Jordi Soler
El placer de las noticias

Estos dispositivos localizadores que se ajustan al cinturón, o a la orilla de la falda, o a cualquier asidero que se encuentre cerca de la zona de los riñones, y que sirven para avisarle al posedor, por medio de un bip-bip-bip, que alguien, en alguna parte, desea comunicarse con él, ganan terreno en el paisaje de las cinturas. Resulta cada vez más frecuente veren sitios públicos a gente que se despoja de su saco y deja al descubierto, en el mismo lugar que ocuparía la pistola en una época menos piadosa, un pequeño dispositivo localizador.

En determinados momentos íntimos, los que andan cargando este tipo de dispositivos, lo dejan sobre el buró, no muy lejos, a la mano, por si entra algún mensaje, como si el mensaje fuera un ladrón y el aparato el arma para liquidarlo. Hay otra coincidencia entre las pistolas y estos aparatos: ambos, más que usarse, se exhíben, la persona que carga un árma o un localizador visible, espera respeto del publico que lo contempla.

También puede argumentarse que estos aparatos funcionan de manera positiva en la eficiencia, el rendimiento y la productividad de cualquier empresa (el amor y la conspiración incluidos) pero esa ya es otra historia.

El cantante alemán Hank Kitchier reformó involuntariamenteel destino de estos aparatos. Su apego, casi fanático, a su condición de ser un-hombre-eternamente- localizable, lo llevó a usar el localizador durante sus conciertos, cuyas partes en pianísimo quedaban invariablemente coloreadas por el bip-bip-bip que venía de su cintura. Hay que recordar que ``estar eternamente localizable'', es una invitación para que te localicen, aunque no sea tan necesario localizarte.

Este detalle en la personalidad del cantante se conoce como ``invención de una necesidad'', según la terminología de los mercados-sociólogos, la nueva división de expertos que ha creado la universidad de Athenpuren, que se encarga del estudio de la sociedad como un mercado regido por la economía del status. El doctor Arthur Scumbell, coordinador de esta nueva división universitaria, cita en su obra ``El hombre, Nuevo Mercado'', el caso clásico de ``invención de una necesidad'': ``Aquel que durante el día iba a efectuar una sola llamada telefónica y termina haciendo catorce, porque traía un teléfono celular en la mano durante los veinticinco minutos que estuvo atrapado en un embotellamiento de tráfico''.

Hans Kitchier, para poder seguir gozando, mientras cantaba arriba del escenario, de su ``necesidad inventada'', reformó su aparato localizador para que le vibrara en la cintura, en vez de hacer bip-bip-bip. De esta forma se convirtió, de manera discreta, en un hombre-eternamente-localizable. Desde entonces, las compañías que fabrican dispositivos localizadores, incluyen la modalidad de vibración en sus modelos.

El doctor Scumbell ya aseguraba en 1982, que los aparatos localizadores irían convirtiéndose paulatinamente en un dispositivo universal e imprescindible, que habremos de cargar todos en el futuro. Traeremos en la cinta ese aparato que además de permitir que nos localicen, nos medirá permanentemente temperatura y presión y nos mantendrá conectadoscon una infinidad de servicios.

Ultimamente la predicción del doctor ha empezado a caminar en sentido correcto, algunas marcas de localizadores, traen un servicio de noticias incluído. En un restaurante, o en el automóvil o a media noche encima del buró, el aparato suena o vibra cada vez que en el mundo sucede una noticia importante. El posedor de uno de estos aparatos, se entera de manera inmediata de los acontecimientos. Se trata, según los expertos, del sistema más rápido de información que existe.

La universidad de Athenpuren publica semanalmente, en su página de internet, un resumen de las clases que imparte el doctor Scumbell. En la úlima edición de esta página, aparece lo que constituye el origen del nuevo derrotero de sus investigaciones. El doctor asegura que el vibrador de los localizadores relaja de manera especial los músculos de la cadera. Cuenta el caso específico del paciente de un colega suyo que se deshizo de un quiste en la cadera, a partir de las vibraciones del aparato. El proceso fue muy simple, se colocó el aparato en la zona afectada y le ordenó a su secretaría que le enviara mensajescada cinco minutos. La parte final de la página de esta semana es aún más sorprendente. Una mujer peruana, acostumbrada a recibir noticias por medio de su dispositivo vibrador, fue detenida la tarde del miércoles en Lima, a causa de su conducta sospechosa.

Mientras el ejército liquidaba a la banda de Cerpa Cartolini y liberada a los prisioneros, esta mujer, que caminabafrente a la residencia del embajador de japón, se tendió de cara al sol en la banqueta, para gozar mejor de la vibración de la noticia, que de un momento a otro, le mandaría su dispositivo localizador