Autoridades mexicanas filtran información a medios de EU
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de mayo Ť El reportaje del Washington Post que este domingo dio cuenta de que el gobierno de Estados Unidos investiga evidencias que vinculan a Raúl Salinas de Gortari y Conasupo con actividades de lavado de dinero y narcotráfico, fue sólo el más reciente en una serie de informes detallados en los medios nacionales estadunidenses sobre la corrupción y casos de acciones indebidas por parte de algunos funcionarios del gobierno mexicano.
En más de una docena de reportajes originales durante los últimos cinco meses (sin contar los innumerables informes sobre los casos reportados primero en México), los medios estadunidenses se han enfocado en particular sobre la figura de Raúl Salinas, pero también han publicado ``vínculos'' entre el narcotráfico y los gobernadores de Sonora y Morelos --Manlio Fabio Beltrones y Jorge Carrillo Olea-- y han sugerido que el mandatario poblano, Manuel Bartlett, tiene información sobre el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, ocurrido en 1985.
Varias agencias gubernamentales estadunidenses --casi siempre con la condición de no ser identificadas-- han filtrado a casi todos los medios de influencia nacional en Estados Unidos, detalles de sus investigaciones confidenciales, ofreciendo documentos oficiales y las declaraciones de informantes de ambos lados de la frontera, como ``secretos y rumores'' sobre figuras políticas en México.
Pero parece que no sólo son los funcionarios estadunidenses quienes tienen una inclinación a filtrar información sensible sobre México a los medios de aquí. Fuentes del gobierno mexicano revelaron al Wall Street Journal, antes que a la opinión pública de su país, que investigaban los gastos de fondos públicos hechos por el ex procurador Antonio Lozano. Además, la PGR trasladó a una corte en San Diego, cientos de páginas de documentos detallando la corrupción de ``90 por ciento'' de los oficiales de la Procuraduría de Baja California, informe en que se describió por primera vez la deshonestidad de altos funcionarios mexicanos. Esta información se publicó primero en EU y luego en México.
Para el analista Kevin Middlebrook, el enfoque en los medios estadunidenses sobre la corrupción en México, no es sorprendente o inusual. ``Creo que en un sentido, los reportajes sobre el narcotráfico se están enfocando en el tema del momento'', dijo Middlebrook, director del Centro de Estudios Estados Unidos-México de la Universidad de California en San Diego. En entrevista con La Jornada añadió que ``estos temas son necesariamente importantes dentro del proceso democrático más amplio''.
También identificó otra motivación para esta cobertura: ``En muchas formas el hecho está asociado con la profunda destreza y la sorpresa casi penosa que muchos observadores, inversionistas o funcionarios estadunidenses sintieron sobre los resultados finales de la administración de Salinas. Hace años, el gobierno salinista no podía cometer algo malo; ahora resulta que hubo abusos de poder y todo lo demás y eso ofrece lectura fascinante''.
En esta perspectiva, la imagen positiva del papel desempeñado por el gobierno de Carlos Salinas durante su sexenio, también ha provocado este intenso enfoque en lo que fue la corrupción y las actividades sospechosas cometidas detrás del escenario, en particular el caso de Raúl Salinas, hermano del ex presidente.
Pero opositores al Tratado de Libre Comercio (TLC), como el senador Ernest Hollings, también han utilizado los escándalos salinistas como ``prueba'' de que el acuerdo comercial de Estados Unidos con México fue un error. Tanto los desilusionados ex promotores de Salinas como los opositores al TLC en este país han ofrecido información y declaraciones ``inflamatorias'' a los medios estadunidenses sobre la corrupción en México, nutriendo así el debate sobre los aspectos más controvertidos del país vecino y promoviendo una imagen cada día más deteriorada de la relación entre ambos países entre la opinión pública estadunidense.
Los periódicos The New York Times, Miami Herald y Wall Street Journal, en particular se han enfocado intensamente sobre la investigación a Raúl Salinas, ofreciendo reportajes detallados y extensos, frecuentemente escritos por equipos de corresponsales sobre el lavado de dinero a través del Citibank, así como las aseveraciones de los fiscales suizos de que el hermano del ex presidente estaba vinculado con narcotraficantes, amén de alusiones al hecho de que hubiera sido por lo menos difícil que Carlos Salinas no estuviera enterado de las actividades de su hermano u otros socios cercanos implicados en las versiones manejadas por estos medios de comunicación.
Pero la percepción de la corrupción en México en los medios estadunidenses no termina en el sexenio pasado. ``Un infierno al lado'', fue el encabezado de un artículo publicado por US News & World Report en febrero pasado, y ``El brazo largo de una banda de drogas tiene agarrado a México'', se tituló a un reportaje en el Washington Post ese mismo mes.
El título escogido para un documental de la serie Frontline, de la televisión pública estadunidense, fue ``Asesinato, dinero y México''. En parte, esto refleja el análisis de algunos funcionarios estadunidenses quienes reiteran que la corrupción es un problema ``serio y persistente'' en el país vecino.
No obstante, no todos estos informes sobre la corrupción tienen sus fuentes aquí. El Washington Post publicó dos notas prominentes con base en documentos sometidos por autoridades mexicanas a una corte en San Diego, para un caso de extradición. En estos documentos las autoridades revelan que aun en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo cientos de funcionarios estaban ``a la paga'' de narcotraficantes. Los documentos y declaraciones de testigos mexicanos presentados en este caso y en el de Mario Ruiz Massieu fueron difundidos primero por la prensa en Estados Unidos y luego por la de México.
De forma parecida, el Wall Street Journal reportó en enero pasado, antes que en México, que la PGR llevaba a cabo una auditoría de los gastos de fondos oficiales hechos por el recién cesado Antonio Lozano.
Para algunos políticos mexicanos, el hecho de que estos aspectos de la historia política de su país sean primero reportados al público a través de los medios estadunidenses, es preocupante. El diputado independiente, Adolfo Aguilar Zínser, señaló en entrevista con La Jornada que durante meses varios diputados instaron a la PGR a seguir la línea de investigación que trazó el Washington Post del pasado domingo. Agregó que presentaron las bases para este tipo de averiguación, pero dijo que nunca recibieron respuesta, aunque hoy se informa de que la PGR sí iniciará esta investigación. Aguilar Zínser se pregunta: ``¿Es necesario que se publique algo en Estados Unidos, en el Washington Post, para que se tome acción sobre un asunto aquí en México?''.