Preso, ex jefe del INCD; habría secuestrado al narco Hodoyán
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 21 de mayo Ť La Procuraduría General de la República detuvo desde marzo pasado a Ignacio Weber Rodríguez, ex coordinador de Inteligencia en esta región del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), como responsable del secuestro y desaparición del presunto narcotraficante Alejandro Hodoyán Palacios, ocurrido el pasado 5 de marzo en esta ciudad.
Según una fuente de la dependencia, Weber Rodríguez enfrenta también un proceso por supuesta complicidad con José de Jesús Gutiérrez Rebollo, el general encarcelado en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez por su presunta complicidad con Amado Carrillo Fuentes, capo del cártel de Ciudad Juárez.
Fuentes de la PGR confirmaron a La Jornada que el 11 de marzo pasado, el funcionario fue llamado a la capital mexicana luego de ser señalado como uno de los hombres armados que participaron en la detención ilegal de Hodoyán Palacios, vinculado por el INCD con el cártel de los hermanos Arellano Félix, jefes del cártel de Tijuana. Ahí se le decretó arraigo domiciliario en una habitación del hotel Edison, ubicado en las inmediaciones del INCD.
Testigos del secuestro de Hodoyán Palacios identificaron en ese lugar a Weber Rodríguez como uno de los sujetos que vigiló la propiedad de la familia Hodoyán en el municipio conurbado de Playas de Rosarito y que luego lo detuvo en el estacionamiento de un edificio de oficinas ubicado sobre el bulevar Agua Caliente de esta ciudad.
Antes de ingresar al INCD, Weber se desempeñó como comandante de la Policía Judicial del Estado en Chihuahua y habría sido entonces cuando tuvo contacto con el cártel de Ciudad Juárez, luego fue llamado a colaborar en la central de inteligencia del INCD cuando fungía como coordinador de esa central Francisco Javier Molina Ruiz.
A la llegada de Gutiérrez Rebollo al INCD, Weber Rodríguez fue ratificado en su puesto y estableció una estrecha relación con el general arrestado en febrero de este año por sus comprobados nexos con Carrillo Fuentes.
Entre ambos se dedicaron a recabar información estratégica sobre las operaciones del cártel de Tijuana y en más de una ocasión recurrieron al secuestro y la intervención ilegal de líneas telefónicas para tales propósitos, confirmó un ex agente al servicio de Weber consultado por este medio.
Tanto Weber como Gutiérrez Rebollo conocían el paradero de Hodoyán Palacios cuando en septiembre de 1996 los familiares de éste en esta ciudad reportaron por primera vez su desaparición, luego, a finales de febrero y principios de marzo, cuando Hodoyán fue liberado tras medio año de cautiverio ilegal, redactó un testimonio notariado, del cual tiene copia La Jornada, en el que relata que fue obligado bajo amenazas de aniquilar a varios miembros de su familia a delatar domicilios que presuntamente eran utilizados por miembros del cártel de Tijuana en Baja California y Jalisco.
Días después de redactar ese documento Hodoyán Palacios fue nuevamente secuestrado, esta vez por Weber Rodríguez y otros cómplices, y hasta la fecha sus familiares no han escuchado ninguna versión oficial sobre su paradero, aunque se sospecha que, en el mejor de los casos, continúa recluido ilegalmente en alguna prisión mexicana.