Capturan a siete cómplices de El señor de los cielos
Juan Manuel Venegas Ť Siete integrantes del llamado cártel de Ciudad Juárez, cuatro de ellos ex agentes antinarcóticos del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD) y tres militares, fueron capturados en una operación conjunta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR).
La detención de los presuntos cómplices de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, es una muestra más de la penetración e influencia que éste había logrado entre los militares y las corporaciones policiacas dedicadas al combate al narcotráfico.
La información que da cuenta de la detención de los cuatro ex funcionarios y de los tres militares precisa que entre los detenidos se encuentra el ex comandante del INCD Fernando Graciano García, a quien se conocía como el comandante Moreno y que estaba bajo las órdenes de otro ex comandante federal, Ramón Alcides Magaña, identificado como guardaespaldas de El Señor de los Cielos e involucrado en la balacera ocurrida en noviembre de 1993 en el restaurante Bali Hai de la ciudad de México.
Según la PGR, el grupo o célula que dirige Alcides Magaña tiene bajo su responsabilidad las operaciones de tráfico de cocaína en el sureste mexicano, ``particularmente en Veracruz y Quintana Roo, y en este grupo trabajan Ramón Beltrán y Alfonso Quintero'', otros narcotraficantes fieles al cártel de Carrillo Fuentes.
En cuanto a Alcides Magaña, alias El Metro, el expediente sobre las operaciones y contactos del cártel de Juárez lo identifica como uno de los guardaespaldas de Amado Carrillo que participó en la balacera del Bali Hai. En aquella ocasión se enfrentaron gatilleros de los hermanos Arellano Félix contra el grupo de Carrillo Fuentes.
A raíz de esa balacera, Alcides y otros dos agentes federales fueron capturados por los delitos de asociación delictuosa y acopio de armas y cartuchos y se les remitió al Reclusorio Oriente, de donde salieron luego de que depositaron 100 mil nuevos pesos cada uno.
La investigación que señala a los ex comandantes antinarcóticos de la PGR como integrantes de una célula de narcotraficantes que opera en el sureste llevó a las autoridades a descubrir tres pistas clandestinas de aterrizaje para carga y descarga de drogas.
Estas pistas están en Quintana Roo: una en Punta Herrera, otra en Laguna de Bacalar y una tercera en Sergio Butrón, al oriente de Chetumal. Asimismo, las investigaciones llevaron a la identificación de tres empresas que la organización de Carrillo Fuentes tiene en Miami, Florida, que sirven como pantalla para operaciones de narcotráfico hacia Centroamérica.
En cuanto a la detención de los siete integrantes de la organización de Carrillo Fuentes, la PGR indicó que ésta se logró gracias a una investigación que se inició cuando dos militares --cuyos nombres no se proporcionaron, pues las pesquisas continúan-- intentaron sobornar al encargado de la 33 Zona Militar de Campeche, ``a quien ofrecieron una importante cantidad de dinero a cambio de que les permitiera el descenso de un avión cargado de cocaína''.
El jefe de mando de la zona militar, ubicada en el municipio de El Carmen, detuvo a quienes trataron de sobornarlo y se inició una averiguación en la que participaron la PGR y la Sedena.
De acuerdo con la PGR, la detención de esos dos militares llevó a la captura de un tercer elemento del Ejército y de los cuatro ex agentes del INCD, aunque la investigación involucra a ``por lo menos'' otros cinco integrantes del grupo de opera los negocios de Carrillo Fuentes en el sureste mexicano.