La Jornada 30 de mayo de 1997

ANOTO TRES

Agencias, Madrid, 29 de mayo Ť Hugo Sánchez dijo adiós al futbol como seguro lo había soñado la noche anterior, con tres goles más en su historial e igual número de volteretas de regalo para su afición, que vio así la jubilación deportiva del futbolista mexicano en el partido amistoso que el Real Madrid ganó al París Saint Germain, por 4-1.

La afición madridista, la que celebró sus 251 goles, no faltó a la cita y le brindó un tributo definitivo a Hugo en su partido de despedida, el más importante quizá: el que demuestra que Hugo se ha ganado para siempre un rincón en sus corazones.

El resultado de 4-1 fue lo de menos. Hoy, en este campo del Santiago Bernabeu que tanto exige los resultados, en el que sólo vale la victoria, se dio cita el cariño hacia los ex.

En primer lugar hacia Hugo, quien fue ovacionado al saltar al campo y leyó numerosas pancartas. ``Hugo, nuestro orgullo'', en el fondo norte. ``Hugo, tu 9 fue nuestra gloria'', en el fondo sur, allí donde se sitúan los más incondicionales del Real Madrid y donde hoy ondeó una gran bandera blanca con ese ``nueve'' que se convirtió en sinónimo del mexicano.

Ya antes del comienzo del partido a alguno que otro se le puso la ``piel de gallina''. El Madrid, por encima de todo es una familia, por lo que ni siquiera faltaron las flores para la madre, la esposa y la hija de Hugo Sánchez, y fue su hijo el que se encargó de realizar el saque de honor.

Hugo Sánchez aprovechó la ocasión y demostró que todavía lleva mucho futbol dentro y que su pólvora, a pesar de sus 38 años, aún no está mojada. Su desmarque, su remate y su capacidad goleadora causó asombro en el palco del Madrid, donde se dieron cita las máximas autoridades del club merengue, encabezadas por el presidente Lorenzo Sanz.

El mexicano puso por primera vez el estadio de pie a los 16 minutos, cuando Míchel, otro de los que pisaron por vez última el césped del Bernabeu, le sirvió un balón en bandeja en el segundo palo para el 1-0. Fue la primera voltereta de Hugo, pero cinco minutos más tarde llegó la segunda, tras un centro preciso de Rafael Gordillo; Sánchez se tendió desde el punto penal y volvió a vencer al portero Lama.

El París respondió al 30', con una anotación del panameño César Valdés. César Prates al 47' anotó el 3-1 para el Real Madrid. Al 57' Hugo remató con la cabeza un envío de Míchel y estableció el 4-1.

Cinco minutos antes del final, Hugo dejó el campo de juego. Uno por uno, los jugadores del Madrid se le acercaron y le abrazaron, dándole las gracias por esos tres goles que ampliaron su registro a 254 dianas en 344 partidos, mientras el público coreaba su nombre.

Al final del encuentro se apagaron las luces y se encendió un foco que iluminó a Hugo, quien al son de los mariachis que interpretaron las Golondrinas dio la vuelta olímpica ovacionado por miles de manos. Se proyectó su nombre en el césped. Hugo se quitó la camiseta para regalársela a un aficionado en el fondo sur. Un adiós como se merecía el mejor jugador mexicano de todos los tiempos.

Hugo besó el campo antes de que se le acercaran otra vez sus compañeros, que lo llevaron en andas y de las gradas resonó por última vez el grito de: ``Hugo, Hugo...''.