Diferencias de hasta 500% en los precios de básicos: Profeco
Patricia Muñoz y Humberto Ortiz Ť Se agravó la distorsión de precios en el mercado nacional durante los primeros cinco meses del año, ya que prácticamente cada establecimiento fija sus propios márgenes de ganancia; difícilmente dos tiendas tienen igual cotización para un mismo producto y los artículos básicos se venden con diferencias de 300 a 500 por ciento entre un establecimiento y otro.
El informe a mayo de la Dirección de Prácticas Comerciales de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), revela lo anterior, en tanto que los ejecutivos de ventas apuntaron que, en ese lapso, el poder adquisitivo se desplomó entre 25 y 40 por ciento.
La información de la Profeco evidencia que prácticamente cada establecimiento fija sus propios precios, de modo que aunque se trate de productos iguales en marca, calidad y cantidad, difieren totalmente los precios, pues virtualmente desapareció el control oficial.
A pesar de las previsiones oficiales de que la distorsión de precios en el mercado se diluiría, en mayo, tres cuartas partes de los productos analizados por la Profeco tienen diferencias en precio de 50 por ciento o más entre tienda y tienda.
Como ejemplo, el informe de la Procuraduría indica la carne de res se vende hasta 59 por ciento más cara en Bodega Gigante, y la pechuga de pollo hasta 52.0 más cara en Gigante.
El caso de los abarrotes es similar. La avena entera tradicional se vende a 4.7 pesos en las tiendas de la UNAM y a 7.55 pesos en Wall Mark, a pesar de ser de la misma marca; la diferencia es de 60.64 por ciento más entre uno y otro establecimiento. La crema Chipilo, en vaso de 170 gramos, entre tienda y tienda se expende hasta 221.59 por ciento más cara.
Entre los casos más marcados destaca el del queso, que se expende con un sobreprecio de entre 130 y 150 por ciento de un establecimiento a otro; la sal molida, con 116 por ciento de encarecimiento extraordinario; los refrescos, con 230 por ciento más caros; los alimentos envasados, que se llegan a expender entre 300 y 500 por ciento; las cervezas, que se encarecen artificialmente 630 por arriba de su precio normal de mercado, entre otros.
La posición de la Profeco al respecto es que el mercado tiene que ser regulado por los mismos consumidores, pues es con su compra con lo que se mantienen o desaparecen los establecimientos. En tanto, la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC) señala que realmente hay un abuso en la fijación de los márgenes de ganancia.
Sigue en picada el poder adquisitivo
Al respecto, el presidente de la Confederación Mexicana de Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia (Comeven), Fernando Almaraz Hernández, señaló que en lo que va de 1997 el desplome del poder adquisitivo se ubica entre 25 y 40 por ciento, según el nivel de ingreso.
Asimismo, señaló que continúa el decremento en las ventas, y calificó de ``relativas'' las cifras proporcionadas por el INEGI en el sentido de que crecieron 20 por ciento, ya que se comparó el nivel del primer trimestre de este año con los bajos índices observados en 1996, pero esto no significa una recuperación de la capacidad de compra.
En rueda de prensa, estableció que no es con aumentos salariales como podrá recuperarse el poder de consumo, pues esto empuja la inflación, sino con un ambiente fiscal y regulatorio más propicio para la inversión nacional y extranjera.