La Jornada 19 de mayo de 1997

El consorcio siderúrgico Sidek, en quiebra técnica

Edith Castro Rocha Ť Grupo Sidek está a punto de desaparecer, pues ``ha quedado en posible estado de disolución'', según lo planteó su director general, Luis Rebollar Corona. El consorcio siderúrgico y turístico adeuda 22 mil 816 millones de pesos (2 mil 899 millones de dólares), que equivalen a 99.9 por ciento de sus activos, y su capital contable es negativo de 2 mil 673 millones de pesos, situación que lo coloca en quiebra técnica.

En diciembre pasado se iniciaron auditorías por presuntos malos manejos de anteriores administraciones, que podrían derivar en juicios penales contra sus directivos.

Luis Rebollar, también presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), manifestó sus dudas respecto de la viabilidad de Sidek como negocio en marcha.

Desde finales de 1996, Grupo Sidek estaba virtualmente extinto, cuando su capital pasó de números negros a un monto superior a 3 mil millones de pesos en 1995, a una roja, al cierre de 1996, con mil 759 millones. Para marzo de 1997 se perdieron 914 millones de pesos más.

Rebollar Corona, presidente del consejo de administración de Situr, subsidiaria de Sidek desde fines de 1996, advirtió que si un número suficiente de acreedores no aprueba el plan de restructura a más tardar el 17 de junio próximo, cuando vence el acuerdo stand/still, que impide un proceso de embargo contra Sidek, el consorcio puede verse obligado a liquidar sus activos, o bien, cualquier acreedor podría solicitar la liquidación de la compañía.

En carta -en poder de La Jornada- enviada a los accionistas, el director de Sidek afirma que ``la incertidumbre respecto a la aprobación e implantación del nuevo plan de restructuración, da lugar a dudas significativas respecto a la viabilidad de la compañía como negocio en marcha''.

Desde hace dos años y dos meses, Sidek, grupo presidido por Jorge Martínez Huitrón, ha buscado un acuerdo de renegociación de deuda -92 por ciento en dólares y 8 por ciento en pesos-, para obtener nuevo financiamiento que le permita seguir operando.

Dura agonía

Al comenzar las conversaciones de restructuración de su deuda, se hablaba de un monto cercano a 2 mil 900 millones de dólares, que hoy asciende a cerca de 2 mil 900 millones, con un aumento de casi 50 por ciento en dos años, como efecto de la capitalización de intereses.

Sidek debe 201 créditos a 27 entidades bancarias y 13 bursátiles a un número significativo de inversionistas. Además, tienen un adeudo fiscal de 92 millones de pesos, que actualmente negocia en el marco de Programa de Apoyo a Deudores del Fisco (Proafi).

A la fecha, enfrenta demandas de inversionistas agrupados en el First Mexican Acceptance Corp., por el incumplimiento en el pago de intereses de documentos en notas por un valor de 89 millones de dólares, con vencimiento en 1996 y 1998.

Del total de los adeudos bancarios, 61 por ciento, alrededor de 7 mil 138 millones de dólares son con Banamex, a la banca de desarrollo (Bancomext, Nafin y Banobras), Serfin, Bancomer y Banorte, en ese orden y todos de corto plazo.

Los adeudos a la banca de desarrollo le dieron un asiento en el consejo de administración de Sidek, representado por Enrique Vilatela.

El 7 de marzo pasado consiguió una prórroga para el vencimiento del crédito contingente por 170 millones de dólares hasta el 30 de junio próximo, mismo que está garantizado por 62 por ciento de los activos de Simec. Este crédito se otorgó en marzo de 1995 y tiene ya tres prórrogas.

El 20 de marzo las acciones de Grupo Sidek quedaron fuera del mercado de Nueva York.

Grupo Sidek nació como una empresa controladora (holding) de compañías siderúrgicas en octubre de 1980, bajo la presidencia de Enrique Aldrete Cuesta. Contó en su consejo de administración a Jorge, José y Guillermo Martínez Huitrón, quienes el siguiente lustro tomaron el control de la compañía.

Para abril de 1989 conformó a Grupo Situr, con el fin de participar en los megaproyectos turísticos, diseñados y cofinanciados por el gobierno federal. En agosto de 1990 determinó separar sus actividades siderúrgicas de las actividad como holding y nació el Grupo Sime.