Zedillo: soberanía y dignidad no se entregan ni se rinden
Elena Gallegos y Jesús Aranda, enviados, Antón Lizardo, Ver., 21 de abril Ť El presidente Ernesto Zedillo habló aquí de la actitud que deben mantener las fuerzas armadas. Dijo que la conducta intachable y la vocación de servicio habrán de seguir siendo las prendas que enaltezcan el honor militar. Enseguida refrendó la indeclinable determinación de los mexicanos de hacer valer, en todo momento, soberanía y dignidad.
Estas, insistió, ``no se entregan ni se rinden''. Esto sucedió durante el acto en el que se conmemoró el 83 aniversario de la defensa del Puerto de Veracruz ante el desembarco de tropas estadunidenses y en cuya celebración, año con año, se reitera la decisión de los mexicanos de preservar, inquebrantable, la soberanía.
Por eso en su oportunidad, el secretario de Marina expresó que a nadie le asiste el derecho de calificar la validez o invalidez, la legitimidad o ilegitimidad de las decisiones de los órganos gubernamentales de otra nación.
Jura de Bandera
La ceremonia se efectuó en el Campo de Honor de la Escuela Naval Militar y ante los secretarios de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, y de Marina, José Ramón Lorenzo Franco, el presidente Zedillo se dirigió a los cadetes que minutos antes habían participado en la protesta de Jura de Bandera. A ellos, les dijo que México espera nuevos ejemplos de honor, disciplina y trabajo, como muchos de los que le han dado quienes integran las instituciones armadas.
Los convocó entonces a servir a México con invariable honestidad, con estricta responsabilidad y con firme disciplina, compromiso que los llama a enaltecer la tradición de honor, lealtad y patriótica entrega que distingue a la Heroica Escuela Naval Militar.
En formación, con sus uniformes de gala, oficiales y cadetes escuchaban al Presidente de la República que, insistente, se refería a las cualidades que deben poseer quienes conforman las instituciones armadas: estricto compromiso para cumplir su deber con el pueblo, las instituciones y el país, ``hasta el límite de sus capacidades y aun a riesgo de sus propias vidas''.
Antes de abordar ese tema, Ernesto Zedillo rememoró la gesta de 1914, protagonizada precisamente por cadetes de esta escuela, quienes asumieron la defensa del puerto luego que desde el cañonero Praire de la flota estadunidense comenzó el desembarco.
Reafirmó luego que la soberanía nacional nos hace libres, dueños de nuestro destino, porque ésta es la base desde la que el esfuerzo de cada mexicano de hoy construye la patria de oportunidades y justicia para los mexicanos del porvenir.
Los valores de independencia, libertad y autodeterminación inspiran el esfuerzo de las actuales generaciones para avanzar hacia el país de leyes, de justicia social y plenamente democrático que entre todos construimos. ``Estos valores --precisó-- están profundamente arraigados en nuestras fuerzas armadas y garantizan la transformación de las instituciones para adecuarlas a los retos de nuestro tiempo''.
El Presidente viajó a Veracruz la mañana de ayer (lunes) acompañado por su esposa Nilda Patricia Velasco, luego de un breve intercambio con el enviado especial del presidente Bill Clinton, Thomas McLarty.
Antes de dirigirse a Antón Lizardo, municipio de Alvarado, donde se ubica la Escuela Naval, Zedillo inauguró la Plaza de la Soberanía en el puerto, en la que una imponente asta-bandera se levanta junto al mar. Ahí, con el gobernador Patricio Chirinos, el Presidente abanderó simbólicamente a mil instituciones educativas del estado de Veracruz.
De este lugar la comitiva se trasladó en autobús a la Escuela Naval Militar. Momentos antes de la ceremonia central se escenificó una parada aérea, en la que participaron dos formaciones de aviones y cuatro helicópteros.
El secretario de Marina, Lorenzo Franco, expresó también en el acto que ``los mexicanos seguiremos defendiendo nuestra soberanía en todos los terrenos y seguiremos luchando y levantando nuestra voz porque se respete el poder soberano de los pueblos y la igualdad jurídica entre todos los estados''. Dijo que si bien se enfrentan hoy grandes problemas, ``hemos dejado plena constancia de que somos un pueblo que no se arredra y que contamos con instituciones republicanas sólidas que nos permiten vivir en paz y en libertad''. Después el Presidente compartió el pan y la sal con oficiales y marinos