La Jornada 3 de mayo de 1997

Los derechos de la infancia, tema en el retorno del argentino Piero

Pablo Espinosa Ť Se acuerdan de Piero? Hace 14 años que el autor de Mi viejo, Llegando llegaste, Si vos te vas, Juan Boliche, Pedro Nadie y otras canciones ya legendarias, dejó de cantar. La fuerza de la inercia lo ha mantenido, empero, en una fama artística latente.

Hace 14 años que el autor de canciones llamadas ''de protesta" dirige la Fundación Buenas Ondas, con sede en Argentina y que cordina programas sociales en pro de niños de la calle y chavitos marginados.

A su regreso del exilio, por causa de la dictadura militar en su país, empezó a cantar ''canciones de propuesta" y a practicar esos ideales. ''En esta época de mediocridad, vivimos enredados en palabras y protagonismos tontos. El gobierno habla, promete y no cumple; nosotros hablamos, criticamos pero no hacemos nada. Tenemos que ser coherentes con lo que pensamos, sentimos y hacemos ahora que no hay derecha ni izquierda como algo importante a seguir. Lo importante es hacer. De eso hablan mis canciones con las que a fin de año retornaré a los escenarios".

Creada en 1983, la Fundación Buenas Ondas posee ''personería jurídica, con el propósito de brindar mayor transparencia y continuidad a sus trabajos y acciones concretas para que gane la esperanza en la vida de nuestros niños". Sus objetivos: ''contribuir en la construcción y equipamiento de escuelas, albergues, centros culturales, granjas educativas, huertas comunitarias, maternidades, puestos sanitarios, salas de primeros auxilios, hospitales y bibliotecas; y promover la integración latinoamericana en Defensa de los Derechos del Niño".

Importante, hacer cosas concretas

De visita a México, para convocar a las organizaciones afines a sumarse a la red que preside y para preparar el lanzamiento, desde aquí a toda Latinoamérica, del primero de dos discos con 20 canciones cuyo tema son los Derechos de los Niños, grabadas por luminarias de varios países, el cantautor Piero explica estos proyectos y anuncia su retorno a la canción.

''Cuando los militares tomaron el poder en Argentina, tuve que exiliarme. Estuve en España 5 años. Regresé y aún había un clima de miedo y predemocracia. En una época hice canciones de protesta, pero regresé con canciones de propuesta porque ya la protesta era del dominio público: la gente, ya concientizada, aprendió a levantar la voz y ya no era tan necesaria la protesta. Mis canciones de esa segunda época proponen, aunque hoy se puede hacer un disco por día con lo que está mal, pero eso ya pasa a ser relativamente fácil. Nos enredamos en las ideologías y nos perdemos el hacer. Lo que importa es hacer cosas concretas, gente que se organice para ayudar a la gente.

''De gira por mi país, un buen día se me ocurrió fundar los Centros de Buenas Ondas. Hoy funcionan más de 600 y son autónomos. Empezamos por cosas pequeñas: gente que va a cantar a los hospitales, limpian una plaza, pintan una escuela, y después a construir casas, escuelas. Fue una explosión. De pronto la gente acudía en masa a las puertas de nuestra Fundación más que al ministerio de gobierno correspondiente. La organización fue creciendo, decidimos donar los centros y hacerlos autónomos. Organizamos festivales y actividades para sostenerlos económicamente, pero que ellos mismos crearan, ya, sus recursos. La consigna es cumplir esos sueños que en la universidad teníamos vigentes, pero se van diluyendo con el tiempo y con el peso de la realidad. Un amigo brasileño lo pone así: en el primer año de universidad quieres arreglar el planeta, en el segundo el continente, en el tercero tu país, en el cuarto tu provincia, en el quinto tu ciudad, tu barrio, tu familia y ya que te estás recibiendo te interesa nada más tu persona y te olvidaste de esos sueños. Por eso proponemos proyectos concretos, viables y claros, participativos, donde se invita a los profesionales".

La ecogranjas educativas de la Fundación Buenas Ondas albergan niños de la calle y adolescentes marginados que estudian dos años, beca mediante, y reciben una hectárea para cultivarla con productos orgánicos (sin pesticidas, fumigantes y abonos). ''En Italia --compara-- con dos hectáreas cambias auto cada año. En nuestro proyecto, una familia entera autoconstruye su casa, se muda de los cinturones de miseria, se vuelven autónomos. Chicos de entre 13 y 17 años, de preferencia con la primaria terminada, reciben una beca de cien dólares y aprenden a cultivar hortalizas y productos que se venden a domicilio. En cuatro años creamos 170 ecogranjas educativas, con 6 mil 200 niños y adolescentes. Si algo hay en AL es niños y tierra. La idea es internacionalizar esta red, lo hemos logrado en Colombia, Ecuador y Perú. Por medio de La Jornada convocamos a organizaciones mexicanas a que se sumen a la Fundación Buenas Ondas: Alsina 1441 Tercer Piso, oficina 301, Buenos Aires, Telefax: (54) 1 381 66 28 y 312 26 76".

Otro proyecto: grabar un par de discos compactos (ver recuadro). Con la Unicef como garante, se espera recaudar 2 millones de dólares.

``A fin de año volveré a cantar y a molestar, sé que aún está vigente la fama que gané, pero sé que puedo pararme a cantar desde Canadá hasta Tierra del Fuego.''