Entró en operación la planta criogénica que fue destruida por una explosión en julio de 96
René Alberto López, corresponsal, Reforma Cactus, Chiapas, 29 de mayo Ť A 10 meses de las explosiones ocurridas en el Centro Procesador de Gas Natural de Cactus, Petróleos Mexicanos (Pemex) puso ayer nuevamente en marcha la planta criogénica número uno, la cual resultó dañada en su totalidad en julio de 1996. Con una ampliación de 100 millones de pies cúbicos diarios --pasó de 500 a 600 millones-- se normalizó ``plenamente'' la operación del sistema de gas natural y de gas LP en el país, informó.
El director general de la paraestatal, Adrián Lajous Vargas, tras realizar hoy un recorrido por las instalaciones, informó que en la reconstrucción se han invertido 126 millones de dólares, dinero pagado por la empresa Asemex, ``que aseguró estos activos''.
Asimismo, en el segundo semestre de este año se tiene previsto invertir unos 30 millones de dólares más en proyectos de seguridad industrial y protección ambiental, y para finales de agosto se concluirá otra planta criogénica en Nuevo Pemex, Tabasco, con capacidad de 600 millones de pies cúbicos diarios.
``Así, prácticamente 13 meses después del accidente de Cactus, Pemex Gas tendrá una capacidad de procesamiento diez por ciento mayor'', aseguró Lajous Vargas.
Calculó que con la entrada en operación de la criogénica número 1 ``se logrará superar la producción de gas LP y gasolinas naturales registrada en junio del año pasado''. Además, la recuperación de líquidos del gas deberá ascender a 210 mil barriles diarios, volumen superior al registrado antes del accidente, puntualizó.
En Cactus, considerado el centro procesador de gas natural más grande del país, se procesaban antes del accidente mil 400 millones de pies cúbicos diarios, cifra equivalente, en ese entonces, a un tercio de la producción nacional.
El 26 de julio de 1996 a las 19:20 horas ocurrieron dos explosiones en la planta criogénica número 1 de esta zona petrolera, ubicada a 45 kilómetros de Villahermosa, Tabasco. La planta 1 quedó destruida y la 2 resultó dañada. A causa de este percance murieron siete trabajadores y más de 30 resultaron heridos.
Lajous Vargas, acompañado del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro; del presidente de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados, Francisco Curi, así como de legisladores federales y del dirigente del sindicato petrolero, recorrió hoy las instalaciones reconstruidas.
En un mensaje que leyó en uno de los salones de la planta, el director general de Pemex se refirió al siniestro: ``Jamás olvidaré el dolor de nuestros trabajadores hospitalizados en Villahermosa y el de las familias de los hombres que perecieron en este horrible accidente''. Antes de este acto se guardó un minuto de silencio por lo muertos.
Lajous Vargas detalló que con los trabajos de reconstrucción se modernizaron equipos e instalaciones de proceso, así como el cuarto de control central y dos cuartos de control satélite, calderas y soportes de tuberías, tres subestaciones eléctricas y una torre de enfriamento, entre otras.
Señaló que la reconstrucción se realizó con base en normas internacionales de seguridad industrial y protección ambiental.
En su informe señaló que al iniciar operaciones en dicha planta ``contaremos con 95 por ciento de la capacidad de proceso de gas húmedo que tenía Pemex Gas antes del accidente. Para junio se tiene programada una producción total de gas seco de 2 mil 450 millones de pies cúbicos diarios, cifra tres por ciento superior a la lograda en junio del año pasado''.
Lajous anunció que a finales de junio se iniciará la construcción de otra planta procesadora de gas natural en Ciudad Pemex, Tabasco, que también tendrá una capacidad de generación de 600 millones de pies cúbicos diarios. Previó que esta nueva planta inciará operaciones en enero de 1999.
Finalmente, dijo que el accidente en Cactus dejó dos ``grandes lecciones'': ``La primera es la necesidad apremiante de un sistema moderno de administración de la seguridad industrial y la protección ambiental. La segunda es la obligación de renovar nuestras instalaciones en forma continua y disciplinada para aprovechar plenamente el capital invertido''.