Chiapas

Bajo el fantasma del abstencionismo

Si el EZLN emitiera una nueva orden de no participar en los comicios, el proceso electoral sufriría un severo revés en cuanto a la participación ciudadana, y el partido más afectado, en consecuencia, sería el PRD


Juan Balboa Ť Una nueva orden del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a sus bases, en el sentido de no participar en los comicios federales, podría trastocar el proceso electoral, influir desfavorablemente en los resultados de seis de los doce distritos de Chiapas y elevar los índices de abstencionismo a casi 70 por ciento. Además de que reviviría el llamado ``pase automático'' de priístas al Congreso de la Unión, conocido así porque sus candidatos logran acceder a un curul con el mínimo de votos.

El fantasma del abstencionismo tiene preocupados a los consejeros del Instituto Federal Electoral, más aún cuando algunos socios tradicionales del Revolucionario Institucional --en municipios donde el PRI había mantenido la hegemonía en zonas de Los Altos, el Norte y la Costa chiapaneca-- amenazan con no acudir a sufragar o impedir la instalación de casillas electorales el 6 de julio.

El desencanto de los chiapanecos

La aparición del EZLN provocó que los chiapanecos salieran de sus casas en los comicios de agosto de 1994, e influyó de forma sustancial para reducir el abstencionismo en todo el estado, que en los últimos 30 años había beneficiado al PRI. La presencia pública de los zapatistas ayudó también a combatir el voto corporativo en municipios controlados por caciques indígenas o comerciantes ladinos.

El levantamiento armado de enero de 1994, señala el investigador Juan Pedro Viqueira en un trabajo de investigación previo a los comicios de 1995, cimbró las bases del poder caciquil, que garantizaban, desde los años treinta, la tranquilidad de su territorio indígena y copiosas votaciones en favor del PRI en las elecciones federales y estatales, a cambio de un amplio margen de autonomía en el manejo de los asuntos locales.

``Paradójicamente, las organizaciones campesinas e indígenas independientes, que por lo general no le habían concedido mayor importancia a la lucha electoral, al mismo tiempo que apoyaban las demandas del grupo armado se comprometieron por primera vez con la vía electoral y decidieron apoyar a los candidatos del PRD y de la sociedad civil'', apunta.

Asimismo, la presencia del EZLN sirvió de aliciente para que el electorado acudiera a sufragar en las elecciones federales de 1994, en las que se logró una asistencia de 65 por ciento, con cerca de un millón 500 mil electores, reduciendo el abstencionismo a 35 por ciento, histórico para el estado.

Un año después --octubre de 1995--, en las elecciones de presidentes municipales y diputados al Congreso estatal, el EZLN se abstuvo de participar ante la negativa del gobierno federal de avanzar en las negociaciones de paz en San Andrés Larráinzar. Decisión que tuvo un efecto inmediato en los resultados electorales, ya que el abstencionismo pasó de 35 a 55 por ciento.

Hace dos años, la orden del EZLN de no participar en los comicios cambió el rumbo del nuevo mosaico político que habría de conformarse a partir del 1o. de enero de 1996, fecha en que tomarían posesión los presidentes municipales.

Y esta decisión afectó principalmente al PRD --partido que esperaba ganar en 50 municipios y sólo obtuvo 19-- y benefició en gran medida las aspiraciones del PRI que, según sus pronósticos, daba como perdidos la mitad de los municipios chiapanecos y al final del proceso logró retener más de 80 ayuntamientos.

Impacto negativo

Existen datos que reflejan el impacto negativo que tuvo en los resultados finales la orden del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, que se podría repetir en julio próximo.

San Juan El Bosque es uno de los principales municipios de Los Altos de Chiapas que acataron la orden del EZLN, y hoy tiene un gobierno municipal autónomo que despacha en el edificio de la presidencia municipal, mientras que el gobierno priísta legalmente reconocido trabaja en casas particulares.

De un padrón de 6 mil 521 ciudadanos, sólo 63 sufragaron por el PRD y mil 251 dieron el triunfo al candidato del PRI, con una abstención de 72.4 por ciento.

Esta historia se repitió en San Andrés Larráinzar, sede del diálogo de paz. El candidato del PRI fue reconocido por el Congreso local con 30 por ciento del total de los votos y en este municipio también se integró un gobierno autónomo que tiene en su poder las oficinas del ayuntamiento.

El abstencionismo se hizo presente en Pantelhó, con 80 por ciento; superó el 72 por ciento en Sabanilla, y en Tumbalá, región donde opera el grupo paramilitar Paz y Justicia, llegó a 60 por ciento.

En 1995 el PRI también logró triunfos con mínimas diferencias de votos frente al PRD. Ganó por 30 votos en Acapetahua; con 50 en Tapalapa; 60 votos fue la diferencia en Francisco León; 140 en Villa Comaltitlán, y 600 en Las Margaritas y Comitán, por mencionar algunos.

De lo anterior se desprende que la decisión del EZLN de participar o no en los comicios de julio próximo puede ser fundamental para lograr una mayor afluencia de votantes y reducir los índices de abstencionismo, que va en aumento en Chiapas.

Una decisión contraria a los comicios tendría un efecto inmediato entre milicianos, bases de apoyo, simpatizantes y simples admiradores del EZLN en los distritos 1, 2, 3, 5 y 6, con cabeceras en Palenque, Pichucalco, Ocosingo, San Cristóbal de las Casas y Chiapa de Corzo, respectivamente, y podría provocar que aumentaran los porcentajes de abstencionismo en distritos importantes en donde existe fuerte simpatía por los zapatistas, como el octavo, con cabecera en Comitán, y el décimo, en Motozintla, ubicado éste en la empobrecida Sierra Madre de Chiapas.


El futurismo del grupo en el poder

El núcleo priísta en el poder, conocido como Grupo Comitán, aprovechó la elección de sus candidatos al Congreso de la Unión para consolidar sus aspiraciones de retener la gubernatura en el año 2000. Dos políticos nacidos en Comitán son candidatos a diputados federales y tres más están al frente de las principales instancias del gobierno estatal.

El Grupo Comitán, integrado por gente cercana a Jorge de la Vega Domínguez y que encabeza el gobernador Julio César Ruiz Ferro, intenta consolidar su famoso ``Plan Cositía''. Y para que no exista duda de ello, lograron cerrar el círculo para la sucesión gubernamental cuando Homero Tovilla Cristiani asumió la Secretaría General de Gobierno. Así, el grupo del ex gobernador Jorge de la Vega Domínguez intenta extender su proyecto más allá del año 2000.

El equipo está integrado por Ruiz Ferro en la gubernatura, hombre nacido en Tapachula aunque parte de su vida transcurrió en Comitán; el comiteco Juan Carlos Bonifaz Trujillo como presidente del Congreso local; el propio Tovilla Cristiani como secretario de Gobierno; Juan Carlos Gómez Aranda, ex secretario particular de De la Vega Domínguez y actual candidato a la legislatura federal, y Roberto Fuentes Domínguez, como representante de la Cocopa.

Además, los comitecos han logrado otros avances. Por ejemplo, lograron que Juan Carlos Gómez Aranda, quien radica en el Distrito Federal, fuera candidato por su tierra natal, y colocaron a Roberto Albores Guillén --nacido en Comitán y radicado en la ciudad de México-- para el distrito seis, con cabecera en Chiapa de Corzo.

La elección de los candidatos del PRI refleja, asimismo, el deterioro del partido oficial. El Grupo Comitán hizo y deshizo: en 1995 decidió la mayor parte de las candidaturas priístas a los ayuntamientos, palomeó a los candidatos a diputados locales y ahora intenta obtener para sus allegados la mayoría de las diputaciones federales.

Los abanderados priístas para el 6 de julio son un híbrido de políticos del pasado, que formaron parte de equipos de ex gobernadores chiapanecos como el propio De la Vega Domínguez, Juan Sabines Gutiérrez y Patrocinio González Garrido. (Juan Balboa)