Pobreza y desempleo, los ``grandes retos'': BdeM
Roberto González Amador Ť La economía mexicana logró avances significativos en 1996 ``pero ello no quiere decir que en el país ya no existan problemas'', advirtió ayer el Banco de México (BdeM). En particular, quedan asuntos pendientes por resolver como el combate a la agobiante pobreza de parte importante de la sociedad; el subempleo, que en numerosos casos raya en el desempleo, y la recuperación plena del sistema bancario.
En su Informe Anual 1996, enviado ayer al Congreso, el banco central afirmó que el desarrollo económico ``también depende, y de manera fundamental, de factores que no deben desatenderse como la eficaz impartición de la justicia, condición indispensable para el buen funcionamiento de cualquier economía, más aún las de mercado''.
El Banco de México indicó que ocasionalmente intervendrá en el mercado de dinero para influir sobre el comportamiento de las tasas de interés o el tipo de cambio. Pero, señaló, lo hará sólo con dos propósitos concretos: impedir el desarrollo de espirales devaluacionistas del peso y mantener condiciones ordenadas en los mercados cambiario y de dinero. ``El poder adquisitivo de la moneda no puede dejarse a la deriva'', precisó.
En el informe, que constituye un repaso de la actividad económica del país en 1996, aderezado con las consideraciones sobre la política económica, el Banco de México sostuvo que a pesar de los buenos resultados obtenidos el año pasado ``es pertinente reconocer que se necesita más tiempo para que los beneficios derivados de la política de estabilización y de cambio estructural alcancen a todos los segmentos de la sociedad''.
La institución dejó en claro que resulta indispensable mantener la disciplina fiscal, la prudencia monetaria, la apertura de la economía, los esfuerzos orientados a la mejor regulación y, en su caso, desregulación, así como la promoción de mercados eficientes y llevar a término las reformas estructurales ya iniciadas.
El informe del Banco de México aseguró que fueron alcanzados los objetivos trazados en el programa de 1996, fundamentalmente los orientados a fortalecer la recuperación económica y el empleo; disminuir la inflación; estabilizar los mercados financieros y dar continuidad a la reforma estructural.
``Gracias a la coherencia del programa y a la perseverancia con que fue aplicado en todos estos frentes se lograron avances significativos en 1996, aunque ello no quiere decir que la crisis esté superada en todos sus aspectos'', agregó.
Durante 1996 se lograron avances significativos en los objetivos del programa económico, pero sin que ello quiera decir que en México ya no existen problemas.
En particular, mencionó tres retos a enfrentar en los próximos años: el del combate a ``la agobiante pobreza'' de parte importante de la sociedad; el del subempleo, que en numerosos casos, dijo, raya en el desempleo y, por último, el de la recuperación plena del sistema bancario.
La solución al problema del subempleo no radica en la sola aplicación de políticas de estabilización acertadas, sino de reformas estructurales que es urgente profundizar, como la educativa, capacitación de la mano de obra y salud, indicó.
También, añadió, ayudaría a ese fin adoptar medidas conducentes a facilitar la apertura y operación de las empresas y, ``más aún'', el fortalecimiento de un entorno caracterizado por una eficaz impartición de justicia.
Respecto a la recuperación del sistema bancario, puntualizó que es necesario tener presente que un proceso eficiente y sólido de intermediación financiera es crucial para sostener altas tasas de crecimiento económico.