La Jornada 7 de mayo de 1997

Ofrece Clinton corregir y aplicar con humanidad la ley antinmigrante

David Aponte y Elena Gallegos Ť Con la finalidad de proteger a los migrantes, garantizar el respeto a sus derechos humanos y aplicar acciones enérgicas que reduzcan la violencia en la frontera, combatan el tráfico de personas y la falsificación de documentos, y ofrezcan respuestas legales en los casos de abusos contra indocumentados, los presidentes Ernesto Zedillo y William Clinton firmaron ayer una declaración conjunta sobre migración, tema que genera el mayor número de tensiones entre México y Estados Unidos.

Los gobiernos determinaron que se celebren dos reuniones extraordinarias del Grupo de Migración y Asuntos Consulares, en el otoño y el invierno de este año, para evaluar los resultados del Estudio Binacional y evitar que la nueva ley estadunidense, conocida como Acta de 1996, perjudique a los trabajadores indocumentados de origen mexicano.


José Luis Cuevas, Gabriel García Márquez y
Carlos Fuentes, durante la cena ofrecida en
honor del presidente Clinton en Palacio
Nacional.
Foto: Fabrizio León

En la plenaria de la 14 reunión de la Comisión Binacional, Clinton dijo que su gobierno no tiene interés en ``dañar indebidamente a ninguno de los migrantes mexicanos. Hoy día sabemos hay más de 20 millones de estadunidenses que tienen orígenes hispanos. Sin embargo, nosotros tenemos que hacer cumplir las leyes en la frontera, pero lo haremos de una forma humana y justa''.

Posteriormente, el mandatario estadunidense informó a la prensa que trabajará con el Congreso de su país ``para corregir algunos aspectos'' de la nueva legislación antiinmigrantes ``para aplicarla con humanidad, especialmente teniendo en cuenta a los niños y sus familias''.

Clinton reiteró su ofrecimiento: ``No habrá deportaciones masivas, pero también estoy decidido a ayudar a nuestros vecinos del sur a aprovechar al máximo su potencial económico y social, porque en último término ésa es la mejor forma de devolverle a la gente la confianza para que en el futuro se encuentre en sus hogares''.

Durante la sesión plenaria los miembros de los dos gabinetes dieron a conocer los resultados de la Comisión Binacional. El canciller José Angel Gurría dijo que una de las prioridades de la política exterior mexicana y de la agenda bilateral es la migración y su contraparte: el respeto y la protección de los derechos de los migrantes, lo cual afecta las condiciones de vida de millones de personas.

En el salón Adolfo López Mateos de la residencia presidencial, la procuradora de Justicia estadunidense, Janet Reno, habló de la actitud que adoptarán los oficiales del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) en la aplicación de las nuevas leyes migratorias:

``Respetaremos la dignidad y los derechos humanos de todos los nacionales mexicanos y de otros afectados por la ley. Todos los individuos recibirán el debido proceso de ley. Mantendremos nuestra inquietud e interés especial en cubrir las necesidades de los niños y las familias. No toleraremos maltrato alguno a los migrantes. Estamos comprometidos a ejecutar esta ley en una forma que honre nuestras obligaciones bilaterales, sobre todo en cuanto a la garantía de acceso consular''.

Reno adelantó algunos de los compromisos que firmarían más tarde los presidentes: reducir la violencia en la zona fronteriza, proteger a los migrantes de los abusos de los traficantes de indocumentados y atacar a los falsificadores de documentos.

Ambos gobiernos crearán más canales de información e intercambio y fortalecerán los mecanismos de enlace entre los oficiales del SIN y los mandos de la Patrulla Fronteriza con los 41 representantes consulares de México en Estados Unidos, ``para que, de surgir problemas, se puedan superar'', añadió la encargada de la justicia estadunidense.

Más tarde, los presidentes Zedillo y Clinton suscribieron una declaración conjunta sobre el tema migratorio, en la cual se comprometieron a realizar esfuerzos para buscar una solución al fenómeno.

El documento bilateral, redactado en las últimas semanas y acordado en la 14 reunión de la Comisión Binacional, contiene 15 puntos, entre ellos el derecho soberano a la aplicación de las leyes migratorias, de conformidad con el derecho internacional y el espíritu de cooperación bilateral; la protección de los derechos de los migrantes y atención de sus denuncias por la vía legal; el establecimiento de procedimientos seguros de repatriación, la protección de los migrantes en zonas de peligro y el lanzamiento de campañas de educación.

Gurría dio a conocer que los oficiales regionales del Servicio de Inmigración y Naturalización y los cónsules mexicanos efectuarán en breve consultas sobre la aplicación de la nueva ley migratoria, cuyos capítulos más severos entraron en vigor el primero de abril.