La Jornada martes 27 de mayo de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Hank: un producto transnacional

Carlos Hank González estaría en vías de causar la derrota electoral de sus candidatos favoritos y de ser investigado como narcotraficante... pero en Costa Rica.

El nuevo escándalo del político y empresario mexiquense se produjo luego que el jueves de la semana pasada, en su edición nocturna, el canal 4 de San José dio a conocer el viaje de varios importantes políticos costarricenses a la hacienda de Hank González en Santiago Tianguistengo, en el estado de México.

Los viajeros fueron Miguel Angel Rodríguez, virtual candidato del opositor Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rolando Laclé, director de proyección política de la campaña de Rodríguez, Rafael Angel Calderón Founier, ex presidente de la nación centroamericana, y Roberto Rojas, ex ministro de Comercio Exterior.

El transporte aéreo y la estadía en México de los cuatro políticos, y tres esposas, corrió a cargo de Hank, según confirmó Giannina Segnini, redactora del diario La Nación que ha dado especial seguimiento al asunto. De San José a Toluca, el viaje se hizo a bordo de la aeronave mexicana XA-FNY, cuyo permiso de aterrizaje fue gestionado por la línea Taesa. De regreso, el avión utilizado fue el XA-RGB, registrado a nombre de Maseca, propiedad de Roberto González Barrera, consuegro de Hank y dueño en Costa Rica de la empresa Demasa.

El episodio ha generado una tempestad en la política costarricense que se enfila hacia las elecciones de febrero de 1998 con dos virtuales candidatos: el citado Miguel Angel Rodríguez, que en una encuesta reciente llevaría diez puntos porcentuales de ventaja sobre José Miguel Corrales, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN).

Capo de capos

Ya en su cierre de campaña interna, en busca de la postulación de su partido, Corrales dirigió, entre otros, los siguientes mensajes referidos a la citada reunión:

``Se desplazaron en medio de la noche, secretamente, a hablar con el capo de capos... daremos hasta la última gota de sangre para detener a esta camarilla de narcotraficantes''...

El asunto no quedó, sin embargo, en la mera declaración de acto político. Ayer, tres de siete diputados costarricenses facultados para abrir investigaciones respecto a casos de narcotráfico, expresaron su asentimiento para que se estudie el asunto a pesar de que oficialmente no existe ningún documento que involucre a Hank en esas actividades, pero sabedores de las múltiples menciones de la prensa estadunidense en ese sentido, la más reciente de las cuales fue la del Washington Post en relación con el uso de la Conasupo como instrumento de narcotráfico. De los cuatro diputados restantes no se conoce su opinión en cuanto no fueron localizados ayer en sus oficinas.

Además, diversos legisladores y políticos expresaron su preocupación por la posible influencia negativa de grupos políticos mexicanos en la vida pública costarricense. La Nación publicó inclusive un editorial titulado ``Peligrosas conexiones'', en el que se califica a Hank como ``personaje sombrío y poderoso, investigado y temido de la política mexicana'', dueño de un ``abultado expediente''. En ese texto se advierte el riesgo de que la visita de los centroamericanos buscara ayuda financiera para la campaña política.

El enredo se complicó aún más cuando los implicados pretendieron encontrar salidas ingenuas. El precandidato Rodríguez dijo que la visita fue organizada por el ex presidente Calderón y que el propósito era fortalecer la relación comercial para cuando llegasen al poder. También hizo una aclaración incómoda, pues dijo que en efecto tenía cierta noticia de acusaciones contra Hank por corrupción, pero no por narcotráfico y, en esos casos, dijo, ``hay una diferencia''.

Los reflectores puestos sobre Hank arrojaron otros datos, como el hecho de que el año pasado viajó tres veces a San José, y uno de sus hijos, en una ocasión. Ese hijo tendría interés en abrir un hipódromo en aquella capital.

También se conoció que una enrarecida maniobra para adjudicar la rehabilitación de la carretera Bernardo Soto fue ganada por Tribasa --empresa en la que Carlos Hank Rhon tiene fuerte presencia-- en alianza con dos empresas locales, y que bajo el amparo de Ernesto Enríquez, amigo de Hank, esta familia es propietaria de plantaciones de piña en San Carlos, al norte de Costa Rica.

Frente al escándalo, el presidente del PUSC, Abel Pacheco, renunció, aunque luego fue convencido por el precandidato Rodríguez de permanecer en el cargo. Ahora será este precandidato el que pagará el costo político de sus amistades peligrosas y de sus viajes sospechosos.

En fin, no en todos lados puede ganar el grupo Atlacomulco. O, dicho de otra manera, pareciera que ahora comienza a perder en algunos...

Mercenarios en el periodismo priísta

Abraham García Ibarra es un periodista respetado y reconocido, cuyas convicciones políticas e ideológicas han estado presentes sin quebranto a lo largo de su tarea profesional y de sus incursiones en el quehacer del partido al que pertenece, el Revolucionario Institucional. Desde junio de 1990 se incorporó al equipo de La República, el órgano de difusión priísta que recibió un especial impulso bajo la presidencia de Luis Donaldo Colosio y la dirección de Raúl Moreno Wonchee, cargo este que finalmente asumió Abraham.

Sin embargo, desde cuatro meses atrás, García Ibarra ha tomado nota de una serie de circunstancias que le han llevado a solicitar la intervención de Vicente Fuentes Díaz, el presidente de la comisión de honor y justicia del PRI.

Según la denuncia del caso, desde la designación del diputado tabasqueño Oscar Cantón Zetina como coordinador nacional editorial del PRI, a cuyo ámbito de mando fue adscrita La República, se configuró ``una especie de privatización'' de esa revista.

Además de privar ``arbitrariamente'' de ese foro a una comunidad de más de 60 colaboradores que fueron desplazados irrespetuosamente, la confección de La República ``ha sido puesta en manos de una facción de mercenarios del oficio periodístico''.

Ese grupo de mercenarios, agrega el denunciante, ha sustituido a anteriores colaboradores de una manera ``insultante y vejatoria''. Luego, los materiales elaborados por García Ibarra, quien es el director de la revista, no se publican e inclusive se destruyó y tiró su archivo personal, ``reunido y sistematizado durante más de 30 años''.

García Ibarra da cuenta de otras arbitrariedades y recuerda que el propio Esteban Moctezuma Barragán pidió el retiro de su nombre del directorio de la revista al no compartir la hechura ordenada en la época correspondiente a Cantón Zetina.

El asunto es delicado y sobre él demanda García Ibarra que se pronuncie la citada comisión de honor y justicia.

Cabe recordar la polémica generada en esta época por el uso de montajes fotográficos y términos despectivos contra militantes y directivos de partidos contrarios al priísta, sobre todo en los casos de Felipe Calderón, al que disfrazaron de nazi, y de Andrés Manuel López Obrador, al que dispusieron como pepenador político.

Astillas: Ernesto Gil Elorduy dejó la secretaría ejecutiva del Consejo Nacional de Seguridad Pública pues, según la versión oficial, prefirió irse de secretario de educación a Hidalgo con Jesús Murillo Karam. En esa misma área, antes Emilio Chuayffet removió a Juan Ramiro Robledo, quien era subsecretario en esa materia, pues, según el dicho de ese momento, prefirió reintegrarse a sus funciones como senador... Basta leer las declaraciones de Francisco González, el candidato a gobernador del DF por el Partido del Trabajo, tan laudatorias para Cárdenas y negativas para Del Mazo, para preguntarse si será cierta la versión de que don Francisco estaría por renunciar a su candidatura para apoyar al PRD.