DIF: 1.5 millones de menores al año emigran indocumentados a EU

Angeles Cruz Ť En México, la atención a la población infantil desprotegida está rezagada. ``Nos encontramos ante un fenómeno que crece y nos va rebasando'', afirmó Francisco Robles Berlanga, director de Promoción y Desarrollo Social del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Reconoció que por el momento no hay ningún mecanismo que contabilice a los niños que viven en circunstancias difíciles. ``No lo hemos podido medir, porque es una situación emergente que responde a manifestaciones sociales de la pobreza y a los procesos de modernización e integración económica del país'', agregó.

Al referirse a la situación de los niños migrantes, sostuvo que la Secretaría de Relaciones Exteriores ha detectado que algunos menores cruzan la frontera hacia Estados Unidos hasta ocho veces en un mes, lo que se constituye en un indicativo de la gravedad del problema.

En tanto, cada año salen de sus lugares de origen alrededor de un millón de familias, cinco millones de personas que viajan hacia las distintas zonas agrícolas del país; de ellas, 1.5 millones son menores de edad, dijo.

Francisco Robles Berlanga reconoció que ``estamos ante un problema agudo'' que deriva principalmente de la necesidad social de incorporarse al trabajo en edades cada vez más tempranas (entre los ocho y los 10 años en promedio). Por esa razón, los niños afrontan un desgaste físico por participar en actividades que no son propias de su edad, además del desarraigo, la pérdida de identidad y la discriminación social en los lugares adonde llegan.

Hasta ahora, el trabajo del DIF se ha concentrado en acciones muy localizadas en zonas donde más se recrudece la situación, pero no se abarca la totalidad, reconoció.

Si bien no constituyen una mayoría entre la población mexicana, los menores en circunstancias difíciles son reflejo de las brechas en el campo de la educación, de la salud y la alimentación, con respecto al resto de la sociedad. Son la evidencia de la desigualdad social, subrayó.

Aseguró que la alternativa para este sector es que los tres niveles de gobierno ``coincidan en que es prioritaria y urgente la solución del problema, que se destinen recursos y se sumen esfuerzos con la iniciativa privada''.

En el caso de la zona fronteriza con Estados Unidos, comentó que un indicador del incremento de niños migrantes es que el DIF también aumentó su atención de 15 mil a 24 mil menores en un año y recordó que en 1996 fueron repatriados 30 mil niños, cifra que superó en 40 por ciento a la de1995.

Dijo que en coordinación con Unicef se levantará un censo nacional de menores trabajadores y en situaciones de riesgo. A mediados de 1997 podría tenerse el registro de las 100 principales ciudades, calculó.

En entrevista, el funcionario también explicó que ante la posibilidad de un incremento de menores de edad en la zona de la frontera norte como consecuencia de la aplicación de la ley antinmigrante de Estados Unidos, el DIF aumentará la capacidad de atención de los albergues públicos y privados en las principales ciudades limítrofes.

Para ello, el DIF, en colaboración con otras dependencias, ha establecido acuerdos con el gobierno estadunidense a fin de garantizar una repatriación ordenada, segura y con garantía para la integridad de los niños. Al mismo tiempo se trabaja en la instalación de una red de albergues de tránsito para recibir a los niños mientras se pueden reintegrar a sus familias y comunidades.

Por el momento, ya se han conformado comisiones coordinadoras en Nogales, Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros. Se trata de aumentar la capacidad de atención en unos casos y de construir albergues en otros, indicó.

Por otra parte, información contenida en el Programa Nacional de Acción en Favor de la Infancia señala que de 1990 a 1995 fueron repatriados 185 mil 103 menores mexicanos y aunque a partir de 1994 se observó un descenso en los números, en 1996 el fenómeno tuvo un repunte de 40 por ciento.

Mientras en 1990 el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos regresó a México a 39 mil 623 niños, en 1991 la cifra se ubicó en 37 mil 92; en 1992 llegó a 47 mil 242; en 1993 fueron 50 mil 55; 17 mil 803 en 1995; 18 mil 935 en 1995, y poco más de 30 mil en 1996.