La Jornada 25 de mayo de 1997

Zedillo: que diga la oposición cómo piensa cumplir sus promesas

Roberto Garduño E. y Antonio Vázquez Ť De nuevo, frente a lo que llamó la propaganda política basada en el ataque al gobierno, el presidente Ernesto Zedillo expuso con dureza que demandará a los partidos de oposición que, en ejercicio ``de la verdad y la tolerancia'', digan a la ciudadanía cómo materializarán sus promesas:

``No me privaré de mi derecho a decirle a todos los partidos políticos, sin excepción, que es su responsabilidad decirle al pueblo con toda claridad las propuestas y los medios para lograr lo que prometen, decirles qué, pero también decir cómo''.

En el Teatro Ferrocarrilero, donde los trabajadores afiliados a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) celebraron ayer su 45 Convención Nacional, el mandatario leyó un discurso de tonos elevados, pues dio la razón a la ciudadanía, ``a la que pretenden engañarla con promesas que no son realizables''.

La lectura fue pausada y con matices de polémica política. A continuación, el texto íntegro del discurso presidencial.

Con mucho gusto vengo a reunirme con hombres y mujeres que tienen una firme tradición de lucha: vengo a reunirme con las trabajadoras y con los trabajadores de una gran confederación; de una confederación que ha estado presente durante ocho décadas en las luchas del movimiento obrero; de una confederación que ha cumplido su parte en las conquistas de los obreros mexicanos. Por eso con gran emoción he querido celebrar con ustedes el 79 aniversario de esta gran confederación, la Confederación Regional Obrera Mexicana.

Quiero compartir este aniversario con los trabajadores cromistas que hoy, como ayer, le están cumpliendo a México; quiero compartir este aniversario con las trabajadoras cromistas que están ganando el lugar que merece la mujer mexicana. También quiero compartir los 79 años de esta gran confederación con los jóvenes cromistas, los jóvenes que son la fibra de hoy, el empuje de México, la realidad de ese futuro que entre todos estamos construyendo.

Todos ustedes son la fuerza de la CROM y son una fuerza fundamental en la alianza entre el movimiento obrero y el Estado mexicano, porque desde sus orígenes -hace casi 80 años- los cromistas y el Estado mexicano han luchado hombro con hombro, y ahora también la CROM y el Estado mexicano están juntos en las luchas de nuestro presente y de nuestro futuro.

Juntos, con gran esfuerzo y con gran sacrificio de los trabajadores, estamos logrando la recuperación de nuestra economía, esa recuperación contra la que apostaban los pesimistas, los que no creen en la capacidad de los trabajadores mexicanos.

Hoy esa recuperación tenemos que afianzarla en todos los sectores, en todas las regiones y lo haremos con el esfuerzo de ustedes, lo haremos con el esfuerzo de los trabajadores, el esfuerzo de los mexicanos que sí han creído en las capacidades de los mexicanos, de los trabajadores que sí creen en México.

Hoy la economía mexicana está comenzando a crecer, y muy pronto ese crecimiento deberá reflejarse en mejores condiciones de vida para los trabajadores mexicanos. El propósito principal que nos fijamos, el de proteger los empleos y crear lo más pronto posible nuevas fuentes de trabajo, comienza a cumplirse. En comparación con julio de 1995, cuando se había acumulado una pérdida de 500 mil empleos, ahora se han generado más de un millón cien mil empleos.

Gracias al rumbo que hemos seguido y gracias, sobre todo, al esfuerzo de los mexicanos, estamos construyendo una economía fuerte, una economía que crezca y no se achique. Con el esfuerzo de los mexicanos estamos construyendo una economía fuerte que sea base sólida para obtener mejores ingresos; buenos ingresos que alcancen bien para cubrir las necesidades de las familias trabajadoras. Estamos decididos a construir una economía fuerte donde la inflación no se coma los salarios de los trabajadores. Por eso, con gran energía, vamos a seguir en nuestra lucha contra la inflación.

Vamos a perseverar en nuestro rumbo hasta que los frutos de una economía fuerte estén en los bolsillos y en la mesa de los trabajadores, y también vamos a perseverar al lado de los trabajadores y las trabajadoras en la transformación de las instituciones que son fundamentales para ustedes y para todos los mexicanos, instituciones como el Infonavit y el Seguro Social.

Con la participación de las organizaciones obreras, como la CROM, estamos mejorando la operación del Infonavit, para que los trabajadores tengan más y mejores oportunidades de adquirir una vivienda digna para su familia. Ese es mi compromiso. Ustedes tienen mi palabra de que en este gobierno habrá más viviendas para los trabajadores.

También con la participación de las organizaciones obreras, estamos realizando la reforma del Seguro Social, esa gran institución que es patrimonio de los trabajadores mexicanos. Se trata de una reforma impostergable; si no hubiésemos emprendido esa reforma, el Seguro Social habría ido a la quiebra, sus servicios se habrían recortado en perjuicio de la salud y la protección social de los trabajadores; en cambio, la reforma va a dar clara y firme viabilidad financiera a la institución. La reforma permitirá que en el futuro las pensiones de los trabajadores tengan la dignidad que merecen después de una vida de trabajo y de aportaciones al seguro.

Gracias a la reforma, las mujeres trabajadoras contarán con más y mejores guarderías, para que se vayan tranquilas al trabajo sabiendo que dejan a sus hijos en buenas manos. Gracias a la reforma, ustedes y sus hijos contarán con mejores servicios médicos. Gracias a la reforma, México contará con un más sólido ahorro interno que nos haga menos dependientes del ahorro externo, que nos permita financiar el crecimiento y también contar con recursos para atender rezagos y carencias.

La transformación del Seguro Social prueba que no importa la edad de las instituciones, sino su capacidad para servir mejor, y esa capacidad claro que la tienen las instituciones que los mexicanos hemos construido con nuestro esfuerzo y nuestra constancia.

Las instituciones de México tienen esa capacidad de transformación y de avance, porque esa capacidad la tenemos sobradamente los mexicanos. Con esa gran capacidad de los mexicanos también vamos a perseverar en las políticas que apoyen más a las personas y a la familia, sobre todo a los más pobres, a los más necesitados.

Por eso, este año estamos dedicando cerca del 60 por ciento del presupuesto programado a las políticas de apoyo social. Estamos gastando más en educación, en salud, en nutrición, en vivienda, en agua potable y drenaje, en desarrollo para el campo y en caminos.

También estamos gastando una mayor parte del presupuesto para proteger el medio ambiente y combatir la contaminación.

Hemos iniciado profundas reformas para que haya más seguridad pública, porque ésta es una de las demandas más sentidas de la población, y en especial de los trabajadores.

Ustedes saben que no es una tarea fácil, se trata de un problema que arrastra muchos vicios y muchas deformaciones, pero estamos decididos a avanzar firmemente.

Porque queremos un México de leyes, en el que las leyes se apliquen igual para todos.

Porque queremos un México sin privilegios ni influencias.

Porque queremos un México sin impunidad y sin corrupción.

Vamos a seguir combatiendo la corrupción, que indigna a todos los mexicanos, como sé que indigna a todos los trabajadores de la CROM.

Estamos cambiando para que el gobierno funcione siempre de manera más eficaz y con honestidad. Para poder enorgullecernos de tener un buen gobierno. Por eso, al gobierno es al primero que le interesa el fortalecimiento de nuestra democracia, y el gobierno es el que ha tomado la iniciativa para que México viva una plena democracia.

Una condición fundamental para consolidar la democracia es actuar con la verdad, hablar con la verdad, competir por la confianza ciudadana, siempre con la verdad.

Un aspecto fundamental de la democracia es no mentirle a la ciudadanía, no hacer demagogia con falsas promesas. La ciudadanía tiene toda la razón al desconfiar de quienes pretenden engañarla con promesas que no son realizables.

Ustedes tienen la razón de no creer a quienes antes sólo tenían protestas, y ahora sólo tienen promesas.

Ustedes tienen toda la razón en dudar de quienes nunca han puesto en claro sus propuestas para cumplir sus promesas. De los que dicen qué; pero nunca no dicen cómo.

Los mexicanos no queremos promesas fáciles.

Los mexicanos queremos buenas propuestas.

Eso es lo que México necesita, propuestas para construir un México próspero y justo, justo para el campesino y para el obrero. Justo para los jóvenes y los ancianos. Justo para las mujeres y para los niños.

Propuestas para fortalecer de verdad nuestra vida democrática, y la democracia empieza, compañeras y compañeros, con el ejercicio de la verdad y de la tolerancia.

Faltan a la verdad y a la tolerancia quienes hoy basan su propaganda política en atacar al gobierno, a lo cual -por cierto- tienen todo el derecho, y yo respeto ese derecho. Pero al mismo tiempo exigen al gobierno que calle frente a sus ataques.

Faltan a la verdad y a la tolerancia quienes piden civilidad en la contienda política, en la cual yo creo y practico, pero al mismo tiempo reparten panfletos anónimos de propaganda política con insultos y con calumnias.

Faltan a la verdad y a la tolerancia quienes reclaman y ejercen sin cortapisa su libertad de expresión, la cual para mí será siempre sagrada, pero al mismo tiempo pretenden que otros -incluyendo al Presidente de la República- no ejerzan esa misma libertad de expresión.

He trabajado con todas mis fuerzas y con toda mi voluntad para lograr la reforma que ha hecho posible que México viva hoy un proceso democrático sin precedente por su intensidad, por su pluralismo y por la equidad en la competencia política.

Frente a ustedes, amigos de la CROM, hoy reitero que todos, absolutamente todos, somos responsables de afianzar nuestra vida democrática; que yo seguiré actuando de conformidad con lo que establece la ley, realizando con imparcialidad y transparencia las acciones de gobierno; que cumpliré sin regateos la parte que me corresponde en la construcción de la democracia que los mexicanos queremos; pero con igual convicción rechazaré la pretensión de que el gobierno se autocensure frente a la propaganda política basada en el ataque al gobierno. Igualmente, no me privaré de mi derecho de decirles a todos los partidos políticos, sin excepción, que es su responsabilidad decirle al pueblo con toda claridad las propuestas y los medios para lograr lo que prometen, decirles qué, pero también decir cómo.

Compañeras y compañeros de la CROM:

Los mexicanos estamos probando que somos capaces de salir adelante; estamos saliendo adelante con unidad, con esfuerzo, con perseverancia. Que no nos engañen los que quieren hacernos creer que no avanzamos, que no somos capaces de resolver nuestras dificultades; para enfrentarlas el pueblo tiene instituciones sólidas y tiene organizaciones fuertes.

Los trabajadores tienen a sus sindicatos, que no nos engañen quienes dicen que los sindicatos son contrarios al progreso y al avance del país. El país fuerte que queremos necesita sindicatos fuertes; el país fuerte que queremos necesita sindicatos respetados por el gobierno y respetados por los empresarios. Sindicatos que representen plenamente y defiendan a los trabajadores; sindicatos que defiendan los intereses de cada gremio, de cada trabajador; pero también sindicatos que defiendan, por encima de todo, los intereses superiores de la nación. Sindicatos como los que se agrupan bajo la bandera de la CROM, que serán decisivos para nuestro futuro porque abanderan la unidad para el cambio y el cambio para la unidad.

La fuerza de México está en la unidad que mantenemos en torno a los valores de nuestra historia; la fuerza de México está en la unidad con que defendemos los principios de soberanía, libertad, justicia social, democracia y fortaleza económica. La fuerza de México está en la unidad con que enfrentamos nuestros retos y superamos nuestros problemas. Nuestra fuerza también está en la alianza histórica entre el Estado mexicano y la clase trabajadora.

Por eso, me llena de orgullo comprobar hoy que ustedes, los trabajadores de la CROM, siguen siendo aliados del gobierno para construir un México mejor. Con nuestra alianza vamos a seguir avanzando unidos; trabajando cada día por los trabajadores, por sus familias y por México.

Ese es mi compromiso con los trabajadores de la CROM. Y sé bien que ése también es el compromiso de todos ustedes con México

Por eso, al declarar inaugurada la 45 Convención Nacional de la Confederación Regional Obrero Mexicana, sé que aquí se trabajará por el movimiento obrero, por nuestra alianza histórica y por el futuro de México.

¡Que viva México!