Perdió Córdoba su cargo ante el BID al deteriorarse su imagen: Hacienda
Rosa Icela Rodríguez Ť Debido a ``las constantes menciones'' que lo involucraban con el crimen de Luis Donaldo Colosio y que afectaron ``negativamente su imagen pública y su reputación'', José Córdoba Montoya fue despedido de su cargo como representante del gobierno de México y Jamaica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En una carta, el vicegobernador del Banco de México, José Julián Sidaoui, le explicó al ex jefe de la Oficina de la Presidencia de la República que en ``el ámbito financiero las cuestiones de reputación son de importancia fundamental'', por lo que resultaba ``inconveniente'' su permanencia en la representación del gobierno mexicano ante ese órgano internacional.
Con fecha del 3 de diciembre de 1996, en la ciudad de México, el ex subsecretario de Hacienda y Crédito Público José Julián Sidaoui le dice a Córdoba que la petición para separarse del cargo como director ejecutivo del BID se debió a las ``constantes menciones que de su persona se hicieron ante la opinión pública nacional e internacional, involucrándolo en el asesinato del licenciado Luis Donaldo Colosio''.
Según el texto firmado por Julián Sidaoui, en papel membretado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el más importante funcionario del gobierno de Carlos Salinas de Gortari fue removido de su puesto en el banco extranjero porque todos esos comentarios que lo vinculaban al crimen del ex candidato presidencial ``afectaban negativamente su imagen pública''.
El documento oficial, cuya copia obtuvo La Jornada, dice también que, ``en ese contexto, resultaba inconveniente para las autoridades financieras del país --del gobierno del presidente Ernesto Zedillo-- que esa Dirección Ejecutiva estuviera ocupada por una persona cuestionada'' por su presunto involucramiento con el caso Colosio.
Explicó el ex subsecretario de Hacienda que ``en el ámbito financiero las percepciones y las cuestiones de reputación son de importancia fundamental''.
Siempre apegado textualmente al documento, se señala que ``esta situación tuvo especial relevancia durante 1995, año en que las relaciones con ese banco (el BID) fueron especialmente delicadas, en virtud de la emergencia económica que atravesaba el país''.
``Por lo anterior --dice Sidaoui-- durante junio de 1995 establecimos contacto con usted (Córdoba) para externarle nuestras preocupaciones y, por lo tanto, solicitarle que se separara de su cargo como director ejecutivo del BID''.
A petición de Córdoba
La carta del subsecretario de Hacienda y Crédito Público se dio como respuesta a una petición que a su vez le hizo por escrito el ex funcionario salinista, el 26 de noviembre de 1996, en donde ``le solicita los motivos por los cuales el suscrito renunció a su cargo como director ejecutivo del BID en el mes de junio de 1995''.
Córdoba le demandó a Sidaoui la explicación por escrito para presentarla como prueba del ``daño moral'' en el juicio civil que interpuso contra el candidato del PRD a jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, y contra los diputados Ramón Sosamontes y Jesús Zambrano, éste último candidato perredista a la gubernatura de Sonora.
El juicio ordinario civil 1664/96 ante el juez vigésimo tercero de lo civil en el Distrito Federal lo inició, el 27 de noviembre de 1996, el segundo hombre fuerte del gobierno salinista por considerar que los perredistas dañaron su moral al acusarlo de estar implicado en la muerte de Colosio.
Córdoba amenazó con demandar civilmente a los perredistas el pasado 30 de octubre porque había perdido su empleo por culpa de las acusaciones que le hicieron, sólo que a Córdoba lo removieron del puesto en el BID el 30 de junio de 1995, y ``las pruebas'' que presentó de las declaraciones de Cárdenas fueron hechas dos meses y medio después de ese suceso.
El 13 de septiembre 1995 apareció una nota en los periódicos, entre ellos El Financiero y La Jornada, donde Cárdenas pide investigar a Córdoba por el caso Colosio.
Desde ese entonces, Cárdenas Solórzano y varios perredistas han reiterado públicamente que ``se debería de investigar a Córdoba respecto a la investigación del caso Colosio, porque él era el encargado del gabinete de seguridad y de la información de seguridad nacional''.
Cabe señalar que el 14 de mayo de 1995 aparecieron publicadas en el periódico Reforma 16 entrevistas telefónicas entre José Córdoba y Carlos Salinas, Justo Ceja y Córdoba, éste y Marcela Bodenstedt, ésta última y algunas otras personas, y en ellas se hablaba de sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Entonces, si la renuncia al BID se efectuó el 30 de junio y las declaraciones de Cárdenas fueron posteriores, hay una discusión sobre qué tanta validez tienen ``las pruebas'' de Córdoba.