Luis González de Alba
Notas varías sobre sida

Novedades en el NCI

El National Cancer Institute (NCI), donde trabajó hasta hace poco Robert Gallo, uno de los investigadores de primera línea en el terreno del sida, ha sido muy criticado por su manejo de la investigación en torno a nuevas drogas. De ahí que el Instituto haya contratado al biólogo molecular John Coffin, según reporta Jocelyn Kaiser en Science 276, p.667. La integridad de Robert Gallo como investigador fue puesta más que en duda al disputar a Luc Montagnier, del Instituto Pasteur parisino, el descubrimiento del VIH como causa del sida. Coffin conducirá un nuevo proyecto sobre resistencia viral a las drogas, proyecto diseñado para encontrar nuevas estrategias de ataque contra el sida. El programa de Coffin estará enfocado a estudiar la estructura y función de los virus. Reporta la publicación citada que Coffin, experto en retrovirus, como lo es Robert Gallo, informó que ese programa de investigación a su cargo ``no será pequeño'' y que espera que el nuevo programa de ilnvestigación sobre sida se ajuste al desarrollo de drogas que lleva a cabo la industria farmacéutica. Industria que, por cierto, ofrece ya un panorama muy amplio de tratamientos, visto en esta columna.

La integridad en la investigación

Y ya que mencionamos a Robert Gallo, recordemos que fue declarado inocente de fraude científico, pero no así su ayudante, sin fama ni aureola de gran investigador, el pobre Mikulas Popovic, con nombre de inmigrante y fácil presa de la Office of Research Integrity que, como su nombre lo indica, investiga a los investigadores acusados de algún tipo de mala conducta científica, por ejemplo los que no publican sus resultados negativos, los que seleccionan datos favorables a sus teorías o, como en este caso, los que, habiendo recibido un virus enviado por Montagnier desde París solicitando ciertas evaluaciones, luego, eureka, lo descubren en sus propias preparaciones y se adelantan a los franceses en publicar su ``descubrimiento''. Popovic no ha podido trabajar en cuatro años debido a la condena de la Office of Research Integrity, por lo cual ha demandado al gobierno por cinco millones de dólares en daños, pues habiendo apelado contra el veredicto ganó la apelación. En fin, que sobre ese escándalo en el mundo científico todavía no se dice la última palabra. Como quiera que sea, Gallo quedó libre de acusación, aunque no libre de sospecha. En tiempos recientes fundó su propio laboratorio de investigación.

Y Montagnier

También Luc Montagnier, a quien el mundo reconoce ahora como el único descubridor del VIH como causa del sida, acaba de hacer un extraño movimiento: a los 64 años, y próximo a retirarse del Instituto Pasteur, donde aisló el VIH en 1983, acaba de informar que se unirá a empresarios estadunidenses para crear, en Estados Unidos, un instituto de investigación sobre biología molecular y celular, enfocado principalmente al sida. ``No está claro qué pueda hacer allá que no haya sido hecho ya'', dice uno de sus colegas en el Instituto Pasteur, Op. cit. p.672. Sobre todo porque Montagnier ya conduce otros tres proyectos al mismo tiempo. El nuevo centro tiene, para empezar, una donación de 4.5 millones de dólares y la intención de conseguir otros 15 millones del estado de Nueva York y de fuentes privadas. Según Montagnier, el centro contratará a cinco prominentes investigadores y se enfocará, de manera primordial, a encontrar terapias ``que alivien a los pacientes de tener que tratarse cada día durante el resto de sus vidas'', así como a desarrollar una vacuna. El nuevo instituto de Luc Montagnier tardará unos dos años en ser construido.

Nuevo retrovirus

Los investigadores han descubierto un nuevo retrovirus en los babuinos, un tipo de simio. Ese virus fue identificado durante el desarrollo de un proyecto encabezado por el virólogo Jaap Goudsmit, del Academic Medical Center en Amsterdam, proyecto diseñado para encontrar más virus de la inmunodeficiencia simia. Estos virus están ampliamente esparcidos en los monos de Africa, pero no los enferman. Es un virus más, inofensivo, como tantos otros que pueden encontrarse en distintos organismos. Los investigadores se interesan por el proceso que volvió inofensivo al virus de la inmunodeficiencia simia, o VIS, pues algo similar podrían acelerar con el VIH. Es bien conocido el proceso por el cual dos especies, una infectada por otra, acaban por adaptarse mutuamente con el correr de los años. Ocurre así, narrado muy brevemente: cuando al azar de la mutación aparecen linajes de virus menos mortales, éstos resultan beneficiados con la sobrevivencia de su víctima. Los linajes que la matan mueren también con la víctima. Los que no la matan consiguen subsitir más tiempo y pasar más generaciones hacia otros individuos infectables. A su vez, la víctima, al azar de sus propias mutaciones, y con la muerte de sus individuos menos resistentes, también produce individuos más resistentes, que serán invadidos por virus menos dañinos. Así, hasta que se consigue la tregua total y ambas especies sobreviven sin perjuicio. En ocasiones hasta se establecen ayudas mutuas, como ocurre con los microorganismos que pueblan nuestro intestino y a los que llamamos flora intestinal, sin los cuales no conseguimos digerir todos los nutrientes.

Momias de babuino

Pues bien, buscando el mecanismo que hizo a los monos inmunes al VIS, para aplicar ese conocimiento al VIH, los investigadores realizaron una expedición a Saqqara, en Egipto, donde la Necrópolis de Animales Sagrados, tiene abundantes ejemplares de babuinos momificados por los sacerdotes egipcios hace dos mil o más años. Esperaban que una comparación de esas formas antiguas, con formas presentes arrojaría luz sobre el proceso de atenuación del virus, el proceso por el cual el VIS perdió su virulencia. No consiguieron encontrar ADN de babuino, pero de regreso en Holanda, los científicos reportan el hallazgo de un nuevo virus simio. Esto es de gran interés porque retrovirus que no muestran actividad en los animales que los alojan, parecen despertar cuando son transplantados a otra especie, lo cual, by the way, sigue siendo la hipótesis más socorrida acerca de la aparición del VIH, esto es, que fue despertado al ingresar en los primeros organismos humanos infectados.