La Jornada 21 de mayo de 1997

Autoriza México la estancia de casi 12 mil refugiados guatemaltecos

José Antonio Román Ť Dentro del Programa de Estabilización Migratoria en la frontera sur, casi 12 mil refugiados guatemaltecos asentados en los campamentos de Chiapas, Campeche y Quintana Roo han recibido sus formas migratorias FM2 y FM3 para permanecer definitiva o temporalmente en el país, según los últimos datos del Instituto Nacional de Migración (INM).

Horacio Bernal Fernández, coordinador de Supervisión y Control Operativo del instituto, señaló que el programa concluirá en dos meses más, pues actualmente sólo está pendiente la fotocredencialización y la revisión de mil 800 solicitudes de refugiados asentados en Chiapas.

Por lo que toca a Campeche y Quintana Roo, el proceso está concluido con los siguientes datos: se han entregado 4 mil 900 documentos FM2, con los cuales se reconoce la calidad y características migratorias de inmigrante, y 700 FM3, que les reconoce a estas personas la calidad migratoria de no inmigrante visitante.

Respecto a Chiapas, se han entregado hasta 6 mil 370 FM3 y con los mil 800 casos pendientes, se prevé que el programa de regularización migratoria beneficie a cerca de 8 mil 200 refugiados en los 111 campamentos que existen en el estado, el cual se ha complicado debido al gran número y dispersión de este tipo de asentamientos. En Campeche y Quintana Roo son menos de diez campamentos por estado.

En entrevista, el funcionario del INM precisó que hasta agosto pasado, cuando inició el programa de estabilización migratoria, se tenían registrados 32 mil refugiados en los campamentos, de los cuales 16 mil eran guatemaltecos, y otro número similar hijos o cónyuges de esos nacionales.

Bernal Fernández consideró que no será difícil el proceso de asimilación a la sociedad mexicana, en aquellos casos de los refugiados que decidan permanecer definitivamente en el país, pues el proceso de migración ha sido prolongado.

Por ejemplo, dijo, fue hace casi 17 años cuando estas personas decidieron salir a consecuencia de la violencia política que vivía su país, por lo cual han tenido mucho tiempo para integrarse a las vidas de las comunidades de las tres entidades mexicanas donde se asentaron. La prueba está, añadió, en que la mitad de los 32 mil refugiados registrados hasta agosto pasado eran hijos o cónyuges mexicanos de los guatemaltecos.

``De lo que se trataba ahora era de proporcionarles un documento que les garantizara, que les diera seguridad jurídica para realizar actividades que venían realizando de alguna u otra forma'', dijo el funcionario, quien en la práctica es el coordinador de delegaciones del INM.

Apuntó que estas acciones de regularización y estabilización migratoria se realizaron en coordinación con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y se contó con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Hay que destacar que el pasado 10 de diciembre, en el campamento Santo Domingo Kesté, en Campeche, el subsecretario de Población y Servicios Migratorios de Gobernación, César Bécker Cuéllar, entregó de manera simbólica las primeras 5 mil formas migratorias.

Dos días después, el presidente Ernesto Zedillo otorgó la nacionalidad mexicana por naturalización a 48 ex refugiados guatemaltecos, padres de hijos mexicanos, que constituyó el primer grupo entre los que optaron por solicitar la ciudadanía mexicana.