Llama Castillo ``a desembarazar se de 70 años de imposición y centralismo''
Víctor Ballinas Ť El panista Carlos Castillo Peraza convocó ayer a los ciudadanos del Distrito Federal ``a desembarazarse de 70 años de intolerancia facciosa, de silenciamiento de la sociedad, de apatía ciudadana, de imposición y de centralismo en las decisiones, que pesan aún sobre nosotros y responder a la vocación y llamado del futuro, del nuevo desarrollo''.
Invitó a los capitalinos a dar los primeros pasos en la dirección más promisoria, porque, subrayó, ``nuestros adversarios políticos de siempre, tienen miedo de la nueva cultura de la libertad, del debate, de la tolerancia, de la democracia''.
Al participar en el Foro Internacional sobre Democracia y Desarrollo, organizado por su partido, agregó que sus contrincantes tratan inútilmente de convencer a los ciudadanos de que ``la vieja política del corporativismo, del acarreo masivo, del no debate, del rechazo a la confrontación de ideas, del culto a la personalidad y toda la vieja parafernalia de prácticas políticas obsoletas, puede conservarse en un mundo nuevo que está por nacer''. Castillo Peraza, aspirante al gobierno de la ciudad por Acción Nacional, puntualizó que sus adversarios políticos, esos que quieren conservar prácticas obsoletas, ``están equivocados, la democracia, la libertad, el desarrollo, vienen juntos o no vienen y nosotros estamos comprometidos con que vengan''.
Otros tiempos
Hizo énfasis en que los tiempos actuales son otros; los políticos del caudillismo y la industria pesada, los políticos del socialismo rígido y colectivista, estatista, los grandes timoneles, los líderes heroicos, son dinosaurios que se extinguen en el nuevo horizonte de nuestro tiempo; ``este tiempo es el de otro desarrollo''.
El nuevo desarrollo, enfatizó, se finca en la libre iniciativa de los ciudadanos que habitan, que cohabitan en una atmósfera de participación, de respeto a la libertad y de respeto a la diferencia.
Por la mañana, el candidato panista desayunó con la asamblea de generaciones de la Facultad de Ingeniería. Ahí se le inquirió del porqué sus argumentos o propuestas de campaña, cuando quiso convencer a sus paisanos de Yucatán para que votaran por él, no fueron suficientemente convincentes para lograrlo, y sí cree que ahora sí lo son para convencer a los capitalinos.
Dijo que en una campaña política ``hay infiltrados para provocar''. No hablo siempre, explicó, con personas educadas, correctas, como el gremio de los ingenieros; `` no es así siempre y en esas ocasiones a veces uno tiene que responder con energía. Si lo que luego tienen todos ante los ojos es esa respuesta enérgica, entonces parece que uno sólo eso hace, pero no sólo eso he hecho'', justificó.
También le señalaron que a partir de sus constantes ataques contra Cárdenas, éste ha aumentado en forma evidente su popularidad en todas las encuestas de opinión, y de un tercer lugar en las preferancias de la ciudadanía en el mes de marzo, ahora el candidato del PRD está en un primerísimo lugar y con mucha ventaja sobre ``usted y Del Mazo.
Se piensa, le inquirieron, que eso obedece a un plan o arreglo concertado entre el PAN y el PRD, ¿es esto verdad?
Explicó que cuando fue candidato en 1981 al gobierno de Yucatán, ``fue una campaña, donde hubo balazos, en la que fuimos a la cárcel, en la que se nos presionó enormemente, en la que no había cómo cuidar las casillas en el interior del Estado, y en la que el aparato del fraude electoral existente en el país era inderrotable. Ya no es así''.
Los resultados de esa campaña pertenecen a otra época del país, recordará usted que esto fue en 1981; todavía no se daba aún los reconocimientos de los primeros triunfos del PAN en Chihuahua...''.
De los ataques, dijo, ``yo no me he metido en la vida privada de nadie, no he usado documentos privados de nadie, no me he metido con las opiniones religiosas, con las preferencias sexuales o con la vida íntima de nadie. Yo exhibí un documento público''.