Deber de EU, fortalecer democracia y derechos humanos con ``nuestros socios'': secretarios
Patricia Muñoz Ríos y Jesús Aranda Ť ``Somos el país indispensable en el mundo'', afirmó la secretaria de Estado, Madeleine Albright, al hablar ante los miembros de la Cámara Americana de Comercio.
Posteriormente, al ser entrevistada en relación con el encuentro que sostuvo con representantes de una veintena de organizaciones no gubernamentales (ONG), la funcionaria estadunidense dijo que estos organismos ``son esenciales para el buen funcionamiento de la democracia y creo que son muy importantes''.
La secretaria de Estado, quien ayer encabezó encuentros directos con representantes no oficiales, fue presentada en el encuentro con los empresarios como la ``star'' del gabinete presidencial.
Ahí dijo que Estados Unidos ``necesita ayudar a sus socios a crear instituciones democráticas durables y a promover el respeto a los derechos humanos''.
Estados Unidos --aseguró-- es la nación indispensable en el mundo, para trabajar por la integración de principios democráticos en la región, lograr la liberalización de mercados del hemisferio y obtener un compromiso común por la paz en el mundo.
Este país está cumpliendo con el papel que debe desempeñar, pero ``no lo podemos hacer todo solos, necesitamos de socios'', sostuvo. Puso como ejemplo que para lograr la apertura comercial del hemisferio se tomará a México como punto de partida, pues con este país las relaciones están bien fundamentadas.
En un desayuno que ofreció esta Cámara a la comitiva que acompaña al presidente Bill Clinton, la funcionaria estadunidense advirtió que para alcanzar la apertura comercial de la región, es fundamental primero fortalecer la democracia de los 34 países, con respeto a la soberanía de cada uno de ellos.
México, socio y amigo: McLarty
También el enviado especial para las Américas y asesor del presidente Clinton, Thomas McLarty, habló en el mismo sentido al señalar que Estados Unidos considera su responsabilidad el asegurar que la democracia ``se vea en la práctica'', en esta región, por lo que es de particular simbolismo que el inicio de esta meta se dé en México, con el socio y amigo.
El fortalecimiento democrático es responsabilidad de todos los países, pero en particular del gobierno estadunidense, opinó el funcionario.
Por su parte, la secretaria de Estado adelantó en este foro que en el corto plazo su gobierno dedicará grandes cantidades de recursos a fortalecer la política con América Latina, aunque comentó que ese país no puede dedicarse únicamente a una sola región, pues precisa también reestructurar sus relaciones con Europa, Rusia, Asia y China.
Obviamente --aseguró Albright-- también tenemos relaciones difíciles con Medio Oriente y con Africa, todo es importante; sin embargo, al frente de la política exterior de este país está Latinoamérica, ``no la hemos hecho a un lado''.
En la reunión a la que asistió el embajador de Estados Unidos en México, James Jones, y los dueños y representantes de las principales firmas de capital estadunidense, Madeleine Albright también apuntó que actualmente se tiene una oportunidad para integrar los principios básicos de la democracia en el mundo.
A su parecer, actualmente hay cuatro grupos de países:
El primero y mayoritario, que está de acuerdo en que debe haber un sistema democrático internacional; el segundo, integrado por aquellas naciones que son nuevas democracias; el tercero formado por países que consideran que el sistema no sólo no funciona, sino que opera contra ellos y tratan de destruirlo literalmente enviándole y tirándole bombas, y el último donde ``hay estados fallidos que se han estado comiendo su propia semilla y pudieran volverse en contra del propio sistema''.
América Latina, ``excepto por un país'', es parte del primer grupo, señaló la secretaria de Estado. Consideró que uno de los aspectos más dañinos de la relación bilateral son los estereotipos que cada país se ha formado del vecino y que significan fuertes prejuicios, los cuales no permiten una visión clara sobre el desarrollo de las naciones.
Albright resumió en una breve entrevista realizada al salir del hotel en que se hospeda, su opinión en torno al encuentro con los representantes de los organismos no gubernamentales (ONG).
``Tuve una reunión muy interesante con los representantes de los organismos no gubernamentales y creo que son esenciales (éstos) para el buen funcionamiento de la democracia y creo que son muy importantes''. dijo momentos antes de abordar el cadillac color gris, rodeada siempre por no menos de diez agentes de seguridad estadunidenses.
Al encuentro con la funcionaria asistieron, entre otros: María Teresa Jardí, del Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana; David Fernández, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro; Rocío Culebro, de la Red Todos los Derechos para Todos; Pablo Romo, del Centro Fray Bartolomé de las Casas; Oscar González, de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, y José Alvarez Icaza director del CENCOS.
Los miembros de las ONG pusieron énfasis en denunciar la violación de los derechos humanos, tanto en México como en Estados Unidos.
Incluso, un representante de una organización del estado de Oaxaca cuestionó a la señora Albright sobre la presunta participación de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en acciones represivas en esa entidad.
A lo anterior, la funcionaria estadunidense le respondió segura que el FBI no actúa en México.
Aseguró que la Casa Blanca pondrá todo su empeño en luchar en contra de los abusos que cometen ``algunos cuerpos policiacos estadunidenses'' en contra de los migrantes.
En la plática privada, Madeleine Albright opinó que el intercambio de opiniones es muy saludable, además de que destacó el avance democrático en México; sin embargo, acotó: ``Ustedes son una cultura de muchos años. Nosotros somos una democracia de muchos años''.