La Jornada 25 de mayo de 1997

El mexiquense ``representa a CSG, Córdoba y Zedillo'', señala el ingeniero

Alonso Urrutia Ť ``La historia nos ha dado la razón...''.

Zócalo, 21 de marzo de 1997. Discurso de arranque de campaña. Cárdenas enfatiza sus diferencias con Carlos Salinas: ``El PRD no cedió ni claudicó ante el acoso y advirtió los riesgos que corría el país de persistirse en la depredación salinista''.

Con el antisalinismo como uno de sus principales capitales políticos, Cuauhtémoc Cárdenas enfrenta una nueva campaña electoral. Esta vez, en pos de la jefatura de gobierno del Distrito Federal, la entidad que hasta ahora tiene ``el régimen político más autoritario'', como lo ha definido el perredista.

En este 1997, Cárdenas Solórzano cumplirá diez años de su primera incursión electoral desde la oposición, contra el régimen, en lo que marcó el desgajamiento político más importante del Partido Revolucionario Institucional.

Nacido el mismo año en que su padre, el general Lázaro Cárdenas, asumía la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas vivió parte de su niñez, en las entrañas del poder, en la época de mayor auge de la Revolución Mexicana.

Años después, bajo el régimen de José López Portillo, Cuauhtémoc Cárdenas fungió como subsecretario Forestal y de la Fauna, en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Posteriormente, gobernador de Michoacán donde hacia el final del periodo ya se anticipaba la ruptura con la creación de la Corriente Democrática que formó con Porfirio Muñoz Ledo y otros militantes del PRI.

``La Corriente Democrática --decía entonces Cárdenas-- surge en el partido oficial y le da voz a una inconformidad muy amplia y generalizada en la República; inconformidad por el deterioro de la situación económica; de los niveles de vida; por la entrega del país a intereses extranjeros; la vulneración que se hace de la soberanía; las desviaciones de las líneas revolucionarias, de las políticas nacionalistas, democráticas, populares''.

Era el preámbulo de la ruptura, el origen de su trayectoria opositora al régimen que tendría su expresión más clara en el sexenio de Carlos Salinas, periodo de confrontación continua, desde la presidencia del nuevo partido, el PRD, o como candidato a la Presidencia de la República en 1994.

Condiciones muy diferentes

Hoy, aun al interior del PRD se reconocen que las condiciones son muy diferentes. La nueva incursión política para alcanzar la jefatura de gobierno ya no tiene el entorno de una hostilidad tan marcada que caracterizó las relaciones entre el régimen y el PRD, señalan miembros del equipo de campaña del propio Cárdenas.

Otros factores han confluido en el ascenso que reportan las encuestas en las preferencias electorales en favor de Cuauhtémoc Cárdenas. De entrada, el proceso de selección interno que involucró a 93 mil votantes captó la atención de los medios de comunicación electrónicos y que involucraba en la contienda a dos de los principales líderes perredistas: Cárdenas y Muñoz Ledo.

Por primera vez la cobertura de los procesos internos fue muy extendida, ``a la espera de la confrontación que presuntamente se daría al interior del PRD y que desgajaría al partido. No fue el caso y ello permitió mostrar al partido en sus discusiones y procesos internos tal como es, sin las distorsiones de antaño'', valoran miembros del equipo de campaña.

En medio de las mutuas acusaciones del PRI y el PAN sobre el pasado salinista que involucró a ambos, las preferencias electorales de Cárdenas han continuado la tendencia ascendente, a pesar de las imputaciones que le hiciera el panista Carlos Castillo Peraza sobre la presunta venta ilícita de terrenos en Playa Eréndira cuando era goberndor de Michoacán.

Una nueva imagen de un candidato sonriente es expresión de los cambios sustanciales en la campaña perredista que hoy tiene difusión incluso por la televisora que por años le cerró las puertas y fue vanguardia en las críticas al perredista.

Para los miembros del comité de campaña no hay nueva imagen ni nuevas actitudes, simplemente una difusión mas objetiva de Cárdenas. ``Ahora sí lo dejan moverse en televisión y la gente descubre que Cárdenas sonríe, que Cárdenas no es sólo el rostro adusto que siempre se proyectaba''. Con las encuestas a su favor, Cárdenas llega hoy al debate con el priísta Alfredo del Mazo, ``el candidato del régimen de Estado'', como lo define.