Guerrero

La violencia oscurece las campañas

Los enfrentamientos de presuntos miembros del EPR con tropas del Ejército han provocado incertidumbre y los candidatos realizan sus trabajos de proselitismo como si nada raro hubiera en el ambiente


Maribel Gutiérrez Ť Frente al incremento de la militarización y los recientes ataques de presuntos miembros del EPR contra tropas del Ejército Mexicano, las campañas electorales en Guerrero mantienen un bajo perfil.

En el estado cada vez causa más preocupación que la violencia pudiera estar vinculada con las elecciones federales del 6 de julio, y a pesar de que candidatos y dirigentes políticos han sido alcanzados por esa ola de violencia y de que los organismos electorales ciudadanizados han abordado el tema y emitido declaraciones, los políticos postulados a cargos de elección popular persisten en su esfuerzo por mantener las campañas como si nada ocurriera en su entorno.

En Acapulco, los candidatos del PRI por los distritos 9 y 10, Nabor Ojeda Delgado e Israel Soberanis Nogueda, no han logrado el apoyo real de los líderes priístas que se habían alineado con cuadros locales y actuaban abiertamente como precandidatos, pero que al final fueron descartados desde el centro.

Soberanis incluso ha padecido desaires públicos. A principios de mayo, cuando el ruizmassieuista que suplió en el Senado a Rubén Figueroa Alcocer comenzaba su campaña en la populosa colonia Jardín, una lideresa de su partido le reclamó: ``¿Qué, no tuvo llenadero cuando fue alcalde?''

El jueves 15, el secretario estatal de Finanzas, Manuel Añorve Baños, celebró su cumpleaños en Acapulco con una fastuosa comida --se habló de 2 mil asistentes--, en la que hubo mantas en su apoyo y estuvieron los principales líderes priístas del distrito 9. Añorve era el favorito del gobernador Angel Aguirre para candidato por esa demarcación. Ojeda y Soberanis fueron invitados al festejo, pero pasaron inadvertidos ante los asistentes, en su mayoría políticos de trayectoria local.

En el distrito 7, con sede en Chilpancingo, el PRI cambió a mitad de la campaña al presidente del Comité Directivo Municipal, y el candidato Jorge León Robledo es criticado por los propios priístas porque no hacer trabajo proselitista en la capital del estado, de la que fue alcalde hasta 1996.

Ahí, la propaganda priísta se ve mucho menos que la del PRD, cuyo candidato es Pioquinto Damián Huato, ex priísta y empresario que formó parte del grupo figueroísta e integrante del Comité Directivo Estatal del PRI que presidía Aguirre y del gabinete de éste como secretario de Educación, la de mayor presupuesto en Guerrero.

Con Damián Huato en el PRD cambió el panorama electoral en un distrito que no estaba clasificado como de alta competencia.

En el distrito 1 de la Tierra Caliente --que colinda con los estados de México y Michoacán-- el candidato priísta Cuauhtémoc Salgado tampoco ha podido remontar la división provocada por su designación desde la ciudad de México, parte de la cuota que se atribuye al secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, del cual Salgado fue colaborador.

Para el PRI están prendidos los ``focos rojos'' en cuatro de los diez distritos federales, que coinciden con los que el PRD considera con posibilidades de ganar: los antes mencionados 1, 7 y 10, y el 3 de la Costa Grande.

El 1, por la división priísta y porque el candidato perredista, ex alcalde de Zirándaro y funcionario del gobierno de Aguirre como segundo subprocurador de Justicia, no es mal visto por éste. El 7 porque el candidato del PRD viene de los grupos de poder locales --Damián Huato fue presidente de la Canaco en Chilpancingo y en Guerrero--, mientras que el abanderado del PRI sólo tiene carrera burocrática. Y el 10, el distrito urbano de Acapulco, donde el PRI es minoritario frente al PRD y el PAN.

En general, las campañas de todos los partidos se concentran en realizar visitas domiciliarias, pequeños actos en colonias populares, reuniones privadas, spots de radio y propaganda en sitios públicos. La novedad han sido los anuncios espectaculares del PRD.

Ante la ausencia de grandes concentraciones, no se puede hablar de la existencia de una movilización electoral en Guerrero. Tal vez la excepción sea el distrito 3, donde ha habido actos masivos en apoyo a la candidata del PRD, María de la Luz Núñez Ramos, en Atoyac --de donde fue alcaldesa--, San Jerónimo --gobernado por otra mujer perredista--, Tecpan, Petatlán y Zihuatanejo, municipio tradicionalmente priísta pero en un contexto de elevado abstencionismo.

El gobierno, en apoyo del PRI

A partir de mayo, el gobernador Angel Aguirre Rivero programó un recorrido por todo el estado, que comenzó en la Costa Chica, de donde es originario, y ha seguido sin pausa por las siete regiones de la entidad.

El gobernador ha repartido escrituras, inaugurado obras y entregado recursos en una actividad considerada por la oposición como proselitismo puro en favor del PRI.

La intervención de Aguirre llegó a tal punto que la Junta Local Ejecutiva del IFE en Guerrero lo exhortó públicamente, el pasado martes 20 de mayo, a que mantuviera una ``sana distancia'' de las campañas y se abstuviera de participar directamente en ellas. Y es que el gobernador, aparte de las giras mencionadas, encabezaba todos los lunes, en la residencia oficial de Casa Guerrero, reuniones de evaluación de las campañas con los candidatos y la dirigencia del PRI.

Luego del exhorto, Aguirre se comprometió ante los consejeros electorales federales a suspender sus giras de entrega de recursos desde este 6 de junio. Antes, el PRD estatal había amagado con interponer una demanda penal contra el gobernador por las reuniones en Casa Guerrero, que incluiría a los presidentes municipales de Coyuca de Catalán y de Cutzamala, en la Tierra Caliente.

Como parte de la confusión entre lo público y lo partidista, la secretaria general del PRI estatal y candidata a senadora en el lugar 16, Mónica Leñero, presentó a periodistas un tríptico en el cual reivindica que gracias al PRI se han realizado diversas obras y actividades culturales, como la pavimentación de calles en Acapulco, el concierto de Plácido Domingo en Punta Diamante --en el cual los invitados principales fueron Figueroa Alcocer y el gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo--, el Festival Acapulco y un torneo de golf.

Entre otras acusaciones sobre irregularidades en el uso de recursos públicos con fines electorales, destacan las de los Comités Comunitarios del Consejo de Desarrollo Municipal de varios pueblos de la sierra de Coyuca de Benítez. Representantes de estos comités dijeron que fondos federales de la Sedeso destinados a programas contra la pobreza se han utilizado para favorecer al priísta Jorge León Robledo. Dijeron que el alcalde (priísta) José Luis de la Cruz Reséndiz no permitía que los comités manejaran los recursos del Ramo 26 y que en algunas comunidades fueron entregados el mismo día en que llegó en campaña el candidato del PRI.

Otro caso es Cuajinicuilapa. Ahí, según aseveraron perredistas, el presidente del comité municipal priísta, Silvio Jiménez Lugo, ha recibido del gobierno estatal cemento y lámina del programa Piso y techos para hacer campaña en favor de su partido, sin tomar en cuenta al ayuntamiento perredista de ese municipio de la Costa Chica (distrito 8) donde el candidato del PRI es Salvio Herrera Lozano, el único de los diez abanderados del tricolor que se considera ``aguirrista puro''.

Violencia en las campañas

Antes de los enfrentamientos Ejército-EPR del 24 y 27 de mayo se habían acumulado evidencias de atropellos cometidos por militares en las zonas en que ha operado el grupo armado. Entre los afectados, por lo general indígenas y campesinos vinculados a organizaciones sociales o al PRD, también está un candidato del PAN.

El 10 de mayo, Abel Núñez González, candidato por el distrito 7, fue interceptado en un retén militar en Tecoanapa y tratado con violencia junto con su comitiva, cuando se dirigía a un acto de campaña en una camioneta con símbolos y banderas del PAN. Este partido consideró que el hecho contradecía las declaraciones del comandante de la 35 zona militar, general Miguel Elías Leyva García, quien aseguró que ``la presencia del Ejército no afecta el proceso electoral''.

Dos días después, el 12 de mayo en el restaurante Sanborn's del centro de Acapulco, dos hombres armados irrumpieron a la hora del desayuno y amagaron con sus pistolas al candidato del PRD por el distrito 10, Alberto López Rosas. ``Ya bájale, cabrón'', le dijeron, y se llevaron su portafolios. La acción ocurrió ante decenas de comensales, entre ellos varios periodistas, y fue grabada por el circuito cerrado de televisión del establecimiento. No obstante, 15 días después del hecho la Policía Judicial aún no tenía ``pistas''.

La primera reacción de López Rosas fue suspender su campaña para exigir garantías plenas, pero la reanudó tres días después.

Este hecho llegó a las instancias electorales. Los consejeros de la Junta Local Ejecutiva emitieron una declaración de condena a la ``agresión'' contra López Rosas y exigieron a las autoridades que ``proporcionen mayores garantías de seguridad a los candidatos''. En cambio, los consejeros del distrito 10 enfrentaron una fuerte discusión antes de suscribir una declaración de condena por el ``agravio'' contra López Rosas.

Otro hecho de violencia fue el intento de homicidio contra el presidente estatal del PRD, Octaviano Santiago Dionicio, ocurrido en una de las principales avenidas de Acapulco el pasado sábado 25. El mismo día, un brigadista del PRD en la sierra de Atoyac, Mario Flores Ocampo, fue golpeado por diez judiciales azuzados por priístas del pueblo San Andrés de la Cruz.

Ahora, después de los enfrentamientos entre el EPR y el Ejército Mexicano, se ha incrementado la presencia militar y los soldados participan en acciones de hostigamiento, persecución y arresto de civiles. En La Montaña y en la sierra han detenido a 11 miembros del PRD.