PREMIO NACIONAL

Elena Gallegos Ť Sin ninguna duda, el gobierno de la República asume que los informadores deben cumplir su tarea con la más absoluta libertad, dijo el presidente Ernesto Zedillo, y sostuvo que los medios de comunicación y los periodistas cumplen una tarea fundamental en la promoción del desarrollo económico y político del país y en el impulso de una cultura democrática.

Refrendó que el gobierno está convencido de que la comunicación es esencial para construir la democracia y la prosperidad económica, y precisó que la cultura democrática que se alienta y a la que contribuyen medios y periodistas, busca que todos ``podamos manifestar nuestra preferencia por la paz, el pluralismo, el diálogo, el acuerdo, la tolerancia, la concordia y la civilidad''.

Aseguró que México necesita y tiene medios y periodistas ``libres, profesionales, que informan de los problemas, analizando con profundidad sus causas; que con visión y patriotismo contribuyen a que los mexicanos estén mejor informados y, por lo mismo, mejor educados, y a que se fortalezcan las libertades y se escuche la voz de todos''.

En ceremonia efectuada en el salón Adolfo López Mateos de la casa presidencial, en el mismo escenario que se montó para la presentación -el martes pasado- del Programa Nacional de Financiamiento para el Desarrollo (Pronafide), Presidente y periodistas celebraron anticipadamente (la fecha exacta es hoy) el Día de la Libertad de Expresión.

En el acto, Zedillo entregó los premios nacionales de periodismo, entre otros al reportero de La Jornada Salvador Guerrero, en el género de noticia, por su espléndido trabajo que reunió testimonios en los que puso frente a la opinión pública el ``otro rostro'' de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Estuvieron con él, como siempre, su esposa Aura María y sus hijos Aura Elvira y Pedro Salvador.

El Presidente refrendó el total respeto del gobierno a la libertad de expresión. Dijo: ``México necesita que sigan ejerciendo esa libertad y ese derecho con el tesón, la capacidad profesional y la creatividad que distingue a los hoy premiados''.

Otros galardones fueron entregados a Gastón García Cantú, en artículo de fondo, y a Juan Popoca, en fotografía, ambos de Excélsior. Un sonriente Regino Díaz Redondo subió al estrado para recibir los diplomas correspondientes al diario.

En crónica el premio fue para Juan Arvizu, de El Universal. Allí estuvo Juan Francisco Ealy Ortiz, su director, quien recibió palmadas en la espalda del presidente Zedillo. En reportaje, medalla, diploma y cheque por 100 mil pesos fueron entregados a Abraham Zabludovsky. Televisa estuvo representada por Miguel Alemán Velasco.

Para el maestro Julio Pliego, el premio en divulgación cultural. Estuvo con él José María Pérez Gay, director de Canal 22, y para el caricaturista Antonio Neri Licón, del Economista, fue otro de los reconocimientos.

A todos el Presidente les comentó que los medios en los que laboran, ``por tradición y dinamismo unos, por juventud y esmero otros, pero por ánimo de superación todos, expresan el vigor de un periodismo palpitante, testigo y protagonista de las transformaciones del México de nuestros días''. Dijo que el grupo de premiados ponía de relieve la intensa vitalidad, la rica pluralidad y la creatividad que caracterizan a los medios de comunicación en México.

Por parte del jurado habló Miguel Reyes Razo, quien recordó los obstáculos que enfrentaban los reporteros hace 30 años, que callaban y obedecían reglas y órdenes acordadas entre poderosos secretarios de Estado e interesados empresarios metidos a editores. Se refirió a la evolución de periodistas y medios, y entre otros deslindes dejó claro que no son los reporteros los provocadores o auspiciadores de la violencia.

Por los premiados Juan Arvizu refirió: ``La infantería del diarismo es la parte más delgada para celebrar la libertad de expresión, la orden de trabajo a veces excede la capacidad humana, sin una justa retribución''. También aprovechó la ocasión para aludir a los malos tratos que padecen los reporteros gráficos.