Chocan militares y EPR en Guerrero; 2 muertos por bando
Raúl García, corresponsal, Chilpancingo, Gro., 24 de mayo Ť Dos sargentos del Ejército Mexicano y dos miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR) perecieron hoy en un enfrentamiento que se produjo en las inmediaciones de la carretera Chilpancingo-Tlapa, entre las poblaciones de Tepozonalco y Petatlán, municipio de Chilapa. Por lo menos otros tres militares del 93 Batallón de Infantería resultaron heridos.
La versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), emitida a través de un comunicado de la novena Región Militar, con sede en Acapulco, asegura que los soldados ``fueron emboscados por individuos armados'', aunque testimonios de algunos pasajeros de autobuses indican que un grupo de eperristas realizaba un retén propagandístico cuando fueron sorprendidos por el Ejército Mexicano.
Una fuente oficial, por su parte, aseveró que en el choque armado no hubo sólo tres militares heridos, sino diez, cuatro de ellos supuestamente en estado de gravedad. Agregó que en un sitio conocido como Puerto Tanque Chapopote, los soldados, que venían de Tlapa hacia la capital del estado donde están las instalaciones de la 35 Zona Militar, en las tanquetas 0893272 y 0893274, así como en dos vehículos Hummer, se encontraron con los guerrilleros, aunque no supo precisar si se trató de una emboscada o si se toparon con ellos en el presunto retén.
La Sedena informa que los hechos sucedieron a las 3:15 de la tarde, cuando personal del Hospital Militar Regional, ``apoyado por elementos del 93 Batallón de Infantería que se reincorporaban a Chilpancingo después de haber auxiliado a la población civil en la región de Olinalá (en La Montaña), con motivo de una granizada, donde se atendió a 250 damnificados, fueron emboscados por individuos armados''.
En su boletín oficial, el Ejército Mexicano informa que fallecieron el sargento primero de Sanidad, Santos Avila Solano, y el sargento segundo de Infantería, Juan Villa Avilés, y que hubo tres médicos militares heridos.
Añade que, ``al repeler la agresión, el personal de apoyo ocasionó la baja de dos agresores, quienes vestían camisola verde olivo, pantalón color café y botas tipo militar, uno de ellos con capucha negra, asegurándose dos armas largas AK-47 con las siglas EPR''.
La noticia empezó a circular luego de que un taxista de la ruta Chilapa-Tlapa logró captar en su radio de banda civil el mensaje de un agente judicial que viajaba en un autobús de pasajeros rumbo a Tlapa, quien comunicaba a sus superiores: ``Los están acabando''. Según el taxista, el policía judicial del estado dijo por radio que los eperristas estaban distribuyendo propaganda a los automovilistas en un retén.
Más tarde, el policía preventivo de guardia en Chilapa, Francisco de Ramona Bello, confirmó que hubo un enfrentamiento y que se hablaba de cinco muertos y varios heridos, aunque aclaró que sólo dos de esas muertes ``son seguras''. Dijo que alrededor de las cinco de la tarde se trasladó al sitio del choque el comandante de la Preventiva, Crisóstomo Juan Díaz Montalvo, y que iban también dos ambulancias.
En la Policía Judicial del estado destacamentada en Tlapa, un agente de guardia informó que un grupo de elementos, encabezado por el comandante Humberto Velázquez, se incorporó a las tareas de persecución de los guerrilleros, al tiempo que en Chilpancingo hubo una intensa movilización de helicópteros.
Otro de los pasajeros que transitaban en autobús hacia Tlapa informó a un reportero de esa ciudad de la región de La Montaña que el EPR instaló un retén entre Tepozonalco y Petatlán, en el que detenían a los vehículos para repartir propaganda.
En la carretera Chilpancingo-Tlapa, el grupo armado realizó su primera emboscada al Ejército Mexicano, el 16 de julio de 1996, apenas 18 días después de que se dio a conocer públicamente, cuando irrumpió el 28 de junio en la ceremonia luctuosa del primer aniversario de la matanza de Aguas Blancas. En aquella ocasión, en el punto conocido como El Ahuejote, municipio de Tixtla, la Sedena dijo que sólo hubo un herido, pero el EPR aseguró que ocasionó cinco bajas al Ejército Mexicano.