Continúan golpes bajos y guerra sucia en las campañas proselitistas capitalinas
Ricardo Olayo Ť Más de 40 días de proselitismo y las campañas políticas para jefe de gobierno del DF muestran un lenguaje más rijoso y de agresión que propuestas concretas. Al mismo tiempo, en este proceso electoral, por primera vez existe una competencia real y nadie puede asegurar quién será el ganador, sostienen cinco de los seis consejeros del Instituto Federal Electoral en el DF.
En entrevista por separado, aseguran que el discurso que habla del fraude cada vez tiene menor fuerza porque la responsabilidad de los órganos electorales recae en ciudadanos. Los consejeros están dedicados a sus actividades profesionales y también tienen bajo su responsabilidad la de coordinar las tareas de miles de ciudadanos para la elección de julio.
De su inexperiencia en asuntos electorales, responden que trabajan en forma imparcial y, en todo caso, explican, no se pueden adelantar vísperas porque la ley se pondrá a prueba junto con su trabajo. Aunque los consejeros dividen su opinión respecto de la conveniencia de crear una ley de partidos como lo propuso el presidente del IFE del DF, Manuel González Oropeza, por la intromisión que podría representar en la vida partidista, no coinciden en que ésta es la reforma electoral definitiva. El gran reto, sintetiza Andrés Albo Márquez es trabajar lo suficiente para decir que la política es una actividad digna, que vale la pena y que es un asunto que debe importar al ciudadano.
Con matices, los consejeros coincidieron en que las campañas políticas no han tenido la profundidad necesaria para hacer llegar sus propuestas a los electores y que el nivel del debate ha sido bajo.
En todo caso, indicó Carmen Aristegui, ``si un partido piensa que a través de un discurso rudo, ríspido, agresivo, puede ganar votos, pues los votantes lo dirán; si otro piensa que la mesura y la propuesta son útiles, también los votantes lo dirán. Todo se reduce a una estrategia de partido y el 6 de julio se verá quién tiene la razón''.
Respuestas
Las respuestas de los consejeros en torno al tema de las campañas con la interrogante de si el triunfo electoral justifica cualquier acción de partido, son las siguientes:
Jenny Saltiel, politóloga de la UNAM: Me parece que las campañas deben ser más propositivas, no de crítica o de enfrentamiento; que se encaminaran más a proponer, porque las confrontaciones no benefician al proceso, ni a los partidos, ni a los ciudadanos; antes, son causa de rechazo. La crítica no se ha ido hacia el proceso electoral en sí, hacia el padrón o las casillas, sino entre los candidatos. Las encuestas que dan triunfos a uno y a otro propician esa especie de desesperación para hacer cualquier cosa y ostentarse como el mejor partido. Aun así, estamos en un proceso de cambio y el resultado es un enfrentamiento real que conforma una estructura de partidos más fuerte, tripartita, según el panorama de las últimas elecciones.
Rosa María Mirón Lince: catedrática de la UNAM: El nivel de la discusión es muy pobre. Por discursos previos me da la impresión de que los candidatos son hombres muy capaces que esta vez aportan poco a la ciudadanía. Hay experiencia administrativa de Del Mazo o en la construcción de una opción política de Cárdenas, y Castillo es un hombre realmente culto. Quizá en términos de mercadotecnia lo que hacen es lo que mejores resultados puede darles; quiero creer que la campaña responde a una estrategia de partido. Y quiero también decir que nuestra posición personal no puede afectar el proceso.
Andrés Albo Márquez, responsable de estudios sociales de Banamex y egresado del ITAM: La campaña es inédita y se ha hecho uso de nuevas y agresivas fórmulas. Los candidatos son pesos completos y la competencia es cerrada. Lo positivo es que las campañas se abran al público y se conviertan en parte de la acción pública, pero me gustaría que fuera más centrada en propuestas, porque hasta ahora los programas de partido aún no se muestran. Esta vez cada voto es más peleado, pero hay que tomar en cuenta que con el inicio de las campañas de diputados y asambleístas las propuestas pueden permear. Si la campaña no va a lo cotidiano, la ciudadanía puede volverse más escéptica de la política de lo que ya lo es.
Rosa María de la Peña, catedrática de la UNAM: Los candidatos tienen que entrenarse en la nueva circunstancia democrática, pero sin adoptar un vocabulario rijoso, la discusión debe ser genuina y honesta. Si bien las controversias entre los candidatos son verídicas y se tiene en este país una tendencia a la simulación; se tiene que revalorar el objetivo de las campañas. De las reformas electorales, creo que la ley presente entró apresurada y es resultado lógico de la negociación y quizá se puede integrar mejor para favorecer la competencia, el diálogo.
Carmen Aristegui, comunicadora: La incertidumbre es que nadie sabe por anticipado quién va a ganar y eso es halagüeño. Mientras que hay una desconfianza secular, muy arraigada y no se va a lograr de la noche a la mañana la confianza, es un proceso de aproximaciones sucesivas. En las campañas todo se reduce a una estrategia de los partidos y se tendrá que esperar a la decisión del elector que es inteligente y no hay que menospreciar. El 6 de julio se verá si es mejor el discurso rudo o la propuesta.
El sexto consejero del DF, Fernando Serrano Migallón, a través de su secretario particular, no respondió a ninguna solicitud de entrevista durante tres semanas. Es el único servidor público y actualmente es director general de derechos de autor de la SEP.