Prevén en EU acuerdo para que agentes de la DEA porten armas aquí
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 2 de mayo Ť El presidente Bill Clinton espera que durante su viaje a México la próxima semana, ambos países puedan resolver una disputa de larga historia que ha prevenido efectivamente que algunos agentes de la agencia antidrogas estadunidense (DEA) porten armas durante sus actividades en México, señalaron altos funcionarios del gobierno estadunidense.
Funcionarios estadunidenses y mexicanos trataron de reducir expectativas sobre acuerdos o iniciativas fuertes tras sus encuentros, pero fuentes del gobierno de Clinton señalaron que esperan que ambos presidentes emitan un comunicado conjunto donde se subraye la importancia de mantener la cooperación bilateral.
Altos funcionarios del gobierno estadunidense confirmaron a La Jornada que en su versión actual, el borrador del comunicado también menciona la importancia de abordar tanto el problema de la oferta como el de la demanda de droga, la idea de utilizar mecanismos multilaterales para enfrentar el narcotráfico y el comercio ilícito de armas y ejemplos específicos de una mejorada cooperación.
En por lo menos uno de sus discursos en México, se espera que Clinton haga una referencia al daño ocasionado por el debate sobre la certificación.
Además de este comunicado conjunto de la reunión presidencial, algunos funcionarios informaron este viernes que esperan tres declaraciones de la reunión binacional de ambos gabinetes y alguna declaración por escrito del encuentro que por separado mantendrá el Grupo de Contacto de Alto Nivel.
La Comisión Binacional, conformada por 16 diferentes grupos de trabajo, emitirá declaraciones, según está previsto, sobre narcotráfico y migración. La tercera cubrirá temas discutidos por los otros 12 grupos de trabajo.
Pero para el gobierno de Clinton los resultados clave de esta reunión son los que proyecten avances en la cooperación antinarcóticos y sus temas asociados. Un tema particularmente sensible son las restricciones impuestas por México al derecho de agentes de la DEA de portar armas durante sus tareas en México.
Inminente solución
En una entrevista publicada hoy por el diario Los Angeles Times, Clinton comentó que su gobierno está trabajando con el gobierno mexicano ''para asegurar que podremos garantizar la seguridad (de los agentes de la DEA)''. El periódico cita a Clinton diciendo: ''yo siento que podremos resolver eso'', mientras otros altos funcionarios informaron a La Jornada que parece ser inminente una resolución de este tema.
Acerca de un acuerdo factible sobre este tema, el embajador Jesús Silva Herzog respondió, al ser interrogado al respecto, que no creía que fuera el caso. Pero funcionarios estadunidenses advirtieron que lo que estaba bajo consideración no era necesariamente un acuerdo específico, sino una forma de resolver el diferendo.
''Esto es algo que hemos venido discutiendo de arriba para abajo durante meses'', comentó una fuente del gobierno de Clinton. ''Conociendo qué tan importante es para nosotros, México probablemente hará cualquier gestión sobre el particular durante este viaje''. Esta fuente sugirió que no habrá un acuerdo como tal para permitir que los agentes estadunidenses porten sus armas, más bien México anunciará que ha llegado a una resolución de la disputa con Estados Unidos, al señalar que las autoridades estadunidenses se apegarán a la ley mexicana al registrar formalmente sus armas. En efecto, esta maniobra funcionaría como una forma de resolver este complicado tema.
Funcionarios estadunidenses sugirieron que también podría anunciarse un nuevo acuerdo marítimo, con procedimientos para que naves de la marina y del servicio de guardacostas de Estados Unidos en el Pacífico ingresen a aguas mexicanas para perseguir a narcotraficantes, y también usar puertos mexicanos para reabastecimiento de combustible. Además, los estadunidenses esperan poder anunciar que México admite que se incremente el número de agentes de la DEA que operan en su territorio.
Por su parte, el presidente Clinton también hará varias gestiones para reconocer las demandas del gobierno mexicano, incluyendo un reconocimiento de la importancia de limitar el flujo de armas ilegales desde Estados Unidos.
Específicamente, según las fuentes estadunidenses, se espera que Clinton apoye la propuesta mexicana de realizar una convención de la OEA sobre armas de fuego. También se espera que Clinton señale como ejemplo del éxito de la cooperación bilateral los esfuerzos en la zona de San Diego para reducir la inmigración ilegal y los abusos a los derechos humanos.
Funcionarios gubernamentales estadunidenses están pendientes del tema de los derechos humanos y hoy señalaron estar conscientes de que Human Rights Watch Americas y Amnistía Internacional han presentado informes en estos días criticando al gobierno mexicano.
Bajo el programa tentativo del viaje, el cual podría ser modificado según estos funcionarios, se prevé que la secretaria de Estado, Madeleine Albright, mantenga una reunión con organizaciones de derechos humanos en México como forma de reconocer la importancia del tema para el gobierno estadunidense.
Los funcionarios consultados este viernes advirtieron que varios de los temas sustantivos vinculados con la agenda bilateral no serán discutidos por ambos presidentes, más bien serán abordados por los miembros de los gabinetes en otras reuniones que se celebrarán simultáneamente.
Por ejemplo, se prevé que ambos gobiernos aborden diversos temas, entre ellos la plena activación de las fuerzas bilaterales de trabajo fronterizas, extradición, sobrevuelos y construcción de más radares en la frontera sur mexicana.
Varios altos funcionarios entrevistados hoy por La Jornada confirmaron que todos estos temas estarán en la discusión bilateral durante el viaje, pero un funcionario advirtió que algunos de los acuerdos y/o iniciativas previstos podrían cambiar en los últimos dos días.
''Recuerden, en esta Casa Blanca, con este presidente, las decisiones suelen hacerse al último momento. A veces, las decisiones clave se definen en el avión'', manifestó.