La Jornada 20 de mayo de 1997

CASA NEZA

Angeles Cruz /III y última Ť ``Mi hermano fue donador en el banco de sangre varios años; ahí agarró esa enfermedad; ya hace siete años que murió. Estuvo en mi casa y lo cuidamos pero no sabíamos que nos podía contagiar, nadie nos dijo qué precauciones debíamos tomar; tenía fogazos en la boca y le salía mucha sangre... mi esposa falleció hace dos años y medio... ¿Mis hijas?, ya viven con un tío... yo ya no las puedo mantener, también tengo Sida''.

¿Cuántos más se infectaron de esta manera? No se sabe. Nunca hubo un seguimiento epidemiológico y en muchas ocasiones, por temor e ignorancia, la gente involucrada desapareció sin que se volviera a saber de ella, comenta Irma Rosado, directora administrativa y de Servicios a la Comunidad de la Asociación Pro-Albergue para Personas que viven con VIH/sida, Nezahualcóyotl, AC (Aspane).

Hoy la Casa Neza opera con serias deficiencias, sobre todo de medicamentos. Algunos afectados comentan que cuando estuvieron ``las hermanas'' había más cosas, sobre todo despensas y medicinas. Se refieren a un grupo de monjas de la compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que trabajaban como voluntarias.

Ahora, las monjas buscan instalar un centro de detección temprana en Chimalhuacán, porque ``mientras más pronto se ubique, menos contagiados habrá'', relató sor Ligia.

Por lo pronto, continúan realizando visitas domiciliarias a los enfermos y rentan una casa donde pueden albergar a dos personas, pero también buscan apoyo para la compra de un inmueble más grande, explicó.

Testimonios

Mientras esperan su turno, los pacientes de Casa Neza platican; parece que ahí se sienten bien, a gusto. Almuerzan o comen juntos, según la hora que sea. Se organizan para participar en campañas de información sobre el VIH/sida. Renuentes algunos a dar sus nombres, porque no quieren que sus vecinos o sus familias se enteren de su enfermedad, o porque todavía ``no se acostumbran'', algunos portadores del VIH aceptaron hablar.

Hombre, 33 años. ``Hace año y medio me detectaron el virus; de entonces para acá he tenido varias enfermedades oportunistas: varicela, hepatitis, citomegalovirus, herpes. Apenas me estoy recuperando. Me atiendo en el IMSS y mi médico me ha dicho que no pierda las ilusiones porque ya van a tener los inhibidores de proteasa, pero no sé si tendré tiempo. Estoy en la última etapa de la enfermedad. Yo creo que me atacó fuerte porque dejaba de tomar el medicamento, pero no había en la farmacia del seguro, a veces tardaba hasta dos meses. Por eso hicimos un paro''.

Mujer, 50 años. ``Mi esposo estaba enfermo de sus pulmones por fumar. Los doctores dijeron que de eso se murió pero al hacerle la autopsia vieron que tenía sida. Yo no sabía que era eso. Me hice los estudios y también salieron positivos, hace año y medio... En muy poco tiempo perdí 14 kilos... Todavía no me adapto, pero aquí estamos gracias a la psicóloga que nos ayuda mucho...''.

Hombre, 35 años. ``Hace un año que no trabajo, no puedo, me duele mucho la cabeza. No sé cómo me infecté; hace cinco años doné sangre en el Hospital General porque una hermana se iba a operar; dos meses después, me hablaron y me dijeron que tenía el VIH... Yo no sabía nada de eso pero cuando entendí quise suicidarme. Hace un año que empecé a sentirme mal pero nunca fui a un hospital porque ya me habían dicho que tratan muy mal a la gente... Cuando puedo vendo dulces en mi casa. Gano 30 pesos''.

La Casa Neza está en la colonia La Perla, a unas calles del Hospital General de esa zona. Es una casa acondicionada como clínica, comedor y albergue en donde solamente pueden ser internadas dos personas. La renta es de mil 500 pesos al mes, pero tendrá que ser desocupada en dos meses.

A su vez Gregorio Escamilla, jefe de la jurisdicción sanitaria Nezahualcóyotl, del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), sostuvo que para las administraciones municipales los problemas de salud no han tenido nada que ver con el mejoramiento de los servicios básicos.

Por eso, durante años el principal trabajo fue convencerlos de que el sistema de salud es ``apenas un eslaboncito en el contagio de enfermedades; el resto de la cadena se compone por los alimentos contaminados, el agua sucia, la falta de drenaje'', y en el caso del VIH/sida, han hecho falta recursos para la prevención y la atención de la enfermedad, dijo.