ASTILLERO Ť Julio Hernández López
Un asociado de Jorge Hank Rhon fungió durante tres años de manera casi secreta como cónsul honorario de Costa Rica en Tijuana.
Alejandro de la Vega Valladolid compartió durante todo ese tiempo diversos negocios con Hank Rhon, entre otros el del Hipódromo Aguacaliente. Versiones costarricenses aseguran que entre otros proyectos hankistas estaba la apertura de un centro de apuestas como el de Tijuana en San José. Hank Rhon visitó en diez ocasiones Costa Rica entre 1991 y 1996, las tres primeras veces con el pasaporte ASD4207 y las siete restantes con el 020003309. El último viaje documentado fue el 28 de marzo de 1996.
De la Vega Valladolid (sin parentesco con Jorge de la Vega, hasta donde fue posible investigar ayer en fuentes familiares del político chiapaneco) fue nombrado cónsul honorario de Costa Rica en febrero de 1992, según el expediente 16.697 de la cancillería de ese país. El nombramiento fue responsabilidad del entonces presidente Rafael Angel Calderón. Según investigó el diario costarricense La Nación, el nombramiento tuvo efectos hasta el 29 de junio de 1995, cuando fue destituido, de acuerdo con Kathya Chacón, vocera de la cancillería.
Como personas que podrían dar buenas referencias de sí, De la Vega Valladolid indicó en su solicitud oficial a la mexicana Gloria Bejarano de Calderón --esposa del entonces presidente de la República e hija del ex gobernador morelense Armando León Bejarano, involucrado en un caso de corrupción de cuyo proceso se libró provisionalmente al amparo de la hospitalidad costarricense--, y a los empresarios Hubert y Roberto Federspiel.
Sin embargo, señala el diario La Nación, al consultar el expediente de De la Vega Valladolid no se encontraron constancias de las tres referencias anteriores sino las de José Fimbres, uno de los hombres más ricos de Baja California (dueño entre otras cosas de la cadena de almacenes Kalimax, de ferreterías Femco y de mayoristas para abarrotes Smart and Final, según reporte del corresponsal Jorge Cornejo), de César Rodríguez Quiroga, director regional de Multibanco Mercantil (hoy Bilbao-Vizcaya-Probursa) y Adrián Orozco Cárdenas, director de plaza del banco Bancrecer.
Las fuentes consultadas en Baja California negaron conocer en De la Vega Valladolid la condición de cónsul honorario de Costa Rica. En cambio, todo mundo sabe que fue presidente del centro empresarial, coinversionista del hotel Camino Real, de Tijuana, y presidente del patronato pro construcción de la nueva Catedral de esta ciudad fronteriza. Se asegura además que es gran amigo del actual obispo Rafael Romo Muñoz, cuyo antecesor, Carlos Emilio Berlié, hoy oficiante en Mérida, fue el contacto entre los Arellano Félix y Girolamo Prigione para que se entrevistaran.
Exportador de legumbres cultivadas en el valle de San Quintín y constructor del superexclusivo fraccionamiento Puerta de Hierro, a espaldas del hipódromo de Hank Rhon, a De la Vega Valladolid se le consideró como ejecutor minoritario y subordinado de las decisiones del primero hasta el rompimiento entre ambos por razones personales.
Carpetazo al asunto Carlos Hank
Mientras tanto, los gobiernos costarricense y mexicano despliegan las artes de la diplomacia para dar por concluido el episodio de la injerencia de Carlos Hank González en la política interna de la nación centroamericana.
Para el gobierno mexicano no hay materia para actuar contra Carlos Hank González, de tal manera que se pretende que todo cuanto ha sucedido a raíz de la visita de los dirigentes y el candidato socialcristiano a la famosa hacienda del estado de México, quede en una mera escaramuza periodística.
Ayer mismo, el gobierno costarricense adoptó la actitud de eludir la confrontación con el mexicano y de suavizar los términos originales de su exigencia de investigación de Carlos Hank.
El virtual candidato del Partido Liberación Nacional, José Miguel Corrales, en cuyo favor se volcó el aparato político y gubernamental para aprovechar el desliz socialcristiano y reducir la ventaja estadística que llevaba Miguel Angel Rodríguez, estuvo anoche en la embajada mexicana para poner punto final al incidente.
Hoy, el embajador de México, José Rafael Castelazo y de los Angeles --quien entregó sus cartas credenciales apenas el miércoles de la semana pasada en Costa Rica, donde veinte años atrás otro mexicano, José Castelazo Ayala, fue acusado de formar parte de un equipo de alquimistas enviado para ayudar a Luis Alberto Monge-- visitará la finca denominada Lucha sin fin, que fue propiedad del tres veces presidente José Figueres, padre del actual mandatario, como un acto de buena voluntad en abono del fin de hostilidades.
El mismo embajador Castelazo --que fue delegado del DDF en Iztacalco y ha dejado su diputación federal para ir a San José-- declaró ante periodistas en Costa Rica que México siempre buscará sumar, sumarse y multiplicar, y nunca restar ni mucho menos dividir.
Luego, Castelazo puntualiza que ``siguiendo un procedimiento heterodoxo, por llamarlo de alguna manera'', la Procuraduría costarricense ``se dirigió directamente'' a su similar de México para pedir información ``sobre el anfitrión mexicano que recibió en su propiedad a sus invitados costarricenses''.
Y, aun cuando la cancillería del país centroamericano ``me informó el día de ayer no haber recibido comunicación para en su caso intervenir, la cancillería mexicana sí lo hizo a petición de la Procuraduría General de la República'', instancia que habría dado instrucciones al embajador mexicano para ``contestar formalmente'' a la Procuraduría de Costa Rica sobre su petición.
La respuesta es sencilla: el profesor Carlos Hank González no tiene averiguación previa en su contra ni proceso legal en curso.
Así de sencillo.
Pero la inquietud y el escándalo continúan más allá de los arreglos cupulares gubernamentales. Los dos virtuales precandidatos a la presidencia, cada cual por su lado, se han dirigido a sus coterráneos en cadena nacional de radio y televisión para dar su versión de la visita a Carlos Hank y su interpretación de las consecuencias previsibles.
Y un nombre comienza a ganarse su lugar en las investigaciones periodísticas: Carlos Cabal Peniche, con sus inversiones en plantaciones de piña y plátano en Costa Rica y su relación con varios de los mexicanos ``anfitriones''.
Pero, mientras tanto, no ha lugar a acción legal ninguna contra el hoy muy famoso en Costa Rica, profesor Hank González.