Errónea campaña de Castillo Peraza contra el perredista: encuestadoras Tuvo un efecto bumerang que dañó su imagen y la de AN, señalan En ``honestidad'', el panista perdió 16 puntos, Cárdenas 4 y Del Mazo 6 La campaña que da ``más miedo'' es la priísta: Alduncin y Asociados
José Gil Olmos Ť Representantes de compañías que han realizado encuestas sobre las preferencias ciudadanas de los aspirantes a la jefatura de gobierno antes de las elecciones de julio, consideraron que las acusaciones de Carlos Castillo Peraza en contra de Cuauhtémoc Cárdenas ``fueron erróneas'', ya que tuvieron un efecto bumerán y sólo dañaron su propia imagen y la de su partido, el PAN.
Enrique Alduncín, de Alduncín Asociados, incluso señaló que el beneficiado por los embates del panista ha sido el representante del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), Jorge González Torres, quien se colocó como el candidato ``más honesto'', según una encuesta efectuada el 12 y 13 de mayo.
En el seminario regional de la Asociación Mundial de Investigadores de Opinión Pública (Wapor, por sus siglas en inglés), Cristina Covarrubias, de Voz y Voto, al hacer un análisis de las condiciones económicas, políticas y sociales de las últimas dos elecciones sostuvo que las actuales son similares a las de 1988 y consideró la posibilidad del triunfo de Cárdenas. Sin embargo, advirtió que esta tendencia podría cambiar, hasta revertirse, por el resultado del debate público del domingo, porque Cárdenas ha mostrado pocas cualidades para debatir.
Por su parte, Miguel Basáñez, vicepresidente de Wapor, explicó en entrevista que las encuestas efectuadas sobre los candidatos a la jefatura de gobierno del DF han dejado ver plataformas, perfiles de los partidos y lo que rechaza la sociedad ``dando una idea más centrada'' de lo que puede suceder en las elecciones.
Basáñez también consideró que un evento fuerte, como el debate entre los candidatos del PRD, PRI y PAN, podría cambiar las tendencias que favorecen a Cárdenas. ``El debate televisivo del 94 provocó un impacto muy fuerte que cambió las preferencias, de manera que lo que ahora vemos tal vez sea distinto dentro de diez días'', señaló.
Alduncín presentó en este seminario el ultimo sondeo efectuado hace una semana, según el cual la campaña que da más ``miedo'' entre los votantes es la del PRI, seguida por la del PRD y el PAN. Sin embargo, dijo que los jóvenes tienen más miedo al candidato priísta y menos al perredista, lo que refleja la simpatía por éste entre los universitarios.
También aportó datos al momento en que Castillo inició sus ataques contra Cárdenas. Según su reporte, ésta tuvo un efecto bumerán, porque el panista perdió siete por ciento de simpatía que tenía, mientras que el PRD avanzó tres puntos.
En cuanto a la figura de ``honestidad'', Castillo bajó de 47 a 31 puntos, Cárdenas de 40 a 36, Del Mazo de 33 a 27 y González Torres subió de 36 a 40 puntos.
Por su parte, Ana Cristina Covarrubias, de la empresa Covarrubias Asociados/Voz y Voto, al hacer el análisis de las circunstancias políticas, económicas y sociales de las dos ultimas elecciones, señaló que las del 97 son parecidas a las del 88, sobre todo porque la ciudadanía ha revivido el rechazo a la corrupción del gobierno de Carlos Salinas y al impacto ``devastador'' de la crisis económica del presidente Ernesto Zedillo.
La diferencia con las elecciones federales de 1994, explicó, es que entonces existió el voto del miedo a la violencia representada por la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Ahora, abundó, no existe esta situación y la ciudadanía puede votar sin miedo en contra del PRI.
Tras sostener la posibilidad de una victoria de Cárdenas, dijo que también hay que tomar en cuenta la falta de carisma de Castillo Peraza y su imagen `'agresiva e intolerante'', y la existencia de un sector de ``priístas vergonzantes'' que están indecisos de dar su voto a Del Mazo. Aunque consideró que éstos podrían decidirse a apoyarlo, no alcanzarían a revertir la ventaja de Cárdenas. Empero, insistió en que la realización del debate público podría modificar la ventaja del perredista.