La Jornada 7 de mayo de 1997

Virtual cerco en el Centro, Reforma y Polanco; caos y enojo ciudadano

Miriam Posada y Víctor Ballinas Ť En cuestión de horas, el Centro, Paseo de la Reforma y parte de Polanco se convirtieron en las zonas más ``seguras'' de la ciudad de México, o al menos las más vigiladas por cerca de 3 mil policías preventivos, más agentes judiciales, indicadores, militares vestidos de verde y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), quienes durante más de seis horas se encargaron de impedir la circulación vehicular, el acceso a estaciones del Metro y hasta de caminar por varias calles.

La impresionante movilización policiaca --tal vez sin precedente-- inició alrededor de las 6:00 horas como apoyo a las actividades del presidente Ernesto Zedillo y su homólogo estadunidense Bill Clinton; la ciudad paulatinamente se convirtió en un caos, sin que los radios del Centro de Información Policial de la SSP dieran reporte alguno.


Policías de T-2000, en Santo Domingo, impiden
marcha de maestros.
Foto: Duilio Rodríguez

El día empezó a complicarse para los capitalinos alrededor de las 12:00 horas, cuando, sin previo aviso, fue cerrada la estación del Metro Chapultepec, y paulatinamente Bellas Artes, Allende, Zócalo, Auditorio y Pino Suárez; en breve el Centro de la ciudad quedó sitiado.

Para las 14:00 horas trabajadores y visitantes del Centro Histórico se encontraron con que no podían caminar casi por ninguna calle, y tuvieron que buscar alguna que les permitiera salir del lugar, aunque no los llevara a su destino; ``hasta eso nos vienen a descomponer los gringos, ya no podemos caminar por nuestras calles; eso es anticonstitucional'', reclamaron algunos.

A las 18:00 horas ningún ciudadano podía caminar tampoco sobre el Paseo de la Reforma, y mucho menos encontrar algún vehículo que los sacara de la zona sitiada por vallas de policías preventivos, parejas de militares con uniformes verde olivo, como ocasionales mirones a los que sí les ``permitieron'' permanecer en la calle, o los ya muy identificados elementos del Estado Mayor Presidencial ataviados con traje y corbata, quienes portaban además un distintivo dorado en la solapa.

Toda este despliegue policiaco, el ir y venir de patrullas, de camiones del Ejército, y el sobrevuelo de helicópteros sólo representó seguridad para unos cuantos y un gran conflicto para los habitantes del DF, quienes padecieron el cierre parcial o total de calles como Paseo de la Reforma, Eje Central, avenida Chapultepec, avenida Juárez, Balderas y los accesos al Zócalo.

Mientras, los mandatarios de México y Estados Unidos sostenían reuniones sin percatarse de que cinco horas antes de que asistieran al Palacio de Bellas Artes a un concierto, decenas de trabajadores, secretarias y empleados se toparon con militares que les impedían caminar por lo menos media calle para llegar a sus centros de trabajo.

Credencial de elector, no

Los guardianes del orden solicitaron identificaciones a los transeúntes para permitirles el paso a calles como 16 de Septiembre, Isabel la Católica y Bolívar, pero cuando los oficinistas les mostraban la credencial de elector los uniformados se atrevían a rechazarla, porque querían las credenciales del centro de trabajo.

Madres de familia que necesitaban llegar a las guarderías, escuelas o viviendas en las que se encontraban sus hijos fueron detenidas en plena calle, y si corrían con suerte los policías registraban sus bolsas y las dejaban continuar su camino; de lo contrario, sólo les respondían que ``no hay paso y son órdenes del Presidente''.

Más de un indignado ciudadano discutió con policías y les advirtió que este año votarían por Cuauhtémoc Cárdenas, a lo que los elementos respondían con sorna: ``No, mejor vote por el PRI''. Pero la inconformidad ciudadana no fue motivo para que las autoridades responsables hicieran algo para resolver el conflicto, ya que incluso dieron instrucciones a algunos comercios para que cerraran sus puertas a fin de que los transeúntes no pudieran burlar la vigilancia.

Las bocinas de los desquiciados conductores dejaron de sonar después de las 20:00 horas en la zona Centro, ya que el caos se había trasladado a arterias como el Circuito Interior y el Periférico. Los conductores sólo intuyeron lo que pasaba, ya que no hubo elementos policiacos que se encargaran de guiarlos.

Todos estaban concentrados en ``proteger'' a los mandatarios y a sus acompañantes, y en que el visitante no se topara con ninguna marcha, mitin, manifestación, pancarta o ``desorden'' en rechazo por su presencia, o por el reclamo de condiciones justas de vida.

``Absolutamente todos'': francotiradores, preventivos, judiciales y militares estuvieron atentos o fastidiados bajo el rayo del sol, ``pero ninguno atendió las necesidades de la población, nadie nos hizo caso, aunque estuviera sin hacer nada; sólo sentado en los prados o parados viendo pasar gente, y como nos hacíamos bolas fue para poner orden, ni entre ellos estaban ordenados``, reclamaron otros más. Para la SSP lo único que ocurrió ayer en la ciudad fue la muerte de dos vigilantes de seguridad privada en asaltos, la detención de nueve presuntos delincuentes por robo, tres mujeres policías golpeadas en una manifestación de un día anterior y los 351 detenidos de las últimas 24 horas.