidos puentes de comunicación y concertación entre los órganos colegiados y operativos y, de manera particular, con los actores de la contienda político-electoral''.
Al vocal de Aguascalientes, Ignacio Ruelas Olvera, le tocó leer los acuerdos de la mesa 1 --trabajaron desde el viernes hasta la mañana de ayer-- y de paso exigió ``derecho de audiencia'' para los vocales que han recibido ``ataques directos''.
Ruelas Olvera es uno de los vocales cuyo currículum ilustró en el suplemento Elecciones 97, publicado en este diario, cuál es el pasado político de algunos de los hoy funcionarios electorales: fue secretario particular del gobernador de Aguascalientes de 1980 a 1983 y presidió el Congreso local hace 12 años, cuando fue diputado por el Partido Revolucionario Institucional.
Después de los discursos de Solís Acero y Ruelas Olvera, José Woldenberg sólo dedicó un párrafo de su intervención al tema para decir que ha existido una interacción productiva entre el ámbito colegiado (los consejeros electorales) y el ejecutivo. ``Entre nuestras ramas no ha existido, porque no podía existir, conflicto permanente. Todo lo contrario''.
Mireya Cuéllar Ť El Instituto Federal Electoral no tiene por qué ser un órgano ``apocado e invisible'' porque es insustituible en la transición democrática que vive el país, dijo ayer el consejero electoral Jaime Cárdenas a los vocales ejecutivos del IFE de todo el país, a quienes les recordó que México ``ha dejado de ser la sociedad del Príncipe'' y, por lo tanto, los ciudadanos y los funcionarios de esa institución ``no tenemos por qué rendirle cuentas''.
Durante la clausura de dos días de trabajo de los vocales ejecutivos, en un hotel de esta ciudad, Cárdenas dijo que la ciudadanización del IFE no debe verse como un perjuicio para los poderes tradicionales, sino como un acercamiento entre el Estado y la sociedad.
Insistió ante los funcionarios del IFE --que en su calidad de vocales ejecutivos presiden los consejo locales en los estados y a la vez coordinan el aparato operativo-- que ahora son parte de un nuevo órgano electoral, porque nunca antes la sociedad había tenido un papel tan activo en la organización de los comicios.
Sobre la función del IFE en el contexto nacional, Cárdenas dijo que los legisladores lo concibieron como un instituto autónomo y fuerte en el cual delegar de manera ``integral y directa'' la organización de las elecciones. Ahora la Constitución ordena al Poder Ejecutivo Federal y a los poderes ejecutivos de los estados no intervenir en la organización de las elecciones, les recordó.
En alusión a la obra de Nicolás Maquiavelo, les dijo que México ha dejado de ser ``la sociedad del Príncipe, la sociedad de un solo mexicano. En una verdadera república, que es a lo que aspiramos los mexicanos, los ciudadanos y los funcionarios del IFE no tenemos por qué rendirle cuentas al Príncipe. Los vocales ejecutivos y los consejeros de este instituto respondemos sólo a la ley y a nuestra conciencia''.
En tanto, el consejero presidente, José Woldenberg, reconoció el trabajo de todos los funcionarios que llevan adelante la elección porque ``de aquí al 6 de julio no hay nada que signifique un riesgo importante en la organización del proceso electoral''.
En el mismo tenor, el consejero Mauricio Merino dijo que los funcionarios del IFE saben que no sólo está en juego ``la chamba'', sino la estabilidad y la democratización del país. Trabajar en el IFE, les dijo, es muy distinto a trabajar en una oficina del gobierno, porque ``es la única institución del Estado directamente responsable de asentar la vía electoral para el futuro democrático de México''.
Custodiarán militares el material electoral en Tlapa
El Consejo General del Instituto Federal Electoral dio marcha atrás a la decisión de los consejeros electorales de Guerrero para que fueran ellos y no el Ejército quienes trasladaran y custodiaran el material electoral del quinto distrito electoral, con cabecera en Tlapa.
Ante los recientes enfrentamientos entre el Ejército Mexicano y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) en Tlapa de Comonfort, los consejeros de Guerrero había decidido organizar una Caravana por la paz y la democracia para evitar un posible enfrentamiento cuando el personal del IFE, custodiado por militares, llevara el material que se usará el día de los comicios.
En una carta que le enviaron a José Woldenberg el 2 de junio, los consejeros invitaban a miembros del Consejo General a que se sumaran a la caravana; sin embargo, ayer le informaron al vocal ejecutivo de Guerrero, Dagoberto Santos Trigo, que no se puede prescindir de la custodia del Ejército cuando se trata de material electoral. El vocal explicó que la presidencia del Consejo General le aclaró que el convenio entre las fuerzas armadas y el IFE no prevé excepciones.