En la gira presidencial, constantes demandas de cese de la violencia contra indígenas
José Gil Olmos, enviado, Chihuahua, Chih., 30 de mayo Ť Durante una accidentada gira que incluyó el choque del autobús de prensa con el presidencial, representantes de organismos ciudadanos e indígenas exigieron al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León y al gobernador panista Francisco Barrio Terrazas el cese de la represión a los tarahumaras y tepehuanos, quienes ayer regresaron a la sierra con la promesa de que serían solucionados sus problemas históricos de pobreza.
Apenas pisó suelo chihuahuense, en el primer acto celebrado en la polvorienta colonia La Perla, de Ciudad Juárez, el jefe del Ejecutivo federal recibió la primera carta relativa al desalojo violento de los indígenas, ocurrida el pasado 22 de mayo en la capital del estado.
La misiva llegó de manos de la candidata por el Partido Verde Ecologista, María Soledad Bautista Espino, rarámuri del municipio de Guachochi, quien al entregar el documento recibió del Presidente un caluroso saludo para ``echarle ganas a su campaña''.
El asunto no era de campaña, aclaró la tarahumara a los reporteros que se le acercaron, sino acusar al gobernador de estar ``lleno de rencor'' en contra de los suyos.
En la carta se explica: ``El gobierno de Barrio Terrazas gasta mucho dinero del pueblo para anunciar en medios de comunicación que está atento a escuchar a los ciudadanos, pero mis hermanos de raza, tepehuanes y tarahumaras, no son escuchados en sus reclamos de tiempo atrás, y cuando hartos de sordera y olvido se manifiestan son apaleados, humillados, pisoteados y encarcelados''.
La mujer de amplia falda floreada pidió al presidente Zedillo: ``Lo único que pretendo es justicia y solución a los problemas que plantean mis hermanos, a quienes les asiste la razón. Ojalá envíe una persona de su confianza para que le informe el olvido y las mentiras en que nos tiene este gobierno. Sabemos que sus ocupaciones son muchas, pero también es mucho el abuso, las irregularidades y los fraudes que se cometen con los de mi raza y los chabochi (blancos y mestizos) pobres''.
A Barrio Terrazas la candidata ecologista le exigió, en otra misiva, la destitución del procurador estatal Arturo Chávez Chávez y del comandante de la Policía Judicial, Heriberto Lachica Hernández, responsable de la golpiza a los indígenas.
Nerviosismo del Estado Mayor
Zedillo entregó la carta a integrantes del Estado Mayor Presidencial (EMP), visiblemente nerviosos durante la decena de actos en la entidad, y quienes empujaron y jalo-nearon a habitantes y reporteros que se atrevían a acercarse a la figura presidencial.
Al concluir ese acto, en el que más de la mitad de las sillas estuvieron vacías y mediante el cual se firmó un convenio de desarrollo social con una inversión por 304 millones de pesos del gobierno federal, para la satisfacer las necesidades básicas de la entidad norteña, Zedillo visitó el mundo de la tecnología, el de las maquiladores que contratan en su mayoría a mujeres, por su capacidad y dedicación al trabajo de alta tecnología.
En la planta de la compañía holandesa Phillips, el primer mandatario recibió las gracias de los gerentes Pierre Pijs y Mario Piratello por la apertura comercial que les permite producir en esa planta 263 millones de televisores al año, las cuales son exportadas a Latinoamérica y Europa. Zedillo recibió una microcomputadora de manos de los inversionistas holandeses.
Allí, un camarógrafo local que intentó tomar de cerca al Presidente fue desalojado a empellones por el EMP. Ese nerviosismo se repetiría en la colonia Flores Magón, donde los gritos de las mujeres de El Barzón, con la exigencia de ``justicia'' para los rarámuris y tepehuanes golpeados, hicieron que los guardias presidenciales empujaran al reportero Miguel Pérez, de Reforma, cuando intentaba acercarse a escuchar los reclamos.
``¡Te lo advertí! Cuando el general (José Tamayo) dice que te quites, te quitas'', le espetó en la cara un militar al periodista, luego de darle un golpe en el pecho que lo hizo trastabillar. La presencia de más reporteros impidió que otros militares vestidos de civil se llevaran al informador.
El grupo de 50 barzonistas entregó una carta con sus firmas al primer mandatario, en la que exigen se investigue y castigue a los responsables de la represión contra los indígenas y rechazan la política gubernamental en el diálogo de San Andrés Larráinzar, Chiapas.
``Violencia, explotación y represión hacia los grupos indígenas no son hechos aislados en Chihuahua; a todo lo largo y ancho del país se multiplican las denuncias de violaciones a sus derechos (...) forman parte del proyecto neoliberal que amenaza a las etnias del país y Latinoamérica'', se decía en la carta.
La accidentada gira cerró con el choque de los autobuses de prensa y presidencial, en el cual salió lastimado Roberto Barragán, miembro del aparato de logística de Presidencia, y el chofer del primer vehículo.
A bordo del avión presidencial, en plática posterior al accidente con los reporteros, Zedillo recordó que, al transitar por la avenida Tecnológico, el autobús donde viajaba tuvo que frenar porque unas señoras se atravesaron imprudentemente. ``Pasaron como 20 segundos y sentí el golpe, apreté el cuello para no lastimarme'', dijo luego de preguntar a los periodistas cómo estaban.
El autobús en el que viajaban los reporteros no pudo detenerse a tiempo: ante la inminencia de un choque frontal con la parte trasera de la unidad presidencial, una de las camionetas de la escolta del gobernador lo obligó a desplazarse hacia el camellón. A su paso raspó varios automóviles y se llevó un poste, luego de golpear la parte izquierda del autobús presidencial que siguió su rumbo. Al final quedó en medio de la avenida. Por el parabrisas roto salieron los periodistas, que abordaron camionetas para llegar al aeropuerto. Todavía un grupo de ellos estuvo a punto de estrellarse contra un tráiler.
``Espero que sea el último accidente en este sexenio'', dijo Zedillo a los reporteros. ``Qué bueno que no fue en esto'', dijo tocando la estructura de la aeronave. Los reporteros tocaron madera y alguno pensó en voz alta que la gira termina con una viaje en barco el domingo próximo, al celebrarse el Día de la Marina. ``Ojalá no se hunda'', suspiró.