La Jornada 21 de mayo de 1997

El desempleo abierto, 4.3%: INEGI; cayó el salario 23.3% en un año: expertos

La tasa de desempleo abierto al término del cuarto mes de este año se situó en 4.3 por ciento como proporción de la Población Económicamente Activa (PEA), una relación 1.9 puntos porcentuales inferior a la registrada en abril de 1996, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Definida así, estos resultados implican que alrededor de un millón 290 mil personas en edad y condiciones de trabajar no encontraron ocupación a pesar de buscarla en las principales zonas urbanas del país hasta abril de 1997.

La tasa de desocupación abierta, estimada a partir de la Encuesta nacional de empleo urbano fue menor en 6 décimas de punto porcentual en relación a la observada entre septiembre y diciembre de 1996, precisó el INEGI.

La tasa de desempleo abierta está definida como la proporción de la PEA, representada por personas mayores de 12 años, que en el periodo de referencia no trabajaron ni una hora a la semana a pesar de que realizaron acciones de búsqueda de un trabajo asalariado o intentaron ejercer una actividad por su cuenta.

Las áreas metropolitanas que presentaron las disminuciones más importantes en sus tasas de desempleo abierto fueron: Monclova, Coahuila; Durango, Durango; Irapuato, Guanajuato; Tampico, Tamaulipas; Saltillo, Coahuila, Querétaro, Querétaro; Toluca, estado de México y Tlaxcala, Tlaxcala.

En cuanto a las principales actividades de ocupación, el INEGI informó que 25.7 por ciento de la población con empleo se desempeña en el sector industrial; 21.6 en el comercio, y 38.8 en otros servicios. De tal manera que 86.1 por ciento de la población urbana ocupada hasta abril se concentraba en esas tres actividades.

Según los resultados de esta encuesta, en el cuarto mes de 1997, casi 71 por ciento de la población ocupada trabajó jornadas superiores a las 35 horas semanales.

En la ciudad de México la tasa de desempleo abierta en abril de 1997 fue de 5.7 por ciento.


Roberto González Amador Ť La recuperación de la economía mexicana no ha significado una mejoría en los niveles de consumo, que permanecen por abajo de los registrados antes del estallamiento de la crisis, expusieron catedráticos universitarios durante un foro de análisis efectuado ayer en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

``El consumo per cápita al término de 1996 fue menor al que existía hasta diciembre de 1994 --cuando estalló la actual crisis económica--, lo que constituye una muestra clara de la insuficiente recuperación de la economía nacional'', comentó el profesor de esa facultad Felipe Zermeño.

En un foro convocado para analizar el informe anual 1996 del Banco de México, dado a conocer por el organismo a finales de abril pasado, el catedrático apuntó que el comportamiento de la balanza comercial del país, en la que la importación de bienes de consumo registró en 1996 una tasa anual de crecimiento de 24 por ciento, ha significado un desplazamiento de las mercancías nacionales por otras de origen extranjero.

Zermeño consideró que el aumento en las importaciones de bienes de consumo registrado el último año no tiene su origen en la recuperación del poder de compra de la población, sino que se ha dado a costa del desplazamiento en el mercado de bienes nacionales por otros de origen extranjero.

El foro fue organizado por el Círculo de Estudios de Coyuntura de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía y en el debate estuvieron presentes los profesores Sergio Cabrera, Hugo Contreras, Fernando Talavera y Sergio de la Peña, además del propio Zermeño. También asistió el analista del Banco de México Oscar Ortiz.

Durante el acto, los catedráticos universitarios señalaron que en el último año, tal como lo destaca el informe del banco central, el crecimiento de la productividad en el sector industrial descansó en una disminución de los salarios reales de los empleados manufactureros.

A este respecto, mencionaron que en 1996 las remuneraciones medias reales en el sector manufacturero tuvieron una disminución real de 10.9 por ciento, que se sumó a la caída de 12.4 por ciento real en 1995.

Al tiempo que se registraba esta caída en las remuneraciones reales, la productividad media por trabajador en el sector manufacturero aumentó el año pasado a una tasa real de 8.5 por ciento, en tanto que en 1995 había crecido a 4.8 por ciento, también real.