La Jornada 2 de mayo de 1997

Costó a México 3 mil 400 mdd el crédito emergente de EU: Hacienda

Antonio Castellanos Ť La ayuda del presidente Bill Clinton a México, a cambio de una factura petrolera, después de la crisis de diciembre de 1994, costó al pueblo de México 3 mil 400 millones de dólares (27 mil 200 millones de pesos) por el pago de intereses durante dos años. La deuda no varió, sólo se diversificó, y este año tendrá un costo financiero superior a 119 mil millones de pesos.

La ayuda del gobierno del presidente Clinton, además de causar una enorme carga de intereses, sirvió para pagarle deuda al departamento del Tesoro. Sus Tesobonos representaban 29 mil millones de los 41 mil 400 millones de dólares que se tenían que pagar en 1995. La deuda bruta del sector público ascendió en 1996 a 98 mil 284.5 millones de dólares.

Durante los últimos 20 años, reconoce la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México ha tenido que enfrentar crisis recurrentes de la balanza de pagos. La década de los 80 fue particularmente trumática. Durante ella hubo un proceso de crecimiento de la producción muy bajo, tasas de inflación considerables y aumento en la deuda de corto plazo.

A pesar de un esfuerzo importante para incrementar la productividad y la competitividad de la economía por medio de reformas estructurales, México sufrió una vez más, durante 1994, una crisis financiera de mayores proporciones que estalló en diciembre con la devaluación del peso a niveles que colocaron en difícil situación a la planta productiva.

La sociedad en su conjunto entró en un proceso de endeudamiento que, a dos años de distancia, las organizaciones de defensa consideran impagable y que, según sus estimaciones, aciende a 530 mil millones de pesos, más de 50 por ciento de los créditos otorgados por la banca en su totalidad. El mayor problema se localiza en empréstitos hipotecarios.

Dos meses depués de que afloró la crisis en México, el 21 de febrero de 1995, el gobierno estadunidense puso a disposición del gobierno mexicano un paquete financiero de emergencia por 20 mil millones de dólares a una tasa de 9.1 por ciento.

Lo anterior, hizo que el costo del apoyo ascendiera a 3 mil 400 millones de dólares, a pesar de que el gobierno mexicano amortizó deuda y sólo dispuso de 12 mil 500 millones para solucionar el problema de sobrendeudamiento de coto plazo.

Los vencimientos de deuda externa, incluidos Tesobonos, ascendían a 41 mil 400 millones de dólares, y México hizo prepagos para reducir la presión. Ello le permitió ahorrar 100 millones de dólares anuales a partir de 1997 y hasta el 2000. Según cifras oficiales, al cierre de 1996 el saldo de la deuda externa bruta del sector público, que considera todos los pasivos financieros externos del gobierno federal, de los organismos y empresas públicas bajo control presupuestario directo e indirecto y de la banca de desarrollo, se ubicó en 98 mil 284.5 millones de dólares.

En esta cifra se observa una declinación de 2 mil 649.2 millones de dólares respecto del nivel alcanzado en diciembre de 1995. A pesar de ello, el costo financiero de la deuda en 1997 será de 119 mil 639.6 millones de pesos, un incremento de 12 por ciento real respecto de 1995.

Durante 1995, el programa económicodel gobierno federal estuvo dirigido a la estabilización. En 1996, consideran las autoridades hacendarias, comenzó el proceso de recuperación y 1997, esperan, tendrá que caracterizarse por una franca consolidación del empleo y la producción.

El secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, declaró que el bienestar derivado de esta recuperación se reflejará en diciembre próximo en los bolsillos de los trabajadores y, como complemento, se buscará avanzar para que en años posteriores se alcance la meta de crecimiento sostenible de 6 por ciento.

Por lo pronto, este año se buscará un crecimiento de 4.5 por ciento, una tasa de inflación de 15 por ciento y un déficit público equivalente a 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto, así como un moderado déficit en la cuenta corriente menor de 2 por ciento del PIB y que será menor a la inversión extranjera directa esperada para 1997. Este año, una cosa es segura: tendrá que pagarse un alto costo financiero por el servicio de la deuda.