Alarcón: buscan anticastristas endurecer aún más la Helms-Burton
Stella Calloni, enviada /I, La Habana, 17 de mayo Ť El presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón de Quesada, advirtió sobre una enmienda introducida en la ley Helms-Burton, a consideración de los representantes estadunidenses, que obligaría al gobierno del presidente Bill Clinton a informar al Congreso en forma permanente sobre las empresas castigadas por dicha legislación, las que hubieran sido clasificadas o desclasificadas, así como la suspensión o no de visas a quienes violan esta ley estadunidense.
En entrevista exclusiva con La Jornada, Alarcón señaló que esta enmienda, propiciada por la anticastrista Ileana Ross, representante por Florida, ``reforzaría la política represiva y las sanciones contra los empresarios de diversos países que negocian con Cuba, recortaría poder a la administración Clinton y afectaría directamente los acuerdos con Europa''.
En medio de una tormenta política que tensó las relaciones con España por la decisión de este país de relegar a Cuba al papel de observador en la próxima Conferencia de Parlamentos Democráticos Iberoamericanos, Alarcón, un funcionario ducho en manejar situaciones de este tipo, rechazó asistir al encuentro en estas condiciones.
Su posición está basada en que en 1985 Cuba participó en México como miembro de la comunidad latinoamericana en una reunión de este tipo. En 1986 España decidió excluir a Cuba, con lo que provocó la protesta de los latinoamericanos y asentó que no puede haber un país con derechos supranacionales, lo que ocasionó una fuerte discusión, según explicó el diputado cubano Lázaro Barreda.
En esa ocasión un legislador español trató de justificar la decisión: ``Es como si se reuniera el club de los rubios y quisiera entrar un moreno''. En respuesta, el mexicano Gonzalo Martínez Corbalá recordó que la mayoría de población de América Latina es de piel morena.
Finalmente, desde 1987 y hasta 1991 Cuba asistió como miembro pleno y además existe el antecedente de la participación de todos los países latinoamericanos en las cumbres presidenciales iberoamericanas.
Al reiniciar los encuentros este año, España sorprendió nuevamente con su actitud, que según los observadores está ligada con la posición asumida por el nuevo gobierno de la derecha española hacia Cuba.
Retorno a situaciones superadas
Para Alarcón, esto implica regresar innecesariamente a situaciones que ya se habían superado y aviva contradicciones, pues sienta precedentes sobre la potestad que tiene o no un país para decidir quién tiene que participar o no en este tipo de actos. Numerosos parlamentos latinoamericanos han expresado su descontento ante la decisión de España.
La visita del senador Eduardo Menem, presidente del Senado argentino y candidato de los parlamentos latinoamericanos, también demostró de alguna manera el descontento de la región por estas actitudes unilaterales. Para la mayoría resulta ``inaceptable'' la decisión española porque sienta un peligroso precedente no sólo para Cuba, sino para otros países, y podría revelar una intención de llevar esta política a las cumbres presidenciales iberoamericanas, un sueño largamente acariciado por Washington.
En tanto, Alarcón se mostró preocupado por la nueva enmienda a un articulado de la ley Helms-Burton y que ha tenido escasa trascendencia pese a ``su gravedad. Yo creo que va en contra de todo lo que se habló con tanta publicidad en los acuerdos con Europa y es un buen indicativo de las dificultades que tiene Clinton para llegar a un entendimiento con los países que se quejan por la Helms-Burton. Esta ley tiene una rareza peculiar. La administración Clinton negoció con Europa como un intermediario entre esos países y el Congreso estadunidense. Mientras el presidente trata de llegar a un entendimiento, lo que implicaría un apoyo legislativo a su negociación, el Congreso envía un mensaje en sentido opuesto, una señal muy dura. Si esta enmienda se aprueba, se estaría recortando la capacidad de acción de la administración Clinton''.
El presidente de la Asamblea cubana y ex embajador de su país ante la ONU señala: ``Los recientes acuerdos europeos serían casi imposibles si prospera esta enmienda, que tiene elementos muy ruidosos en sus cinco requisitos: el gobierno estaría obligado a presentar informes dentro de los 30 días posteriores a su aprobación, y luego cada tres meses con una lista desclasificada. Incluso se debería informar sobre entidades que están bajo examen y acerca de la amenaza potencial de retirarles la visa estadunidense. Esto obligaría a revelar casos que se estudian y no existiría discreción alguna. Se debería exhibir una lista desclasificada de todas las entidades y una lista de aquellas que el secretario de Estado haya determinado que ya no están sujetas a esta sección, y especialmente una explicación desclasificada de cada determinación y sus conclusiones. Esto tiene un carácter insultante, es una bofetada a la propia administración estadunidense cuando se vanagloria de progresos en el mundo mediante cierta flexibilización de la ley Helms-Burton. A pocos días de haber anunciado esos entendimientos aparece esta propuesta lo que equivale a decirle al presidente de Estados Unidos lo que tiene que hacer: `Ahora nos tiene que dar una información puntual y explicaciones y razones por las cuáles usted ha hecho o dejado de hacer'. Esto definitivamente es muy grave''.