La Jornada 22 de mayo de 1997

Arzalluz: se extingue el movimiento de ETA; su fuerza es sólo ``de persistencia'', dice

Blanche Petrich, enviada /II, Bilbao, País Vasco Ť Para Xabier Arzalluz, máximo dirigente del Partido Nacionalista Vasco --la fuerza que gobierna la región vascongada desde que se estableció el estatuto autonómico, hace 20 años-- el movimiento independentista de ETA ``se está extinguiendo'' y no queda de él más que una fuerza ``de persistencia''. Sus acciones pueden durar, reducidas, unos 20 años más, quizá, porque el vasco ``es un pueblo de cabeza dura, también para lo malo''.

Pero confía en que la política terminará por imponerse. Llegará el momento --dice estar convencido-- de la solución negociada del conflicto vasco, como llegó el momento en que Yasser Arafat se instalara en Palestina, como llegó el momento de la firma del armisticio en Irlanda. ``Tampoco somos marcianos'', apunta.

Si el presidente José María Aznar no negocia, opina, es por debilidad, porque ``no puede arriesgarse a un fracaso''.

Un periodista de la Televisión Euskadi describe a Arzalluz como ``el que manda aquí''. Otro, como un verdadero Maquiavelo. Pepe Rei, jefe de investigaciones del diario Egin, tituló El jesuita a una novela que alude a la paternidad de Arzalluz la creación de una policía secreta antiterrorista vasca, inspirada por el ex agente alemán Hans Josef Horchem (autor de También los espías se jubilan).

Todos coinciden: es un hombre de gran inteligencia, con quien hay que hablar, prototipo del político conservador.

Para él, la llamada intifada vasca, la lucha callejera, kale borroka, que sacude periódicamente las calles de las principales ciudades vascas, no es indicio de la extensión de las reivindicaciones independentistas entre los jóvenes euskaldunes sino un ``problema juvenil de violencia'' que ocurre en otros países desarrollados y que en el país vasco ha sido aprovechada por ETA como una estrategia para ``sustituir su debilitamiento''.

--¿Cómo ve a ETA en este momento? ¿Derrotada militarmente?

--Bueno, no es que sea una derrota ni que esto sea comparable a acciones militares. Como usted verá, ellos todavía matan, dominan el explosivo, el coche-bomba. Ese tipo de acciones, disminuidas, dosificadas, las pueden ir haciendo.

--¿ETA puede ser sofocada totalmente por la acción policiaca?

--Entiendo que no, porque mientras haya gente fanatizada que deambule por ahí ese tipo de acciones no son erradicables solo policialmente.

--¿Realmente cree usted en la solución política?

--La policía tiene que seguir trabajando, pero sí creo que tiene que haber una solución de tipo negociado. ¿Cómo? No lo sé y aunque lo supiera no lo voy a decir porque este tipo de cosas si salen ya no sirven para nada. Mire el proceso político de Israel, que nosotros estudiamos muy atentamente. Mire lo que sucede en Irlanda del Norte, proceso que se frustró pero que sigue porque es irreversible.

``Son procesos negociados largos, difíciles pero que van. Arafat está en Palestina hoy. Y nosotros animados por esas cosas decimos: pues tampoco somos marcianos, por lo tanto, algún tipo de vía tiene que haber. En este momento todo se ha cortado con Aznar, quizá por su situación, porque su gobierno no es suficientemente fuerte como para meterse en temas arriesgados. El necesita este periodo para presentarse a las siguientes elecciones una fuerza mayor y no se puede permitir un fracaso''.

--O sea que Aznar encontraría enemigos políticos si levantara la bandera de diálogo.

--En su propio campo. Aznar sólo irá si realmente el tema va a lo seguro, si ETA, por lo que sea, se va a sentar y se establecen los términos.

--Dice usted de alguna manera que lo electoral ata de manos al presidente Aznar. ¿A ustedes los condiciona también lo electoral en su posicionamiento frente a la salida negociada?

--No. ETA dice: quiero negociar con éste, con el Partido Popular. Este no quiere moverse. ¿Los demás qué hacemos sino sólo mirar?

De golpe Xabier Azalluz abandona el tono sombrío: ``Vamos, que éste es un tema desagradable. Ellos matan, secuestran. Es muy duro. Pero la verdad es que no nos va mal... no nos va mal''.

Derechos humanos: su versión

El ánimo festivo no dura cuando se alude al costo en derechos humanos que se tiene que pagar en la guerra antiterrorista, cuando se mencionan los candentes temas de la tortura, la dispersión de presos.

Interrumpe: ``Esto de la dispersión de presos... no se les dispersó para castigarlos en su día. En tiempos del ministro José Luis Corcuera (secretario del Interior hasta 1988) se intentó por primera vez abordar el tema de los presos de ETA con un criterio político. Y se pensó en una solución inteligente (la oferta de libertad a cambio de la reinserción) que no se pudo llevar a cabo.

En un momento había en la cárcel de Carabanchel, en Madrid, unos 150 miembros de ETA y estaban organizados. Los más duros impedían cualquier movimiento. Nadie se atrevía ni a pedir salir a la calle. Ese era el mayor inconvenientes para liberarlos. Se les dispersó para que se rompiera ese control, no para castigarles. Ese plan de reinserción política no resultó y quedaron dispersados. Hoy se ve como un ataque al derecho del preso y sin embargo se hizo para defender su libertad''.

Afirma que el PNV ``no pide agrupamiento de presos. No se concede agrupamiento de violadores ni cosa por el estilo. Sí hay una disposición humanitaria y de sentido común por la cual los presos tienen que estar cerca de su familia. Por eso pedimos que los presos estén lo más cerca, por lo menos a tres horas en coche''.

La lucha callejera, como el rock, como los jeans

--¿Qué significan para usted las manifestaciones juveniles, la kale borroka? ¿Es un fermento de inconformidad, de rebelión?

--Yo llevo años insistiendo en que tenemos que observar las cosas que pasan en países más desarrollados porque infaliblemente vienen aquí. Como el jeans, como el rock, infaliblemente llegan formas de ser, entre ellas la violencia juvenil. En Estados Unidos, en Francia, en Alemania ya han tenido que meter al ejército a custodiar los centros de enseñanza. Viene un problema juvenil de violencia. También en Madrid, en Barcelona.

``En Alemania, sobretodo lo que fue Alemania Oriental, hay este tipo de jóvenes o bien de fracaso escolar o bien de familias destruidas o por su propio carácter problemático los van captando los neonazis, y los van llevando, les dan una idea de su propia importancia, le ponen en la mano un cóctel explosivo.

``Aquí lo ha hecho el entorno de ETA. Y lo ha hecho además como una técnica sustitutoria. ETA ha ido bajando en su capacidad operativa, sobre todo cuando en 1992 capturaron a toda la cúpula de ETA. Quedó la organización desarbolada, como para pensar que no funcionaba más. Han ido intentando reconstituirse y la verdad es que operativamente la misma policía vasca les si- gue los pasos mucho más de cerca. La policía francesa también ha entrado en acción. Tienen que protegerse mucho más.

``Entonces empezó esta actividad sustitutoria, porque lo que necesitan ante todo es agitación y propaganda, necesitan estar en el candelero porque si no son nadie. Es cuando se lanzan a reclutar jóvenes, adolescentes, y acuden al cóctel porque es muy fácil. Pero esto va a menos. Lo álgido ha pasado ya''.