La Jornada sábado 10 de mayo de 1997

EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
Bimbo en el Vaticano (y otras minucias)

1

La corporación industrial Bimbo, de Lorenzo Servitje, canceló ``una intención publicitaria de casi medio millón de dólares'' a favor del Canal 40, que iba a ser destinada a la campaña que algunos empresarios promueven contra la violencia en la televisión. El origen de tal medida es el siguiente.

En febrero pasado, el periódico Hartford Courant, de Estados Unidos, difundió un reportaje sobre los abusos sexuales que el superior de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, perpetró contra numerosos alumnos de colegios cristianos de la ciudad de México. Sus víctimas hoy en día forman parte de la clase empresarial del país, pero algunos decidieron revelar, al fin, la conducta secreta del religioso.

Aunque el Hartford Courant está a mil años luz de ser tan influyente como The New York Times, la noticia llegó a México por Internet y cayó en manos del reportero Salvador Guerrero Chiprés. Este, luego de investigarla a fondo, la publicó en La Jornada a partir del 18 de abril, y nunca fue desmentido. Sin embargo hoy, mientras en el Vaticano se habla (en serio) sobre la posible canonización de Maciel Degollado, el Canal 40 ha preparado un extenso y minucioso documental que saldrá al aire el próximo lunes a las 22:45, pese al disgusto de la alta jerarquía de la Iglesia, de algunos miembros del gabinete de Zedillo y de ciertos sectores de la cúpula empresarial, que a lo largo de esta semana ejercieron toda clase de presiones contra la empresa televisora, mismas que culminaron, ayer, viernes, con la cancelación de un cheque de Lorenzo Servitje por más de 4 millones de pesos.

Esto puede ser no sólo el principio de un boicot contra Canal 40, similar al que sufrió el Excélsior de Julio Scherer en 1975-76, sino el inicio de un nuevo escándalo que terminará por involucrar a Carlos Castillo Peraza, candidato del PAN al gobierno del Distrito Federal, cuya empresa Humanismo, Desarrollo y Democracia A.C. asesora al Episcopado Mexicano en sus relaciones con la prensa.

--¿Y esto qué tiene que ver con lo que viene? --dice el tonto del pueblo desde un teléfono de la Cárcel Pública de Tecamacharco.

2

Por primera vez en su triste carrera política, el dirigente nacional del PRI, Humberto Roque Villanueva, ha dicho la verdad. No toda la verdad, claro está, y mucho menos sólo la verdad y nada más que la verdad. Pero una verdad, una al menos, sí ha dicho: ``Carlos Salinas de Gortari tuvo mayores afinidades con el Partido Acción Nacional que con nuestro propio partido'' (La Jornada, 9/05/97).

Dos días antes --mientras su majestad, el emperador William J. Clinton, paralizaba con su graciosa presencia la ciudad de México--, el candidato del PRI a la gubernatura capitalina, Alfredo del Mazo, había denunciado que el gobierno de Salinas de Gortari ``cometió errores que le ocasionaron importantes daños al país'' (La Jornada, 7/05/97).

Ambos, Roque y Del Mazo, tienen razón, pero sus tibias condenas contra la administración más devastadora del México del siglo XX abren una perspectiva histórica que se revertirá contra ellos mismos, porque el PRI no adoptó ``la visión de Estado del PAN'' durante el sexenio de Salinas, sino desde la campaña electoral de Miguel de la Madrid (quien llamaba a Del Mazo ``el hermano que no tuve''), y porque el proyecto panista de Salinas no sólo sigue siendo vigente sino que es el mismo que defiende, contra todos los vientos y todas las mareas, el ``gobierno'' de Ernesto Zedillo, al cual Humberto Roque Villanueva sirve con entrega absoluta.

--¿Y? --me increpa el tonto del pueblo, de humor furibundo.

--Intentemos --propongo-- un sano ejercicio de deducción.

--Mándamelo por correo --y cuelga.

3

El pasado 11 de abril, el doctor Joseph Marie Córdoba Montoya, ex super consejero presidencial de Salinas, y por lo tanto corresponsable directo de los ``importantes daños'' que éste le infligió al país, viajó a Morelia desde Guadalajara, donde reside (a veces), y se presentó en el Registro Público de la Propiedad de Michoacán, para buscar todas las escrituras que hubiese a nombre de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de la señora Amalia Solórzano viuda de Cárdenas y de los parientes cercanos y lejanos, vivos o muertos, de esa familia.

Días después, de acuerdo con el testimonio de Cuauhtémoc Cárdenas (La Jornada, 3/07/97), Córdoba Montoya exhibió 52 títulos de propiedad ante el juzgado del Distrito Federal donde patrocina una demanda civil por difamación y calumnias, en contra de Cárdenas y de los diputados Ramón Sosamontes y Jesús Zambrano, quienes (sometidos a proceso a pesar de su fuero) han afirmado públicamente que Córdoba Montoya puede estar implicado en el asesinato de Luis Donaldo Colosio y que debe ser investigado en consecuencia.

De las 52 escrituras de marras --que el juez rechazó por irrelevantes--, ``Cárdenas reconoció que sólo 4 corresponden a propiedades suyas y de su esposa. Sin embargo, el 18 de abril, sólo siete días después de la incursión de Córdoba Montoya en los archivos, y con una sonrisa de oreja a oreja, Carlos Castillo Peraza entregó a la prensa copias de una escritura según la cual Cuauhtémoc Cárdenas vendió una playa, de nombre Eréndira y de 20 mil metros cuadrados, ``a precio irrisorio'', en favor de doña Amalia Solórzano, cuando era gobernador de Michoacán y militaba en el PRI. El efecto que esta denuncia produjo en la opinión pública es digno de un simposio de sociólogos.

4

Dos o tres días después de haber disparado esta flecha contra Cárdenas, Castillo Peraza fue abucheado estentóreamente por decenas de comerciantes en un mercado del Distrito Federal, y descubrió, no sin pasmo, lo que llamaría más tarde la ``increíble complacencia del público'' hacia el candidato del PRD. Pero el viernes de la semana pasada, cuando Cárdenas reveló que Córdoba Montoya era el abastecedor de la papelería mostrada por Castillo Peraza, el candidato del PAN se hundió como un hielo en un vaso vacío. Y comenzó a vivir en la tormenta.

Para infortunio del propio Cárdenas, el mismo 2 de mayo, mientras el abanderado perredista desnudaba la alianza entre Córdoba Montoya y Castillo Peraza, el presidente del PRD en el Distrito Federal, Armando Quintero, cometió no sólo un error (pues ``tapó'' a Cárdenas), sino también una monstruosa canallada, al avisar a la prensa que poseía una fotografía de Castillo Peraza disfrazado de niña. Y con esto se confirmaron dos cosas: que eran ciertas las denuncias publicadas por Carlos Ramírez en 1995 sobre la existencia de ``fotos muy comprometedoras'' del candidato del PAN, pero también que la ausencia de escrúpulos, el oscurantismo galopante y la visión sexista, falócrata y homofóbica, inscriben a Quintero en las filas de los políticos, sin distinción de partido, que abomina la inteligencia universal.

5

¿Qué ha quedado de todo esto y qué sigue? El martes de esta semana --mientras las policías y los mandos militares de México y de Estados Unidos mantenían tomado por asalto el centro de la ciudad de México, para garantizar con esta suerte de certificación in situ la seguridad del emperador de las Américas--, el PRI realizó una encuesta para medir el efecto de las denuncias de Castillo Peraza contra Cárdenas y se encontró con que...

La popularidad del candidato del PRD al gobierno del Distrito Federal bajó un punto y medio en la preferencia del electorado, lo cual en términos estadísticos equivale a nada porque, por definición metodológica, todo sondeo tiene un margen de error que va del 3 al 4 por ciento. Sin embargo --esto me lo había dicho el tonto del pueblo antes de colgarme el teléfono--, en círculos selectos de la Cárcel Pública de Tecamacharco se sabe que en los próximos días habrá nuevos ataques contra Cárdenas en la prensa.

Los sabuesos de Córdoba Montoya, Castillo Peraza, Salinas de Gortari y Roque Villanueva, andan en pos de un contrato que, alrededor de 1960, Petróleos Mexicanos habría otorgado ``ventajosamente'' a los ingenieros Cuauhtémoc Cárdenas y Heberto Castillo. Y, por otro lado, buscan las escrituras de un departamento que la familia Cárdenas poseería en París.

Quienes andan detrás de estas pistas --para ocultar las multimillonarias fortunas secretas de Luis Echeverría, de José López Portillo, de Miguel de la Madrid, de Carlos Salinas de Gortari, de Carlos Hank González, de Diego Fernández de Cevallos, de Fernando Gómez Mont, y de muchos otros como ellos--, ahora recorren los archivos del mundo acicateados por una ambición adicional, porque a principios de esta semana, cuando Cárdenas dio a conocer su declaración de bienes patrimoniales, remató su exposición con este latiguillo: ``Y al que descubra algo más, se lo regalo''.

6

Concedamos que, en efecto, Cárdenas bajó un punto y medio en la lista del Hit Parade y, no obstante, continúa a la cabeza, lejos de sus perseguidores. ¿Qué ganó, en cambio, Castillo Peraza? No toquemos, porque ya fue comentada en abundancia, la recepción que le brindaron los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Pero hablemos, mejor, de lo que sucedió después.

La noche del martes 6 de mayo, después de haber padecido 90 minutos de ininterrumpida rechifla por parte de los universitarios, Castillo Peraza llegó al famoso cultubar El Hijo del Cuervo --cantina hermana de El Imperio de los Sentidos-- y continuó cosechando simpatías. Entre los representantes de una serie de pequeñas organizaciones ciudadanas que habían convocado a la reunión, estaba Rodolfo Echeverría Martínez ``Chicali'', ex dirigente del Partido Comunista Mexicano, de cual salió para convertirse en activista del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol). Pues bien, cuando Castillo Peraza lo distinguió como el ``viejo amigo con el cual hemos corrido tantas aventuras sociopolíticas'', alguien preguntó con sorna:

--¿Dentro del salinismo?

Luego, cuando el autor de esta plana, y en representación del tonto del pueblo, le preguntó por qué nunca ha condenado la obra pública de Salinas de Gortari y de Córdoba Montoya, y por qué hoy pretende criticar el resultado de las políticas que apoyó merced a su alianza con el dúo dinámico, el candidato del PAN respondió:

--Es mentira que mi partido haya sido incondicional del gobierno del licenciado Salinas --(sic de respeto a prueba de escándalos)--. Durante el gobierno del licenciado Salinas, el PAN votó, con el PRI, a favor de las reformas a los artículos 3o, 27 y 130 --(sic de ¡nada menos!)--, pero nunca aprobó ninguno de los seis informes que el gobierno del licenciado Salinas presentó sobre el manejo de la cuenta pública.

El peor momento de la velada llegaría después, cuando una mujer del público hizo la pregunta más inteligente de toda la campaña electoral: ``Usted dijo que el condón contamina, porque no es biodegradable y que no debe usarse; sin embargo, la ciudad está llena de carteles de plástico, que tampoco son biodegradables, y que no sirven para proteger la vida humana sino para mostrar la cara de usted. ¿Qué opina de eso?''.

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