Indagará la OEA la desaparición de tres maestros en Guerrero y Oaxaca
Claudia Herrera Beltrán Ť La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investiga los casos de tres maestros desaparecidos y presuntamente secuestrados en los estados de Oaxaca y Guerrero, y desde el mes pasado solicitó información al gobierno mexicano.
El 26 de marzo, maestros de la sección 22 de Oaxaca fueron notificados por la comisión dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que aceptaba las denuncias y que en adelante el caso de Víctor Pineda Henestrosa será identificado con el número 11.733 y el de Modesto Patolzin Moicen con el 11.734. En tanto, las indagaciones referentes a la desaparición de Gregorio Alvarado López y de las amenazas contra su esposa Norma Valdez dependen de una posible visita a México de una delegación de la CIDH.
Docentes que integran una comisión de derechos humanos de la sección 22 de Oaxaca indicaron ayer que el pasado 11 de marzo viajaron a Washington, sede de la CIDH, y pidieron al organismo investigar si se violaron los derechos humanos de esos tres maestros, que se han distinguido por encabezar movimientos disidentes del sindicalismo magisterial y contra acciones militares desde organizacio- nes civiles y de derechos humanos.
La desaparición del maestro guerrerense Gregorio Alfonso Alvarado López fue el 26 de noviembre de 1996, época en que dirigía el Consejo 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, y tenía una amplia participación en el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FAC-MLN). Los docentes acusan a militares y grupos paramilitares protegidos por el entonces secretario general de Gobierno de Guerrero, Fermín Gerardo Alvarado Arroyo.
En su queja ante la OEA, los maestros solicitan que una delegación del organismo acuda a Guerrero e investigue la existencia de supuestas cárceles clandestinas donde pudiera estar Alvarado López, promueva la presentación con vida del maestro y garantice la integridad física y psicológica de su esposa Normas Valdez y su familia, debido a que han sido víctimas de hostigamiento y vigilancia por parte de sujetos desconocidos.
El profesor oaxqueño Víctor Pineda Henestrosa, quien era líder de la COCEI, fue secuestrado el 11 de julio de 1978 por cinco personas que fueron identificadas como militares. Después de 19 años de su desaparición, juzgados civiles y militares cerraron el caso y se dice que no hay manera de saber el paradero de Pineda porque su cuerpo pudo haber sido calcinado.
Del otro maestro de esa entidad, Modesto Patolzin Moicen, no se tiene noticia desde el 19 de febrero de 1988, cuando fue requerido por autoridades educativas de Oaxaca. Los presuntos culpables fueron aprehendidos pero liberados un año después. En su queja ante el organismo de la OEA, se indica que el Ministerio Público ``tendió una trampa jurídica'' para proteger a miembros de Vanguardia Revolucionaria, organización magisterial patro- cinada por el entonces poderoso líder Carlos Jonguitud Barrios.
Sobre los dos primeros casos, los profesores oaxaqueños pidieron la inmediata intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que el gobierno mexicano haga todo lo posible por encontrar a los maestros desaparecidos y dé seguridad personal a las familias que han sido amenazadas. Asimismo, demandan que se proteja a los testigos y que los expedientes sean turnados a la corte del organismo de la OEA.