La Jornada Semanal, 27 de abril de 1997

Creen que he venido a jugar con
ellos...

y he venido

a revolver el juego. Creen que

hago trampa porque

creen que juego con ellos y no

ven que

no juego con ellos. Creen que

me robo las fichas

porque suponen estar jugando

con fichas

y cuando ven algo entre mis manos creen

reconocerlas. Cuando pensaban haberme

atrapado y yo los sorprendo, no lo hago a propósito. Eternamente

me les escapo

y no lo hago a propósito. No me buscan ni donde estoy, ni cuando

estoy, ni adonde

voy. Gano

siempre, aunque a veces pierda para variar un poco.





Como un mito, me arrastro y me levanto

y vuelvo a mi ceniza, de donde volveré a surgir

cuando quiera.





Muero, sabiendo que resucitaré. Y, sin embargo, al morir, sangro;

pero nadie ve la

sangre. Y cuando no sangraba, todos la veían.