La Jornada 19 de mayo de 1997

Kolbe: imposible dar garantías de que la certificación se eliminará

Andrea Becerril, enviada, Santa Fe, Nuevo México, 18 de mayo Ť Los congresistas estadunidenses fueron muy claros ayer al concluir la 36 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos. Advirtieron que ``no piden disculpas'' por su política migratoria, que no habrá modificaciones de fondo a la ley de inmigración y señalaron que el problema de los indocumentados se resolverá cuando éstos encuentren empleo en su propio país.

Igualmente, los legisladores resaltaron que el tráfico de drogas y el lavado de dinero ``pueden destruir a México'' de no impulsarse una política más agresiva en su contra.

Durante la ceremonia de clausura de esta reunión binacional, el representante republicano Jim Kolbe informó que continuará la ayuda militar a México para el combate al narcotráfico, pero precisó que no pueden ofrecer garantías de que lograrán cambiar en el Congreso el proceso de certificación.

Tanto en los discursos de clausura como en una conferencia posterior, los legisladores mostraron una posición más dura. Jim Kolbe, el influyente representante republicano, quien había dado muestras de pugnar por el diálogo y el entedimiento con los vecinos, ayer sostuvo que si bien Estados Unidos reconoce la parte de culpa que le corresponde en el problema del narcotráfico, nuestro país debe hacer lo propio.

Lo más pesado, sin embargo, fue su respuesta a los pronunciamientos que, a nombre de la delegación mexicana, formuló Augusto Gómez Villanueva durante la clausura de la 36 Reunión Interparlamentaria, en el auditorio Saint Francis del Museo de las Artes de Santa Fe, al que asistió el embajador de México en Washington, Jesús Silva Herzog.

Gómez Villanueva retomó las preocupaciones y las demandas planteadas por los representantes del Congreso de la Unión de México desde la inauguración misma del evento, cuando el senador José Murat exigió el respeto a los derechos humanos de los inmigrantes, el cese de actitudes xenofóbicas y una nueva visión que deje de percibir el problema como meramente policiaco.

Ayer, Gómez Villanueva expuso que cerca de 20 millones de mexicanos residen en la Unión Americana en convivencia armoniosa y han contribuido a crear la riqueza en el país vecino. Cerca de 4 millones son indocumentados ``que están tratando de encontrar el mejor camino para su integración''.

Lo importante en el caso de la migración, añadió el senador priísta, es establecer como base el respeto a los derechos humanos, el reconocimiento a la búsqueda del trabajo lícito y, sobre todo, que reconozcamos que la actual legislación debe ser aplicada con sentido humano, ya que las alteraciones en su aplicación originan ``que, efectivamente, se califique como una ley que tiene un claro propósito persecutorio más que persuasivo''.

En su intervención, Kolbe le respondió tajante, aún más fuerte que un día antes, cuando la discusión sobre ese tema de migración fue bastante ríspida. ``No pedimos disculpas por nuestra política migratoria, ningún país en la faz de la tierra acoge anualmente más inmigrantes que Estados Unidos.

Agregó que renoce la molestia y la sensibilidad que el tema provoca en los mexicanos, pero ``somos países soberanos y cada quien tiene el derecho de establecer su propia política''.

No todos tienen derecho a beneficios

Kolbe, presidente del Comité del Tesoro, Servicio Postal y Gobierno Federal del Congreso estadunidense, agregó que legislaciones internacionales y el propio sistema judicial de la Unión Americana protegen a todas las personas que están en su territorio, sean legales o ilegales, pero no todos tienen derecho a los beneficios otorgados por el gobierno a sus ciudadanos.

``No es una política dirigida contra un grupo étnico, sino una política que emana del cansancio de los contribuyentes de Estados Unidos, de la determinación de limitar los costos crecientes de un sistema de seguridad y prestaciones sociales''.

El representante republicano agregó que seguramente habrá ``burócratas y funcionarios del Servicio de Inmigración que actuén en forma indebida''. Sin embargo, aseguró, ``no vamos a permitir que abusen de sus cargos''.

Después, recalcó que en muchas ocasiones, a lo largo de los últimos 30 años, durante las interparlamentarias han insistido en que el problema de los indocumentados sólo podrá resolverse con el progreso económico de los países, como México, a fin de que den oportunidades de empleo a su propio pueblo.

``Esto es y deberá ser la clave para resolver estos problemas'', remarcó y, durante una conferencia de prensa posterior, volvió a aclarar que la iniciativa para ``suavizar algunos aspectos de la nueva Ley de Inmigración Ilegal y Responsabilidades de los Inmigrantes'' van encaminadas exclusivamente a dejar a salvo los derechos a seguridad social de ancianos y jubilados residentes que no han adquirido la nacionalidad estadunidense.

En su discurso de clausura, Kolbe aludió también al tema del narcotráfico y, aunque aludió al reconocimiento hecho por los congresistas estadunidenses a los ``valientes'' esfuerzos del gobierno mexicano por avanzar en su lucha antinarcóticos, hizo algunas acotaciones al respecto.

Se refirió a lo expresado por Clinton durante su visita reciente a México, cuando habló del alto consumo de drogas en Estados Unidos. ``Muchos de nosotros hemos estado diciendo lo mismo por muchos años, tal vez le dé más credibilidad a este enunciado el que lo haya expresado el presidente, pero sería un error creer que es una revelación en nuestro país''.

Estamos en ésto juntos, agregó, ``el asignar culpas sólo beneficiará a los narcotraficantes''; se requiere reconocer que es un problema compartido y asumir cada parte sus rensabilidades. En el caso de Estados Unidos, dijo, educar a los jóvenes y actuar agresivamente contra los narcotraficantes.

Por lo que se refiere a México, ``debe también de forma más agresiva defender sus fronteras, extirpar los esquemas del lavado de dinero''.

Pero, precisó, más importante aún es intercambiar información de inteligencia para ubicar a los narcotraficantes. ``Podemos trabajar juntos para ubicar y decomisar las drogas, a medida que pasan de México a Estados Unidos''.

Que se derogue la Helms-Burton: México

En la conferencia de prensa, Kolbe dijo que continuará la ayuda militar a México para el combate a las drogas. Habrá, agregó quien preside la comisión que tiene que ver con el financiamiento para asuntos antinarcóticos, más helicópteros y asistencia destinada a nuevas tecnologías para la lucha contra el narcotráfico en nuestro país.

Al respecto, el representante Ben Gilman precisó que se acaba de aprobar la entrega de 73 helicópteros Huey -de los que 20 ya fueron entregados-- y 18 millones de dólares para limpieza de repuestos. Próximamente, agregó, se discutirá en el Congreso el presupuesto del próximo año y se determinará el monto de la asistencia militar a México.

Sobre la certificación, cuando se preguntó a los estadunidenses las posibilidades reales de terminar con ese mecanismo, Kolbe dijo que no puede haber garantías. ``Estamos en el proceso de considerar cómo debemos o si es que debemos de cambiar el proceso de certificación. Un cambio en la ley requeriría de la acción del Congreso y la firma presidencial''.

La presidenta de la delegación de parlamentarios de Estados Unidos, Kay Bailey Hutchison, quien un día antes aseguró que ya no habrá más certificación para México, ayer matizó el punto. ``Por supuesto que no somos la mayoría del Congreso de Estados Unidos, pero creo que el sentir es que el proceso de certificación en realidad no ha funcionado; en países que han recibido la descertificación ha empeorado el narcotráfico. Creo que el sistema entero no ha funcionado y nuestros líderes piensan igual, tanto en el Senado como en la Cámara Baja. Por ello, les podemos dar una identificación, pero no una garantía de que habrá un cambio y que habrá mucha más cooperación''.

Por otra parte, la delegación mexicana insistió en que se derogue la Ley Helms-Burton, bajo el argumento de que el aislamiento de las naciones no es una salida política para resolver las diferencias entre países.

Gómez Villanueva, durante la clausura, resaltó que esa ley tiene un carácter extraterritorial, es atentatoria del derecho internacional y en nada contribuye a lograr un proceso de integración en América Latina. Dijo que pidieron que se incluya a Cuba en la discusión del tema, ya que debe abordarse de manera directa con las naciones interesadas.

Agregó que encontraron interés de los legisladores estadunidenses por conocer los alcances de la Helms-Burton.

Ambas delegaciones acordaron integrar tres grupos de trabajo, a fin de dar seguimiento a los temas de migración, narcotráfico y asuntos fronterizos. La primera reunión, según detalló la senadora Hutchison, podría ser a principios de octubre.

Igualmente, hubo consenso para promover la posibilidad de celebrar una reunión trilateral, que incluiría a Canadá, y promover también que las próximas Interparlamentarias sean en las capitales, es decir, en Washington y el Distrito Federal.