Propone el candidato priísta crear la figura de ``inspectores ciudadanos'' Rastrearían y denunciarían a los malos servidores públicos, detalló
Ricardo Olayo Ť Alfredo del Mazo platicó ayer de una ciudad en la cual los taxistas tienen que cuidarse de los policías extorsionadores, los comerciantes tienen que evitar abusos de inspectores de Vía Pública, los ciudadanos son vejados por los delincuentes y la población de provincia sufre el mal trato y rechazo de los defeños.
Ciudad capital de fin de milenio, para la cual Del Mazo propone crear la figura de inspectores ciudadanos; es decir, personas que tengan calidad moral para hacer labores de vigilancia y apunten los datos de malos servidores públicos --entre otros, los policías-- y los denuncien.
``No van a corregir a la autoridad porque crearíamos un sistema adicional de órdenes y contraórdenes'', trató de precisar el candidato, sin dar más detalles de su planteamiento.
Del Mazo se reunió con taxistas, jóvenes y comerciantes en actos separados. En los tres casos se refirió a las relaciones que establecen autoridades con ciudadanos y éstos entre sí. Por la mañana, a los taxistas les dijo que son falsas las acusaciones que hay en su contra de que son responsables de la mayor parte de los asaltos a bordo de los vehículos.
``Las víctimas de la inseguridad son ustedes, habrá excepciones, pero en el mayor número de los casos los taxistas son trabajadores y honestos'', dijo al gremio al que ayer le pidió el voto.
A los conductores hay que librarlos de los piratas, darles apoyo crediticio a través de la Banca; ``tampoco se me escapa la necesidad de proteger su actividad, para evitar el abuso de la policía cuando pretende extorsionarlos'', subrayó en el auditorio Plutarco Elías Calles del CEN del PRI que estaba casi lleno.
En esa cadena de relaciones humanas negativas, Del Mazo indicó que la población no da su lugar a los policías porque en muchas ocasiones se cree que sólo es un cuidador de coches. ``No es posible que el policía llegue a su casa y le dé vergüenza decir a sus hijos que es policía'', porque entonces no tiene la mística que se requiere.
Lo que hace falta es revalorar su función, profesionalizarlo y que entiendan que ``están para servir y no para servirse'', dijo el priísta e hizo estallar las palmas de los taxistas que festejaron la frase.
A las afueras del auditorio lo esperaban decenas de jóvenes encabezados por Angel Isaac Ochoa, uno de los dirigentes de la Federación de Estudiantes Politécnicos (FEP), ligada a los grupos porriles. El Ochoa, como se le conoce entre los agentes policiales, criticó a Cuauhtémoc Cárdenas y dijo que no se debe reprimir a la juventud. Cuando se le olvidó el discurso, sus fieles compañeros le aplaudieron para dar paso al candidato.
Al igual que en su participación con los taxistas, Del Mazo planteó dar un trato digno a los ``visitantes de provincia'', que representan una fuente de ingresos, además de que viajan a la capital que es de todos los mexicanos.
Planteó crear un consejo asesor estudiantil, ``integrado por los mejores estudiantes y por quienes como ustedes aquí están, participando en cuestiones sociales y políticas''. Del Mazo recibió huelums y algunas goyas de estudiantes presentes.
Aunque en la explanada del PRI Nacional muchos de los jóvenes eran menores de edad --según lo dijeron ellos mismos--, el priísta les pidió su voto. Al concluir el acto, los politécnicos se retiraron en los camiones que fieles a su tradición tomaron en las inmediaciones de sus planteles para trasladarse.
Luego, Del Mazo fue a la delegación Alvaro Obregón, donde se reunió con tianguistas. Ante ellos escogió el mismo discurso de los actos anteriores; sobre el ambulantaje, sólo dirigió unas cuantas palabras sobre el reordenamiento.
Uno de los dirigentes le dijo que no le pedía compromisos porque sabía que iba a ganar e iba a regresar con ellos. Al final del acto, Francisco Franco --el más ovacionado de los comerciantes-- dijo que están en contra del programa de reordenamiento del Departamento del Distrito Federal (DDF), pero que acordó con el candidato priísta no hacer público ese tema para platicar después en privado sobre las cuotas que se tienen que pagar, como lo ha hecho con Cárdenas. Culminada la reunión de estruendosas porras, las mujeres tianguistas se formaron para que les entregaran bolsas, tortilleros, saleros, recipientes y otros objetos.