La Jornada domingo 8 de junio de 1997

VENTANAS Ť Eduardo Galeano
El agua

Naturaleza viva

Alfredo Mires rescata las tradiciones de Cajamarca.

Hace años, cuando Alfredo estaba empezando a recoger la memoria de las costumbres y los tiempos, los campesinos le propusieron algunos temas de trabajo:

el eclipse,
la lluvia,
la inundación,
la niebla,
la helada,
el ventarrón,
el remolino.

Alfredo asintió:

šAh, sí! -dijo-. Fenómenos naturales.

Nadie respondió. De callada manera, le estaban diciendo que tal cosa no existe en Cajamarca.

Con el tiempo, Alfredo aprendió.

Aprendió que el eclipse ocurre porque el sol y la luna son una pareja que se lleva mal, sol de fuego, luna de agua, y cuando se encuentran, se pelean, y el sol quema a la luna o la luna moja al sol y lo apaga por un rato;

y aprendió que la lluvia es hermana de los ríos; que por los ríos

corre la sangre de la tierra, y hay inundación cuando la sangre se derrama;

que la niebla se mata de la risa burlando a los caminantes;

que la helada es tuerta, y por eso quema los cultivos por un solo lado;

que el ventarrón se relame comiéndose las semillas sembradas en luna verde y que el remolino da vueltas porque tiene un solo pie.