La Jornada 22 de abril de 1997

Pereció dirigente brasileño de los sin tierra, quemado ``por broma''

Afp, Dpa, Ips, Reuter, Efe y Ap, Brasilia, 21 de abril Ť Un grupo de jóvenes que querían divertirse con una ``broma'' prendieron fuego a un líder indígena que llegó a Brasilia en la marcha del Movimiento de los Sin Tierra (MST), el jueves anterior, quien este lunes murió en un hospital a causa de las quemaduras.

El asesinato del cacique de los pataxós, Galindo Jesús dos Santos, fue condenado por diversos sectores de la sociedad brasileña, y el presidente Fernando Henrique Cardoso sostuvo que ``no hay nada que (lo) justifique'', mientras la Iglesia católica lo calificó de ``manifestación neonazi''.

Dos Santos, de 44 años de edad, falleció por complicaciones múltiples debido a las quemaduras que alcanzaron 95 por ciento de su cuerpo luego de que cinco jóvenes de clase media lo rociaron con un líquido flamable y le prendieron fuego mientras dormía en una banca en la parada de un autobús. Dos Santos se quedó dormido en la banca tras asistir a un festejo por el Día Nacional del Indio, el 19 de abril, y no pudo entrar al edificio donde se alojaba por haber llegado cuando ya estaba cerrado.

Los cinco jóvenes estudiantes, de entre 16 y 19 años e hijos de importantes funcionarios del poder Judicial y del Ministerio Público en Brasilia, volvían de una fiesta la madrugada del domingo cuando detuvieron su vehículo y decidieron rociar con un líquido inflamable a Dos Santos y le prendieron fuego, dijo el jefe de la estación local de policía, Aurelio Martines.

Indicó que todos admitieron haber perpetrado el crimen, pero que no tenían intención de matarlo; ``todo era una broma'', dijeron los estudiantes al jefe policiaco. Testigos lograron apagar las llamas y un vehículo oficial trasladó a Dos Santos a un hospital, donde falleció este lunes.

Los agresores fueron identificados gracias a que un testigo del ataque anotó las placas del auto en que viajaban y dio la información a la policía militar. Uno de los jóvenes, de 16 años, fue enviado a un tribunal juvenil, y los otros cuatro fueron acusados de intento de homicidio doblemente agravado por uso de fuego y de alevosía, por lo que los cargos serán de asesinato, no podrán recurrir a fianza y permanecerán en prisión hasta que se realice el juicio.

Lo que más preocupó a las autoridades es que los cinco jóvenes son de familias de clase media y alta, estudiaban en importantes colegios y son hijos de señalados funcionarios federales en Brasilia. Uno de los detenidos es hijo de un juez federal, y otro de un magistrado electoral.

El gobierno de Brasilia decretó tres días de luto oficial por el asesinato de Dos Santos, justamente el día en que Brasilia conmemora el 37 aniversario de su fundación. Cristovam Buarque, gobernador local, señaló que se trata de un crimen que avergüenza a todo Brasil, y calificó de bandidos a los autores del ataque.

Culpan al gobierno

El presidente Fernando Henrique Cardoso, quien llegó a Ottawa para una visita oficial a Canadá, calificó de inaceptable esta manifestación de crueldad. ``En este caso no hay nada que justifique, no hay miseria que justifique'', apuntó. Cardoso exigió al ministro de Justicia, Milton Seligman, rigor en las indagaciones para que todos sean castigados de manera ejemplar.

Y mientras la Iglesia católica calificó de ``manifestación neonazi'' el asesinato de Dos Santos, y pidió castigar a los culpables, el presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Julio Jaiger, dijo que los pataxó están profundamente consternados y entristecidos por la muerte de Dos Santos, quien integraba una delegación de su etnia que viajó a la capital para discutir la demarcación de su territorio.

Los indígenas protestan también desde hace varias semanas por la decisión gubernamental de desaparecer la Funai y reducir recursos destinados a los planes de desarrollo para poblaciones autóctonas.

Varios líderes indígenas responsabilizaron al gobierno de la violenta muerte de Dos Santos. Marcos Terena, uno de los principales, indicó que el gobierno también es culpable de ese acto porque los funcionarios han dicho que ellos sólo quieren privilegios y llegan a Brasilia a gastar los recursos que reciben del gobierno, lo que crea entre la sociedad un sentimiento negativo contra los indígenas.

Indígenas, campesinos, sindicalistas y otros sectores participaron esta tarde en una protesta que terminó en el lugar donde fue atacado el cacique pataxó, radicado en el estado de Bahía, para reclamar justicia . ``Los atacantes no sabían si era indio o no, pero si sabían que era pobre, y esas personas de clase media de este país comienzan a sentir que son otro tipo de gente; eso es lo grave'', aseveró Buarque.

La muerte de Dos Santos expresa los altos índices de violencia existentes en las grandes ciudades brasileñas y es uno más de los actos de barbarie y vandalismo perpetrados por jóvenes de clase media en Brasilia.