Asalto paramilitar en Colombia; un campesino muerto y 60 flagelados
Ap, Afp, Dpa, Ansa y Reuter, Santafé de Bogotá, 29 de abril Ť Escuadrones de la muerte rurales incursionaron en un poblado de Bolívar, departamento colombiano, donde flagelaron a unos 60 campesinos y luego mataron a uno de ellos como advertencia de que no deben colaborar con las guerrillas.
``Esta es la forma como deben morir los guerrilleros'', dijo uno de los asesinos luego de acribillar a balazos a un campesino y modesto vendedor de cervezas y refrescos al que acusaron de ser un guerrillero o colaborador, y tras decapitarlo, se pusieron a jugar futbol con su cabeza ante la mirada de espanto de los pobladores.
Los hechos ocurrieron en el poblado de Río Viejo, unos 480 kilómetros al norte de la capital del país, cuando unos 200 paramilitares incursionaron en el poblado y, tras detener a unas 60 personas, las llevaron a un campo deportivo. Allí, los campesinos fueron lapidados con látigos reforzados con bolas de acero.
Después, los paramilitares mataron al campesino y tras decapitarlo exhibieron su cabeza en ese poblado, donde no hay presencia militar ni policial. Sin embargo, otros informes de prensa señalaron que los militares y las autoridades de justicia del caserío huyeron al percatarse de la presencia de los paramilitares.
El propio alcalde, Santiago de la Rosa, fue puesto sobreaviso y se vio obligado a escapar también al señalar que no hay quien lo proteja, y dijo temer que los escuadrones, en una nueva incursión, lo asesinen. Su casa fue atacada a tiros y relató que se sentía a dos fuegos, ya que las guerrillas también suelen presentarse en la región.
De la Rosa manifestó que la colaboración de los pobladores con la insurgencia es prácticamente obligatoria, ya que ``todo el sur del departamento de Bolívar está en poder de la guerrilla''.
La prensa colombiana señaló que la acción fue perpetrada por la llamada Autodefensa del César, grupo que tomó además el poblado de Regidor, cercano a Río Viejo, donde patrullan las calles, y estableció un retén en el Río Magdalena, aunque en este caso no agredió a los pobladores y dijo estar allí para protegerlos de la guerrilla.
La violencia originada por la guerra interna, acciones de los paramilitares, motivaciones políticas y delincuencia común ocasiona anualmente unos 30 mil muertos en Colombia, y cada vez se asemeja más a una espiral imparable que adquiere matices más crueles.
Los sucesos de Río Viejo ocurrieron luego de que la víspera el gobierno colombiano había asegurado que el Estado garantiza la seguridad en todo el territorio nacional con vistas a las elecciones de octubre, luego de que las guerrillas y los paramilitares amenazaron con sabotear las campañas electorales.
Por otra parte, el gobierno de Ernesto Samper envió al Congreso una iniciativa de enmiendas a la Constitución para derogar la prohibición de extradición de nacionales. La iniciativa, que deroga el artículo 35 de la Carta Magna, fue presentada por la nueva ministra de Justicia, Alma Beatriz Rengifo de Estrada, quien dijo confiar en que sea aprobada.
Al respecto, Samper insistió en que Colombia no será santuario de narcotraficantes y terroristas.Paralelamente, la Corte Suprema de Justicia negó la extradición a Estados Unidos de los principales jefes del cártel de Cali, al dictaminar que esa herramienta está prohibida por la Constitución de 1991.
Estados Unidos había solicitado la extradición de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, Helmer Herrera y Juan Carlos Ramírez.