La Jornada Semanal, 27 de abril de 1997
Que venga una creciente de sordas chachalacas
Que venga un torbellino de jejenes
Que alambra y pone a salvo por ahora
Que los grillos achiclen su acordeón
En los cerros calados de vana piedra pómez
Harán con él el viaje
Que venga el oleaje ronco de los papanes
como avanzada de la noche al raso
mitoteras comadres de los patios
a nublar con su amago el mosquitero
turgente piel de nene
Que se encienda el quinqué en el corredor borroso
Que ladre la jauría de ánimas que avanzanpor la nevada luna del más férreo durmiente
de nupciales arrullos
Que el niño en trance de embarcarse en otro sueñodé los nombres de quienes
en su balsa de mangle y de bejuco.