La Jornada 10 de mayo de 1997

Decepcionó en EU la visita de Clinton a México

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de mayo Ť Funcionarios del gobierno del presidente Bill Clinton ofrecieron hoy una evaluación positiva del viaje del mandatario a México, pero fuentes de dentro y fuera de la Casa Blanca cuestionaron si más allá de los cordiales intercambios en público se logró algún resultado concreto de la visita de Estado.

``Creemos que todo salió bien en la visita a México y que de hecho el presidente fue más criticado en Costa Rica'', dijo un funcionario gubernamental. Para los encargados gubernamentales, uno de los objetivos principales de la gira fue reconstruir la deteriorada imagen pública de la relación bilateral, particularmente después del debate sobre la certificación a México. Pero a juzgar por las declaraciones y acciones de algunos funcionarios en Washington, esto no fue suficiente y se espera nueva presión para tomar acciones concretas en el futuro inmediato.

Un oficial de la DEA puso hoy en tela de juicio los informes de que se habían concluido nuevos acuerdos en torno al número de agentes de su dependencia en México, o sobre la demanda estadunidense para que a agentes de la DEA trabajando en la zona fronteriza del lado mexicano les sea permitido portar armas.

``No hay nada nuevo en cualquiera de los anuncios hechos esta semana'', afirmó el oficial de la DEA a La Jornada.

Esta fuente, que requirió el anonimato, dijo que desde hace tiempo México había acordado en principio permitir que los agentes de la DEA desplegados del lado estadunidense de la frontera ingresen libremente para participar en operaciones de inteligencia antinarcóticos con las fuerzas de trabajo conjuntas en la frontera.

Desde hace un año, el ingreso a territorio mexicano

La Jornada entrevistó este viernes a un oficial de la DEA que formó parte de estos equipos a fines del año pasado. ``El problema no es que no podamos ingresar a México, sino que no contamos con protección adecuada'', dijo. ``Los mexicanos -agregó- nos han permitido cruzar la frontera por lo menos desde hace un año''.

La DEA declaró hoy que aún no ha recibido ninguna garantía de México de que sus agentes podrán portar armas para su autodefensa cuando crucen la frontera hacia México.

Y aunque funcionarios del gobierno de Clinton que integraron el viaje presidencial señalaron un tono mejorado en la relación bilateral, un funcionario del gobierno reiteró que la DEA todavía no cree que exista una sola agencia de seguridad pública en México con la cual se pueda tener una relación de confianza plena.

Muchos de los acuerdos sobre la cooperación antinarcóticos anunciados este semana, confirmó otro funcionario aquí, simplemente eran la ratificación de programas acordados hace tiempo por ambos lados. Por ejemplo, Estados Unidos y México habían discutido y acordado el año pasado que el gobierno de Clinton otorgaría 6 millones de dólares en asistencia antinarcóticos a México, algo que se proyectó como novedad durante la visita.

Otros funcionarios afirmaron que en términos de acuerdos concretos y específicos poco fue logrado esta semana. ``No sé si llegamos a conclusiones definitivas sobre algunos de los asuntos más difíciles'', informó a este diario un funcionario estadunidense involucrado en estas negociaciones, ``pero no estoy seguro de que eso hubiera sido políticamente posible durante este viaje''.

Agregó que ``uno tendría que decir viceversa en el sentido de que a nosotros no nos fue posible llegar a un acuerdo sobre las solicitudes mexicanas como el control de contrabando de armas pequeñas''.

No obstante, ya hay indicios de que cuando Clinton regrese a Washington enfrentará más presión para demostrar logros más concretos.

Esta semana, el senador republicano Paul Coverdell anunció que presentaría un proyecto legislativo que hubiera requerido que el presidente informara formalmente sobre el ``progreso'' específico logrado por Estados Unidos para que México aceptara ciertas demandas en rubros como la extradición, la protección de agentes de la DEA, acuerdos marítimos y otros temas parecidos.

Al último momento, el miércoles pasado, Coverdell aceptó no proceder con su propuesta a cambio de recibir garantías por parte de altos funcionarios del gobierno de que habría acción sobre estos asuntos.

La próxima semana el representante Dennis Hastert piensa introducir en la Cámara baja una enmienda que también demandará que Clinton logre obtener compromisos por parte de México sobre estos mismos temas (extradición, más agentes de la DEA, armas para agentes de la DEA, acuerdos marítimos, más estaciones de radar, etc.).

Clinton no regresará a Washington con respuestas concretas a estas demandas, pero no cabe duda que sus asesores tendrán que continuar abordándolas en los próximos meses.